Cultura escondida tras la maleza

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No solo hierba se esconde tras la diminuta verja de hierro, no solo arbustos alimentados con el fértil humus del abandono, no solo paredes donde los niños anidan la leyenda, no solo el desalojo temporal del sonido. Detrás de esos árboles que cobijan la basura de todo un barrio, se esconde entre la maleza un fragmento aparentemente desterrado de la cultura cienfueguera.

Siempre cerrado ante los ojos de los transeúntes, el “Oasis de Playa Alegre”, cuyo nombre original es Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano, sostiene en el aire una nebulosa de historia y mito. Quizás la desidia no sea la única culpable del deterioro evidente en los patios que rodean la ecléctica casona; pero esa ha sido la imagen que muchos recuerdan, al menos, la que hoy cargan en sus memorias.

El “Oasis”, a pesar de su aire mítico, no encierra demonios ni fantasmas, y sí una biblioteca dotada de entre ocho y diez mil libros —según afirmara en su tesis de maestría, el máster en Estudios Históricos y de Antropología sociocultural cubana, Noel Sampedro Muñoz—, volúmenes donde anida un cúmulo de saberes dignos de preservar para quienes aún se preocupan por llenar sus mentes, aunque el siglo XXI imponga llenar nuestros estómagos.

LA TEOSOFÍA Y MARTÍ, EL INICIO

La primera mitad del pasado siglo trajo con sus mareas a Manuel Martínez Méndez desde Asturias. Lo encalló en la Cuba de ese entonces y lo sembró en la vida mercantil y cultural de la Perla del Sur. Era uno de tantos que escaparon de la madre patria e intentaron hacer fortuna en Cuba. Lo relevante de esta figura descrita por muchos como un hombre pausado, vestido de negro y de baja estatura, fue su inmersión en la teosofía y la obra martiana, cuando apenas recibió instrucción en sus primeros años. En Cienfuegos, según reza la tesis de pregrado del licenciado en Historia Daniel Hernández Monterrey, Manuel “…se imbrica con cierto éxito en el entramado económico junto a sus hermanos a través de la conformación de aproximadamente seis sociedades mercantiles a partir del año 1917, en las cuales fungía como inversor y propietario, dentro de las que se encuentran la tienda de modas La Francia Moderna y la tienda de tejidos La Filosofía”.

Sus intereses intelectuales lo relacionan con algunas de las instituciones más relevantes del momento, como la Sociedad Pro Artes y Ciencias, el Liceo, el Ateneo, y también se vincula con la Logia Teosófica Sophia y el Club Rotario de Cienfuegos.

El dinamismo político, social y cultural fraguado en el archipiélago desde tiempo atrás, contribuyó a que Manuel desarrollara a finales de los ’40 una amplia producción teórica que abarcó sobre todo la personalidad del Apóstol.

El 19 de mayo de 1950 decide iniciar el proyecto de su vida con la creación de la Fundación Cultural Oasis Teosófico Martiano, institución donde fusionaría sus dos grandes pasiones: la Teosofía y Martí. Tres años más tarde, el 30 de noviembre, es nombrado oficialmente en su acta de constitución, registrada en las páginas 412 a la 421 de los Protocolos Notariales del abogado Osvaldo Dorticós Torrado, ubicados en los Archivos Provinciales de Cienfuegos. Su fin primigenio era convertirse en centro de divulgación y formación cultural, y a la vez ofrecer actividades encaminadas al estudio y práctica de los ideales teosóficos y martianos.

Estaría regida por un patronato integrado por siete miembros: presidente, tesorero, secretario y vocales. El propio reglamento establece que: “En caso de renuncia definitiva, muerte o incapacidad de alguno de los patronos será sustituido por la persona que elija el Patronato por mayoría de votos, celosamente seleccionada entre aquellas que profesan y practican los ideales que inspiran la creación de esta Fundación”.

Patrimonio de la Fundación son los bienes inmuebles, muebles, biblioteca, obras literarias, filosóficas y artísticas de la propiedad de Manuel Martínez Méndez, así como las donaciones futuras y los productos o rentas de sus bienes.

También en el reglamento existe un acápite referido a la posible disolución del “Oasis”; en tal caso, después de llegar los patronos a un mutuo acuerdo, el patrimonio será otorgado a la Logia Teosófica Sophia, de Cienfuegos, y subsidiariamente a la sección Cubana de la Sociedad Teosófica.

