La diabetes y sus días azules en Cienfuegos

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Roberto Garcés Álvarez vive ahora días azules, aunque para él ese color le sea un tanto indiferente. Hace alrededor de cuatro meses debutó con diabetes mellitus tipo II, asociada a hábitos alimentarios poco saludables y a la falta de ejercicios físicos. Entonces comenzó a bajar de peso y no era el mismo de otras veces frente al espejo. Bastaron los análisis iniciales para confirmar el padecimiento y recién acaba de asistir a su primera consulta en el Servicio de Endocrinología, Nutrición y Enfermedades Metabólicas, del Hospital Provincial Dr. Gustavo Aldereguía Lima, de Cienfuegos. 

“Es mi primer turno tras la experiencia adquirida durante la ‘Semana del Diabético’, la cual resultó bastante instructiva. He aprendido a convivir con la enfermedad, siempre bajo cuidados y mucha disciplina”, comenta Roberto, iluminado, quizás sin saberlo, por el azul de la esperanza que identifica la campaña promovida cada 14 de noviembre por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Aunque desde 1975 el país implementa acciones orientadas al tratamiento y prevención de dicha patología, fue en 2004 cuando se inauguró en el territorio el Centro de Atención y Educación al Diabético como parte de una estrategia nacional. Una década después cambiaron las miradas y se precisó la inclusión del servicio dentro de las entidades hospitalarias, con una proyección ambulatoria y asistencial.

Miguel Morales Madrigal, jefe del Grupo Provincial de Endocrinología, destacó que si bien el nuevo centro acumula apenas tres años, la sistematicidad en el trabajo realizado durante un largo periodo de tiempo en la conocida “Clínica” se mantiene y perfecciona, incluso con los profesionales fundadores de aquella institución. Tal sentido de pertenencia redunda en la positiva atención a la diabetes, la octava causa de muerte en Cienfuegos según estimados de la Dirección de Salud.

“Cada día —afirmó el especialista— se diagnostican más diabéticos, así como el aumento de la incidencia y prevalencia de la enfermedad en la región centro sur de Cuba.  Ello obedece a estilos de vida que distan de ser sanos: la ingestión de mucha comida chatarra, la poca actividad física, la obesidad y el sedentarismo. Son estos los principales factores de riesgo, además del  componente genético, específicamente en personas con antecedentes en su familia”.

La sostenida aparición de la diabetes mellitus de tipo II en niños, vinculada a la existencia de muchos menores obesos, supone uno de los retos que encara el sistema sanitario en Cienfuegos, pues esa variante del padecimiento, en lugar de la tipo I (genética), es común en pacientes mayores de 30 años. Las mujeres conforman otro segmento vulnerable, sobre todo en edad reproductiva, dado que la diabetes durante el embarazo implica riesgos de malformaciones, abortos tempranos y otros trastornos. Ante cualquier caso, el Servicio de Endocrinología, Nutrición y Enfermedades Metabólicas del Hospital Provincial ofrece una atención multidisciplinaria e integral.

“Los pacientes ingresan una semana, de 8:00 a.m. a 3:00 p.m., con un programa educativo y asistencial que incluye interconsultas médicas y la valoración de varios especialistas, sostiene la Dra. Elodia Díaz Rivas. Son examinados por endocrinólogos, nefrólogos, nutricionistas, psicológicos y enfermeras expertas en diabetes, si así lo requieren. El objetivo de las consultas es modificar los hábitos inadecuados que persisten en la población”.

Para René Rosales González, nefrólogo, el impacto de la “Clínica” radica en la captación, seguimiento y rehabilitación del diabético, algunos de los cuales presentan complicaciones renales. De hecho, “la mayoría de las personas con tratamiento de diálisis sufren la enfermedad. Por eso insistimos en el logro que significa la detección precoz y la posterior reintegración de los pacientes a sus áreas de salud”.

Todavía se aspira a más dentro del propio Servicio de Endocrinología, Nutrición y Enfermedades Metabólicas. Mejorar las condiciones estructurales de la actual instalación, fortalecer los niveles de atención primaria y desarrollar nuevas estrategias dirigidas a la prevención y educación sobre la diabetes mellitus, cuelgan del futuro, en el tono azul de la esperanza.

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