Disciplina y responsabilidad: Vacunas contra el SARS-Cov-2

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Desde el lunes de esta semana, Cienfuegos, como la mayoría de las provincias del país, entró en la fase tres de recuperación pos covid-19, una etapa que hasta hace muy poco veíamos lejana, cuando las noticias sobre la letalidad y rápido contagio del virus SARS-CoV-2, se difunden en los noticiarios, sitios web, redes sociales y cuanta manera contemporánea de informarnos está al alcance de los receptores.

No es un cambio por capricho, mucho menos por decreto o legislación, sino que se trata de una decisión que asume el Grupo temporal de trabajo para la prevención y el control del nuevo coronavirus, con un nombre largo y una tremenda responsabilidad a sus espaldas, en el que se analiza, a diario, la situación epidemiológica, política, económica y social de Cuba, integrado por representante de todas las esferas de gobierno. Y es preciso cumplir indicadores para el cambio.

Pero para que todo ese tránsito a la normalidad, ya sea nueva o vieja, se produzca con el mínimo de consecuencias en el pueblo, se hace necesario observar la DISCIPLINA y tener RESPONSABILIDAD. Y fíjese que las pongo en mayúsculas, para que los lectores se detengan y hasta se “encaramen” sobre los términos de marras, y si es posible las busquen en un diccionario y le encuentren la etimologíaa las susodichas palabras, porque estas, mis estimados lectores, son las únicas vacunas que tenemos y tendremos por un buen tiempo contra el SARS-CoV-2, un virus letal, de alto contagio, y que deja secuelas para la vida.

Y voy a aterrizar, porque basta ya de la necesaria explicación, esa que algunos impacientes llaman “muela”, pero que yo me empeño en denominar introducción necesaria, aun y cuando viole las normas del Periodismo para un lead informativo.

Si no usamos el nasobuco en espacios públicos, abiertos o cerrados, estamos expuestos a la covid-19 y a muchas enfermedades respiratorias contagiosas; las barreras de hipoclorito a la entrada de establecimientos y centros de trabajo, continúan vigentes, así como el distanciamiento social en sitios públicos, colas, playas, en el transporte público y hasta en los barrios.

El lavado de manos con agua y jabón se mantiene vigente y es para siempre. Sobre este tópico, y en una de las coberturas periodísticas durante la etapa más difícil de la covid-19 en Cienfuegos, el Dr. Moisés Santos Peña comentaba en un aparte, cómo habían disminuido las infecciones intrahospitalarias con el lavado de manos, una “cantaleta” que él mismo ha mantenido hace años a través de talleres y conferencias. Y la anécdota viene a colación para ilustrar la importancia de este método preventivo.

Pero además de las medidas de prevención, la vigilancia epidemiológica, pesquisas activas, el control de focos, que no deben asustar a nadie pero que continúan, porque casos habrá, y sospechosos, contactos viajeros y hasta positivos; lo que si no podrá faltar en la sociedad cubana y cienfueguera en particular, es el control en la distribución de los productos de primera necesidad, ya sean alimenticios o de aseo, los imperativos deficitarios del momento que quitan el sueño en casa a quienes administramos el hogar.

Al escuchar esta semana una intervención del presidente del Consejo de Defensa Provincial, todavía activo en fase tres, Félix Duartes Ortega sobre el tema, decía: “Se han dispuesto medidas dirigidas a enfrentar en la provincia las ilegalidades: acaparadores, coleros, trabajadores de las propias entidades comercializadoras vinculados a estas actividades; concurrentes de Villa Clara y Sancti Spíritus que llegan hasta nuestro territorio con ese fin; trabajadores que hacen guardia nocturna en centros ubicados alrededor de los comercios, quienes se prestan para esa actividad, dedicados a marcar colas, obtener dinero por hacer listados. También viviendas aledañas a mercados y tiendas que se usan para almacenar y facilitar que personas de otras provincias acaparen y se lleven la mercancía destinada a los cienfuegueros…”.

Y continuaba más adelante: “… Trabajadores de estas propias tiendas que anuncian con anterioridad a ‘determinado sector’ cuando y qué productos se sacarán a la venta. Se ha detectado por la Policía Nacional Revolucionaria, un camión de Villa Clara que dejó un mercado de la Cadena vacío, y otro tanto ocurrió con uno Agropecuario. Cienfuegos está ofertando un mayor per cápita de viandas y hortalizas y no podemos permitir que la población no lo adquiera. No estamos en contra de que alguien venga a comprar, somos solidarios por principio, pero no podemos permitir el acaparamiento y dejar un mercado vacío, para luego lucrar en provincias vecinas con esa mercancía, eso no puede suceder.

“Esta es una batalla que debe ganarse con unidad, y la vamos a ganar, no emprenderemos acciones drásticas contra el pueblo, lo que no queremos es que se perjudique al pueblo que trabaja, aporta, produce, cura, salva, construye, enseña. Y esto no es una fiebre, como dicen algunos estados de opinión por la calle, la fiebre es quitarnos la enfermedad y nos la vamos a quitar con las medidas dispuestas”.

Las palabras de Duartes Ortega ilustran cuáles son los cambios para la entrada a una nueva fase de recuperación en medio de la complicada situación económica que vive Cuba, como parte de este mundo que se debate ante una pandemia y que sin dudas, daña a todos los estamentos de la sociedad. Disciplina y responsabilidad, únicas vacunas, por ahora, contra el virus.

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Magalys Chaviano Álvarez

Periodista. Licenciada en Comunicación Social.

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