Daños: inconmensurable Close

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Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 30 segundos

Dos elementos centrales hacen despuntar a la serie Daños (Damages,  FX, Glenn Kessler-Tod Kessler-Daniel Zelman): su guion y el estelar de Glenn Close en el rol de la retorcida abogada dueña de bufete protagonista de este drama judicial, cuya primera e insuperable primera temporada se centró en un alargado pero nunca decayente en interés caso legal.

La estructura de dicho libreto, el cual reúne en la mesa entretenimiento e inteligencia —y tiene tanto de thriller como de serie negra—, responde a la armazón al uso de fragmentación del relato, cambios del punto de vista, vaivenes temporales, incesantes vueltas de tuerca a la realidad y (a semejanza de Perdidos) la apelación como recurso dramático y de montaje del flashforward, que plantea el comienzo de la serie seis meses antes de la trama central, para estar dando saltos hacia delante y detrás casi todo el metraje.

Glenn, ganadora del Globo del Oro 2007 y los Emmy 2008-2009 a la mejor actuación dramática del año por esta producción televisual, fragua aquí uno de los personajes mejor delineados e interpretados de una carrera sin par. Su Patty Hewes —en la línea de sus villanas antológicas de Atracción fatal, Amistades peligrosas y The Shield—, es maquiavélica, malsana, chantajista emocional profesional, siniestra; y, sin embargo, a la vez desprotegida, expuesta a los virus sentimentales que atacan hasta las más duras corazas de la especie.

La atención de filigrana del libreto al duelo de vulnerabilidades, fortalezas, entresijos, aspectos velados, universos emocionales u otras gradalidades psíquicas duales de Patty y la joven abogada de su bufete Ellen Parsons (Rose Byrne) deviene una de las mayores riquezas dramáticas de la teleserie, en tanto se erige en la gran metáfora sobre la máscara del ser humano que es la pieza toda. Nada marcha en estos episodios con arreglo a lo simple visible, los personajes llegan a remontar colinas insospechadas en su representación ante la vida, ese triste cómico que se pavonea por la escena, Shakespeare dixit, y ambos shakesperiamente asumen.

Superior a otras series “de tribunales” como Shark, La ley de Los Ángeles, Ally McBeal e incluso la muy alabada La buena esposa, Daños portó sin embargo el handicap entre el público de los Estados Unidos de pasar casi inadvertida (según la correspondencia entre volúmenes poblacionales e índices de audiencia, podría afirmarse que la miraron cuatro gatos). FX decidió cancelarla tras la tercera temporada, donde en realidad la obra comienza a perder fuelle y a autofagocitarse: perjuicio de disímiles teleseries. Mas un pacto entre Sony y DirecTV posibilitó la emisión de una cuarta.

Lo importante es ver a la Close en la piel del personaje que ella considera el mejor de su carrera. Es un placer innombrable.

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Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

2 Comentarios en “Daños: inconmensurable Close

  • el 6 junio, 2017 a las 10:33 am
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    Bienvenido tu retorno, Diego; ya se extrañaba tu ausencia. Saludos del autor.

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  • el 5 junio, 2017 a las 8:28 pm
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    Me sumo a su criterio, sólo verla a ella comerse la pantalla en esta serie basta… Tremenda actuación y la muy buen guión también.

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