Del estanque a la mesa

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Muchas personas disfrutan del filete de claria o tenca obtenido en diversos puntos de venta de la provincia. Algunos desconocen que en el centro de reproducción y alevinaje del Consejo Popular Arriete-Ciego Montero, en el municipio de Palmira, sucede un largo proceso mediante el cual se reproducen los peces que luego llevarán a su mesa.

La Unidad Empresarial de Base (UEB) Alguar tiene como objetivo la reproducción y el alevinaje de dos especies: ciprínidos y clarias. En el primer grupo se incluyen la tenca blanca y la manchada, la amura y la carpa, presentes en diversas partes del mundo, desde África y Eurasia hasta Norteamérica (al norte de Canadá y hasta el sur de México).

Según Yoexis Manresa Peñalver, director de la UEB, “los ciprínidos se reproducen a partir de un sistema chino. Después de realizarse la fecundación, las larvas se siembran en estanques de tierra y permanecen ahí por un período de 45 días, luego se pescan y se trasladan hacia unas piscinas de 200 metros, y de ahí son transportados hacia los embalses”.

“En el caso de las clarias —continúa— la reproducción se efectúa en albercas de 1.8 metros cúbicos, con un sistema de bastidores. Cuando se obtienen las larvas, se lleva a cabo el mismo proceso, pero el ciclo es más corto porque se desarrollan rápido”.

La fase de desarrollo del alevín inicia desde su etapa de larva hasta llegar al peso establecido, que es 6 gramos el ciprínido y entre 0.5 y un gramo la claria.

Rubén López Cabrera, jefe del área de clarias, afirma que “en este sitio se seleccionan y se inyectan. El macho debe ser sacrificado para extraer el esperma. Al día siguiente se desovan y se siembran en los bastidores. Pasadas las 72 horas, se esparcen en los estanques donde permanecen alrededor de 15 días. Luego se traen, se echan en otra piscina y se les termina de dar el peso establecido. Se alimentan con pienso cuatro veces al día”.

De forma similar sucede con los ciprínidos. El jefe de dicha área, Pablo Osmel Maza Martínez, alega que “en el estanque se seleccionan los reproductores, se trasladan hasta la sala de reproducción, se pesan y luego se realiza una selección del animal y se analiza si está óptimo para la reproducción”.

Los especímenes se inyectan con dos hormonas para que el proceso de reproducción sea más fácil, estas son la LRHA y la ovaprim. Luego de aplicarles la primera dosis permanecen en reposo durante ocho horas y pasado este tiempo se les vuelve a suministrar la otra. Luego se mantienen en reposo hasta las siete de la mañana para el desove.

Sin dudas, este proceso de fertilización artificial para la reproducción de los alevines resulta muy complejo, pero vale la pena, pues su esencia siempre será suplir las necesidades del consumo humano.

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