¿Por qué el danzón es actualmente la Cenicienta de los géneros en Cienfuegos?

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El danzón, que muchos lo definen como nuestro baile nacional, es un género creado por Miguel Faílde a finales del siglo XIX en Matanzas. Se extendió rápidamente por todos los clubes y sociedades culturales de Cuba. En Cienfuegos llega para quedarse, no solo en sus más prestigiosos salones de baile, sino dentro del patrimonio musical.

Puede constatarse la relevancia que ha tenido el danzón en la vida social y cultural cienfueguera, principalmente a través de cultores, parejas de baile, agrupaciones, compositores e intérpretes, que han sido referentes obligatorios en su tradición y estilos de interpretación. Es un género importante en la memoria histórica y musical de esta ciudad de mar, que sigue bailando y defendiendo su danzón. Que lo revive apenas con el esfuerzo del salón Minerva, los Amigos del Danzón y de algunos músicos y agrupaciones que continúan avivando la casi extinta llama.

La primera orquestaen interpretar danzones que recoge la historia en Cienfuegos, fue la creada por Agustín Sánchez Planas en sociedad con el notable músico Antonio Palmira, a finales del siglo XlX (década de los 70). Como dato curioso, el danzón llega a Cienfuegos aproximadamente 30 años antes que el son, otro de los géneros que adquirirá gran trascendencia en el quehacer musical sureño. Esta agrupación, sería lo que denominamos como orquestas típicas o de viento, integradas por cornetín en la, un trombón de pistones o cilindro en do, un bombardino en do, un figle en do, dos clarinetes en do, dos o más violines, un contrabajo, un güiro y un par de timbales o pailas criollas. Como otro dato curioso para la historia, en esta agrupación de Sánchez Planas tocó José de la Caridad Peña, el padre de Paulina Álvarez, y tuvo su primera experiencia el maestro Rafael Lay, siendo aún muy joven.

El 30 de septiembre de 1939, bajo la dirección de Orestes Aragón Cantero nace la Orquesta Aragón. Esta agrupación estará dirigida luego por Rafael Lay Apesteguía. Actualmentecontinúa el legado bajo la batuta de su hijo, Rafael Lay Bravo, ya con el formato instrumental que precede a las orquestas típicas, la charanga francesa, principalmente constituida por una flauta (de madera de cinco llaves), dos violines, piano, contrabajo, timbal criollo y güiro. En algunos casos se les añadió un violoncello o una viola y luego los cantantes.

Entre la década del 40 hasta la del 90, continuarán apareciendo en Cienfuegos otras charangasque han interpretado danzones, chachachás, boleros, guarachas y sones, géneros más populares en los salones de la época. Estas son las orquestasSorpresa, Jóvenes Estrellas,Loyola y su ritmo propio, Selecta Loyola, Revelación, Universal de Vives, la Charanga Festival y la Charanga Cienfueguera. También están Los Aragoncitos, proyecto infanto-juvenil, que nutrió a la provincia de noveles intérpretes muchosde los cualesson hoy continuadores del legado de su ciudad, y ya adultos se han vinculado a las actuales agrupaciones danzoneras de la provincia.

El danzón es uno de los géneros más difíciles de interpretar dentro de la música popular cubana. Transita entre la música de concierto y la popular con igual rigor. Interpretar correctamente un danzón lleva un trabajo de búsqueda, de rescate histórico, de virtuosismo por parte de los instrumentistas, de conocer los diferentes estilos interpretativos. Se ha trasmitido de generación en generación a través de familias y maestros que han logrado perpetuar esa herencia. Cienfuegos cuenta con una cantera inigualable de talentosos músicos vinculados al danzón, entre ellos Efraín Loyola, Felito Molina, Rafael Lay Apezteguía, Alberto Soria, Orlando Beltrán, José Loyola,Francisco Thompson y René Beltrán. Siento alegría al ver a jóvenes y talentosos intérpretes como los flautistas Víctor Julio Sánchez y Bronia Mejías, apoyar la formación de las nuevas generaciones y mantener una tradición que se está perdiendo,desvaneciendo en el tiempo y que forma parte de los mayores tesoros y legados del patrimonio musical cienfueguero, porque el danzón lo es, y debe ser defendido conorgullo. Por lo que representa, necesita contar con el apoyo que le permita salir de la trastienda y asumir, con su elegancia y costumbres, el merecido lugar que ha ganado por méritos propios.

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Sandra M. Busto Marín

Licenciada en Música con perfil de flauta. Diplomada en Pedagogía y Psicología del Arte, Pedagogía Musical y Educación por el Arte. Máster en Arte. Todo en el Instituto Superior de Arte de La Habana.

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