Desnutrición y obesidad: paradoja global

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 38 segundos

Gabriela Hernández Cuevas, coordinadora de políticas del Programa Mundial de Alimentos, en entrevista con 5 de Septiembre, reflexiona sobre asuntos claves de seguridad alimentaria de alcance global.

“El hambre es un gran problema que a corto y mediano plazo no se le avisora solución definitiva. Tome en cuenta que según datos del Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se estima que unos 820 millones de personas padecieron de hambre durante el pasado 2018, tercer año consecutivo en que la cifra aumenta”, argumentó.

Agrega la funcionaria que, por otro lado, sigue creciendo el sobrepeso y la obesidad, en todas las regiones del planeta, especialmente entre niños en edad escolar. Por supuesto que los adultos no están excluidos de este fenómeno, que ya afecta a más individuos, incluso, que el hambre.

Para que se tenga una mejor idea, cifras reveladoras confirman que en el mundo son obesos 672 millones de adultos y 124 millones de menores. Tienen sobrepeso 40 millones de niños, menores de 5 años.

Esta realidad, sumada al sedentarismo propio de las profesiones disponibles en las grandes ciudades, ha traído como consecuencia que la mala alimentación sea la principal causa de muerte y discapacidad en la actualidad.

“Si bien el problema tiene grandes proporciones, soy del criterio que tiene solución, si nos esforzamos todos, opina Hernández Cuevas.

Políticas públicas en Cuba

“En el caso particular de Cuba —dijo— la situación es bien distinta, pues el país tiene condiciones muy favorables porque dispone de políticas públicas para el alcance de estas metas, lo que no significa que no existan fenómenos como el exceso de peso.

Insiste más adelante: “Tanto para la población cubana como la del resto del mundo en una dieta sana diaria está el meollo de la cuestión. El consumo de alimentos requiere del conocimiento de qué ingerimos y cuánto de beneficio o perjuicio puede ocasionar al organismo humano”.

Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición es uno de los Objetivos del Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, y para ello se requiere tener voluntad política, con la cual cuenta la Mayor de las Antillas

A juicio de la coordinadora del PMA, no solo se trata de tener acceso, tanto físico como económico, a los productos alimenticios, sino de apropiarse de una cultura alimentaria, encaminada a la conciencia universal de comer más saludablemente.

Gabriela Hernández Cuevas coincide con la exhortación hecha por autoridades, funcionarios y promotores en torno al Día Mundial de la Alimentación (16 de octubre)  al sostener que, “debemos ganar en conocimiento sobre el tema, y de modo particular interiorizar el daño a la salud cuando no nos atenemos a una dieta saludable.

“En tal sentido, los padres y la escuela tienen una gran responsabilidad  para que los más pequeños de la casa, desde edades tempranas, adquieran los hábitos para una mejor nutrición, y al mismo tiempo se conviertan en portadores de esos mensajes para las generaciones futuras”.

Visitas: 350

Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *