Dirección integral de Supervisión (DIS) en Cienfuegos, en pos del control

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Un quehacer difícil y necesario es el de las Direcciones Integrales de Supervisión (DIS), surgidas en Cuba en enero de 2006. Se daba respuesta así al reclamo de las direcciones de los consejos de la administración provinciales para disponer de un cuerpo de supervisión y control hasta el nivel de los municipios que permitiera dar cumplimiento a los temas relativos a la inspección estatal en un principio, a lo que luego se le agregó todo lo relacionado con el trabajo por cuenta propia. 

En Cienfuegos, por supuesto, también la DIS materializa su quehacer en pos de hacer cumplir lo previsto en las legislaciones vigentes y en las decisiones adoptadas por las direcciones gubernamentales, en lo referido —por ejemplo— al tope de precios de servicios y productos.

El acercamiento a la realidad de ese cuerpo de inspección lo tenemos mediante Paulino Pablo Díaz Santillán, su director a nivel provincial, quien reconoce lo mucho materializado, pero por sobre todo, lo que aún queda por hacer a la luz de la Tarea Ordenamiento y la adopción de nuevos decretos.

“Durante el año anterior trabajamos teniendo en cuenta los objetivos definidos para la etapa, enmarcados fundamentalmente en el cumplimiento de la política de precios, lo relativo a la higiene comunal en cada uno de nuestros municipios y al trabajo por cuenta propia, un asunto fuerte y peliagudo.

“Tenemos vínculos con otros organismos. Formamos parte de las inspecciones de la Fiscalía, y en 2020 se materializaron 53 acciones de trabajo conjunto; también interactuamos con la PNR (238 operativos conjuntos), lo cual generó que la provincia cerrara el período con 16 mil 113 multas ascendentes a 2 millones 308 mil 352 pesos”.

En los más diversos escenarios suele verse a los inspectores de la DIS; sin embargo, una realidad contundente incide de manera no tan favorable en su gestión y es lo relativo al completamiento de la plantilla. ¿Cuál es el comportamiento en ese sentido?

“De una plantilla aprobada de 124 supervisores al cierre de 2020, se encontraba cubierta por 46, y de ellos solo 38 trabajando (dos  adiestrados de los municipios de Lajas y Aguada de Pasajeros), y eso dio al traste con todo un nivel de cumplimiento de los objetivos de trabajo trazado en el año. El cierre preliminar de febrero es de un 42 por ciento de completamiento de la plantilla”.

¿Acciones para revertir tal situación?

“A través de la Escuela de Comercio, viabilizamos un curso específico para el municipio de Cienfuegos de unos 30 compañeros que serán capacitados para poder crecer en este territorio, donde se dispone hoy de unos ocho supervisores de 50 que integran la plantilla. ¿Por qué solo Cienfuegos? Pues la situación epidemiológica que vive la provincia nos impide hacerlo más amplio, pero en todos los municipios se está llevando a cabo un proceso de selección y captación de todos aquellos que se consideren en condiciones de cumplir nuestro Código de Ética, requisito indispensable para ingresar a los equipos de trabajo, y de hecho es el primer tema que se imparte en el curso de preparación, que luego de la aprobación del Consejo de Defensa Provincial lo impartiremos entre los días 16 y 31 de marzo”.

Recientemente entraron en vigor dos nuevos decretos del Consejo de Ministros: el Decreto 30/21 “De las contravenciones personales, sanciones, medidas y procedimientos a aplicar por la violación de las normas que rigen la política de precios y tarifas”, y el Decreto 31/21 “De las infracciones de las medidas sanitarias para la prevención y enfrentamiento de la Covid-19”. ¿Qué opinión le merece? ¿Cuál ha sido el accionar por parte de los supervisores de la DIS en Cienfuegos?

“En mi consideración, el Decreto 30/21 resulta contundente y obliga a reforzar las medidas de control y la responsabilidad personal desde el administrador hasta el último trabajador de cada uno de los puestos de trabajo. Hasta la primera semana de marzo se han aplicado 29 multas en todos los municipios, excepto Rodas, con un valor ascendente a más de 145 mil pesos). Por ejemplo, se ha accionado en el sector estatal: bodegas, la gastronomía, el comercio, Cimex, Minal, Educación, puntos de ventas de la Agricultura Urbana y también a trabajadores por cuenta propia.

“Debemos lograr que quienes prestan un servicio o expenden determinados productos sientan respeto por las personas que tienen enfrente; cumplir en cada puesto de trabajo con rigor todo lo establecido.

“Por su parte, en el Decreto 31/21 se establecen multas de dos mil pesos a aquellos que dificulten en cualquier forma el cumplimiento de las medidas sanitarias dictadas por la autoridad competente; a quienes siendo directivos de un centro de trabajo o estudio incumplan las normas sanitarias vigentes la multa a imponer es de tres mil pesos; mientras quienes no usen o utilicen incorrectamente el nasobuco o mascarilla en las vías públicas, ómnibus, autos e interiores de los centros laborales y de servicios, se les aplican dos mil pesos. Hasta la primera semana de marzo se han aplicado 43 multas a personas naturales, entidades estatales y trabajadores por cuenta propia, con un valor aproximado de unos 86 mil pesos”.

Y valga la reflexión del director de la DIS en la Perla del Sur: “No es poner la multa por hacerlo, porque detrás de cada una de esas personas multadas hay una familia que se afecta. No se puede olvidar que la multa que antes tenía un valor de 50 o 100 pesos, hoy tiene un valor considerable”.

Arduo es el quehacer, y aunque no está totalmente cubierta la plantilla, los supervisores de la DIS en la provincia no descansan para hacer cumplir lo establecido. Paulino Pablo Díaz Santillán, su director, resume la decisión de su equipo: “No podemos dar ni daremos síntomas de cobardía, de tolerancia ni de coqueteo con los problemas sin enfrentarlos”.

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Tay Beatriz Toscano Jerez

Periodista.

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