Del Real y Sánchez Mármol: Dos abriles en el tiempo de Cienfuegos

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Abril es un mes significativo para Cienfuegos por varias razones. Una de ellas, pudiera ser que representa un periodo del año ligado a la vida de personalidades que se destacaron en el ámbito de la oratoria y la abogacía durante el siglo XIX, pero que, contradictoriamente, resultan hoy muy poco conocidas.

En semejante desdén parece que cayó Emilio del Real y Tejera, nacido acá el 18 de abril de 1878, quien tuviera a su cargo uno de los más brillantes y respetados bufetes, no solo en Cienfuegos, sino en todo el territorio de la antigua provincia de Las Villas.

Este amante de la oratoria, la escritura y las artes y en especial la pintura, fue uno de los múltiples cienfuegueros de aquel siglo que heredó la acaudalada fortuna de sus padres: el señor Gregorio del Real y Oruña y la Sra. Natalia Tejera, nativos de la provincia española de Santander.

Distinguido y talentoso alumno durante la segunda enseñanza en el floreciente Colegio de Nuestra Señora de Montserrat, de esta ciudad, formó parte también del estudiantado de la carrera de Leyes en la Universidad de La Habana.

Como resultado de ese esmerado desempeño docente, Del Real se convirtió en uno de los abogados más solicitados por empresas mercantiles y compañías industriales existentes acá. Destacado fue su quehacer en la pomposa Cuban Cane Sugar Corporation, cargo que le sirvió, asimismo, para dirigir la secretaría en The Cienfuegos Electric & Power Co. y Cienfuegos and Cruces Electric Railway & Power Co. Elementos anteriores que lo asocian inevitablemente a los megalitos del capital foráneo estadounidense en Cuba de comienzos del siglo XX, siendo ello lo que ha “demonizado” su figura o espantado cualquier acercamiento desprejuiciado hacia su persona.

Y para variar, preside el otrora Cienfuegos Yacht Club, quien desde el corazón de dicha sede —como hombre moderno al fin y al cabo—, propone “llegar al laudable fin de que en la juventud de esta ciudad despierte el amor a los ejercicios físicos, con el objetivo de tener hombres saludables y vigorosos…”, expone la Memoria descriptiva, histórica y biográfica de Cienfuegos (1920).

Otra figura muy notoria fue Francisco Sánchez Mármol, quien naciera el 21 de abril de 1850 en Santiago de Cuba, y se estable de manera oficial en Cienfuegos desde 1875.

La misma reputación que gozaría años más tarde Del Real, la consiguió Sánchez. Mármol asociándose como abogado de familias prominentes, como la del venezolano Tomás Terry, hasta su elección por voto unánime para ejercer de alcalde municipal por el Partido Autonomista, al arribar los años 80.

“Dirigía la acción gubernamental y administrativa con la más estricta equidad y con un tacto excepcional, atendiendo con el mayor celo y actividad las necesidades públicas y remediándolas, en cuanto era posible, con los medios que tenía a su disposición”, apunta la Memoria citada, de Pablo L. Rousseau y Pablo Díaz de Villegas.

Hombre también de vasta erudición, versado en las bellas letras, admirador de la poesía de Lope de Vega, Calderón de la Barca y Tirso de Molina, dirigió asimismo el Liceo de Cienfuegos entre 1898 y 1899, e impulsó fervorosamente el programa general de los festejos efectuados por el centenario de la fundación de la colonia Fernandina de Jagua.

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Delvis Toledo De la Cruz

Licenciado en Letras por la Facultad de Humanidades de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas en 2016.

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