El PASADO

Esa sombría casona con sus muchas columnas resplandeció bajo la presidencia de Manuel, quien pese a ser tarea de todos los patronos, sufragó hasta su muerte, en 1976, todos los gastos.

La fundación, según las referencias, única de su tipo en el mundo, celebró con periodicidad varias fechas patrióticas: “Allí se celebraban el nacimiento y la muerte de José Martí y otras fechas que después del triunfo de la Revolución se convirtieron en una cotidianidad”, explicó Sampedro Muñoz.

Este investigador conoció de las actividades que allí acontecían gracias a las actas de sesiones ordinarias y extraordinarias del Patronato y al folleto inédito y con fines divulgativos escrito por Hortensia Alberich de Martínez, esposa de Manuel y presidenta después de su fallecimiento. Se rumora que ella vendió, para su beneficio propio, piezas artísticas y libros de la Fundación, pero debido a la ausencia de un inventario de los bienes internos, el rumor no se ha podido comprobar.

Poco han contribuido las indagaciones históricas y la prensa periódica a levantar el velo que oculta los fines y posibilidades que encierra este sitio, donde la cultura debería hermanar a los hombres y no separarlos o excluirlos. Tal vez la ignorancia sea una de las causas de la germinación de ideas ficticias, como prácticas satánicas y esotéricas, en el imaginario popular. Por el contrario, desde sus albores la institución se hizo eco de los ideales patrióticos con la instalación de bustos alegóricos a Martí, Maceo y Céspedes.

Las conferencias de intelecutales de la talla del poeta Agustín Acosta, Medardo Vitier, el Dr. Walter Blomquist, Bienvenido Rumbaut Yanes e Isidro Méndez avalaron el prestigio que en poco tiempo ganó la fundación.

Luego del deceso de Manuel, los Patronatos posteriores lograron aglutinar alrededor del “Oasis” a una masa de personalidades que con el tiempo abandonarían las salas.

EL PRESENTE

Actualmente, y no obstante a los esfuerzos de los actuales anfitriones, la fundación es nido de la maleza, signo que acrecienta la sensación de deterioro del lugar. Y las puertas, casi siempre cerradas, poco ayudan a cambiar esa imagen de abandono que ahora se alimenta y refuerza con un basurero justo ante las puertas de la institución. Allí se aglomeran bolsas negras y transparentes, cajas, alimentos en descomposición, papeles y ratas. A pesar de las continuas quejas de los miembros al delegado de la circunscripción, el basurero persiste debido a la ausencia de un sitio habilitado para estos fines. Nadie puede acusar a la vecindad de resolver sus problemas de la manera más lógica que encontraron: lanzar los desechos en aparente tierra de nadie.

Frente a los bustos de Martí y Maceo se esparce el basurero de la vecindad.
Frente a los bustos de Martí y Maceo se esparce el basurero de la vecindad

Ante las interrogantes referidas al Oasis, los vecinos de las zonas periféricas dividen sus criterios. Unos admiten nunca haber visto abierto el inmueble. Otros asidos al desconocimiento de los propios conceptos originarios de la institución, la tildan de logia. Ante tal afirmación, el tesorero Angel Melians García dijo: “No es una logia ni es algo secreto, promulga la hermandad entre los hombres y denigra todo aquello que pueda apartar como sexo, raza, orientación política, de forma tal que busca la fraternidad, de hecho, hemos prohibido en nuestros encuentros hablar de política, porque es un elemento que nos separa. Acá venimos a hablar de filosofía, de cultura, e intentamos evitar los conflictos. Queremos derrocar la idea de que el ‘Oasis’ es un foco de contrarrevolucionarios”.

En el barrio, pocos recuerdan las actividades pasadas ofrecidas en la casona y que se enriquecían del talento de la urbe y otras partes de Cuba y el mundo. En el presente los intentos de rescate permanecen, pero se ven opacados por la cotidianidad que no permite a los patronos abrir el inmueble más que una vez por semana, los miércoles, para aprovechar la presencia de los estudiantes de Historia en la sede pedagógica. La única actividad abierta al público es la consulta interna de los volúmenes, los cuales atesoran desde diccionarios, enciclopedias, textos de filosofía clásica, teosofía, obras martianas, literatura general, hasta publicaciones seriadas anteriores al 1959.

Una de las labores del patronato actual es la contabilidad de los textos de las diferentes salas, porque “no tenemos control de lo que se pudo regalar, prestar o vender en patronatos anteriores; no hay constancia escrita de ello. Cuando terminemos de organizar la biblioteca, cuantificaremos los libros y restringiremos su uso al préstamo externo”, asegura Melians, quien trabaja en la conformación de una nueva sala que contiene la vasta obra de Manuel Martínez Méndez y documentos de la historia local y nacional.

La fundación precisa de nuevos aires, por eso intentan establecer vínculos con la Sociedad Cultural José Martí y la sede universitaria Carlos Rafael Rodríguez.

Incluso, varios de los bustos fueron tratados recientemente por especialistas de la Oficina del Conservador de la Ciudad. Hoy la institución no está asimilada por ninguna organización estatal, pero dentro de los planes de sus actuales miembros está el de aceptar la ayuda de quienes deseen hacerlo, siempre que no pierdan su condición autónoma.

Oportunos pero pequeños, son los pasos que da el patronato para revitalizar el “Oasis”. Otros cambios ameritarían la posesión de una personalidad jurídica que no poseen; el carácter de fundación los envuelve en una nebulosa legal que desde hace décadas persiste, a pesar del reconocimiento que los avala, al tener como notario fundacional a quien fuera presidente de la Isla.

Lamentablemente, la buena voluntad tiene escasos recursos. Sin una inyección sostenible de capital, lo que hoy aún se conserva, porque el interior todavía goza de mediana salud, terminará en decadencia y la cultura que allí se atesora en forma de páginas, quedará enterrada en la historia no contada del pueblo de Cienfuegos, a quien Manuel Martínez Méndez legó, por reglamento, su posesión más preciada.

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Yadiris Luis Fuentes

Licenciada en Periodismo por la Universidad Hermanos Saíz Montes de Oca de Pinar del Río en 2015. Egresada en 2014 del XVI Curso de Técnicas Narrativas del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Miembro de la Asociación Hermanos Saíz en el apartado de Literatura.

21 Comentarios en “Cultura escondida tras la maleza

  • el 3 diciembre, 2018 a las 12:42 pm
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    Muy bueno tu articulo, soy Cienfueguera de nacimiento e hice la llamada educación ficia en el área donde se encuentra enclavada esa instalación, desde esa época ya estaba en malas condiciones, ahora debe estar en un estado deplorable, que lastima, pienso como el colega de arriba que también una chapeadita no debe esperar por el gobierno u otra institución, desgraciadamente ni el gobierno ni las instituciones culturales de la provincia estan muy interesadas en estos temas, el bicentenario SI pero no solo para restaurar edificaciones, alargar el Prado, erigir un obelisco, etc. etc. no solo es el patrimonio tangible y el intangible donde está?, las noches Cienfuegueras son tremendamente tranquilas o aburridas, la ciudad se muere, las opciones culturales ni hablar de ellas: de muy baja calidad y siempre lo mismo, existe talento en nuestros artistas lo que sucede es que el talento solo queda allí, no parace haberlo en los que tienen que ver con nuestro Cienfuegos que tiene con que ENCANTAR pero no lo hace, la perla se esta volviendo oscura y no solo por las condiciones de salubridad y otras cosas del diario avatar, se oscurece porque la cultura ha estado desfalleciendo durante varios años, gracias a la periodista por llamar la atención sobre el tema del abandono de esta instalación y le recuerdo que el abandono cultural es generalizado. Felicidades, este articulo ma ha transportado a mi adolescencia, lo bonito de esos años.

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  • el 7 junio, 2018 a las 9:37 am
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    Yadiris, la cultura está saliendo de la maleza, se están realizando trabajos que al parecer lo permitirá, quizás podría realizar otro artículo como seguimiento. Saludos.

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  • el 25 abril, 2018 a las 10:56 am
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    Que abandono tan bella arquitectura, excelente trabajo periodistico felicidades.

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    • el 25 abril, 2018 a las 5:21 pm
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      Muchas gracias por los elogios, Ernesto.

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  • el 19 octubre, 2017 a las 1:48 pm
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    La Sociedad Cultural José Martí a través de su filial provincial ha intentado revitalizar esta institución realizando alguna que otra actividad allí. Con relación a la Universidad Carlos Rafael Rodríguez, es una fortaleza que el investigador Noel Sampedro es profesor de dicha institución. Mi criterio es sobre qué persona jurídica asumirá responderá por dicha institución. cuna de tanta historia acumukada?

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  • el 1 marzo, 2017 a las 9:09 pm
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    Saludos a Yadiris Luis Fuentes. Un excelente reportaje interpretativo que coloca hechos, expone razones, y contrapone fuentes, y allá va la denuncia pública razón de ser de quienes escriben para decir solo la verdad sin medias tintas. En cada una de las palabras y los acontecimientos que rastrean en el pasado y el presente, y hasta anuncian, hay una historia que vale la pena rescatar. Sin embargo, mira que las autoridades políticas, gubernamentales e culturales desatienden el patrimonio históricos, y hasta contribuyen a sembrar la “duda” en las personas. Valieron la pena las denuncias en estudios académicos, atrapados en un recinto de pocos, pues sirvieron de apoyatura para cotejar una verdad pública que ojalá se abra pasos para repensar desde otras aristas una parte de esa historia cienfueguera que se cuenta. Afectuosamente Luis Machado Ordetx.

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    • el 18 abril, 2017 a las 10:26 am
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      Muchas Gracias Luis por su comentario.

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  • el 26 noviembre, 2016 a las 8:23 am
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    Aun no entiendo bien ¿por qué los propietarios de esa instalación la dejaron poner así? Siempre vi esa edificación con sus estatuas; en un tiempo pensé que se trataba de una casa particular, también pensé que era una institución del Estado; peor ahora sé que es una fundación (algo así como una ONG en la actualidad); y hay algo más, siempre he creído que la teosofía y el martianismo están muy unido a la acción práctica, entonces cuál fue la motivación ¨interior¨ que llevó a los propietarios y miembros de esta fundación a no preocuparse siquiera por su limpieza; sin ánimo de ofender, pero esto me deja mucho en que pensar de ellos.

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  • el 23 noviembre, 2016 a las 10:19 am
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    Llevo cerca de 3 años por esa zona y comencé a coger la guagua en la parada de enfrente y me mortificaba por ver una edificación tan importante tan descuidada. Un día escuché que era una sociedad martiana y que se guardaban muchos libros y me dije ¡qué barbaridad!; en ocasión de los debates por el Congreso del Partido cuando en el 5 luego del debate pedían criterios, expuse este tema, entre otros, el 02-11-2015 “Quién es el encargado de la tremenda y bella edificación que está frente a la escuela de Playa Alegre, dicen que es una sociedad martiana, pero allí los bustos de Martí y Maceo están en total descuido rodeados de altos aromales al igual que toda la casona”. Luego en el seguimiento que fui haciendo a mi escrito, lo taché como que ya estaba solucionado el problema al ver que se había chapeado días después y me dije ¡qué bueno!, ya llamaron la atención a quién correspondía.
    Comentario 1.: Chapeado.
    Pero… Comentario 2: Lunes 06-06-16, asamblea de rendición de cuenta, invitados dos jóvenes “integrantes de la sociedad José Martí” para tratar el tema, uno fue engreído, altanero y grosero; aunque tuvo sus respuestas, alguien refutó que durante años había sido la vergüenza del barrio sin que le dieran respuesta.
    Me falta agregar un tercer comentario: Publicado en 5 de Septiembre el 4-10-2016 porque todo volvió a la “normalidad”.
    Como dice Juan R. Piedra, de puertas para afuera, pero y de puertas para adentro ??
    En fin, parece que fui la primera en reclamar, al menos públicamente, pero lo mejor es que no he sido la única a la que le ha dolido.

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  • el 23 noviembre, 2016 a las 9:02 am
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    Muchas gracias Roque, pero el Periodismo está ahí como vehículo para arrojar luz donde solo se divisan sombras y los periodistas hacemos nuestro humilde intento para lograrlo. Ojalá el Oasis recobre la fuerza que tuvo en el pasado para que todos podamos disfrutarlo por igual.

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  • el 17 noviembre, 2016 a las 8:11 am
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    Bueno, gracias a Yadiris conozco qué cosa es esa casona; yo soy cienfueguero de nacimiento y he vivido toda mi vida en esta ciudad de encantos, disculpen mi chovinismo, pero desconocía por completo el destino de esa institución que veía desde niño en esa zona; ya sé que es y el porqué de su existencia. Mil gracias, Yadiris, espero se resuelva el tema de su higienización, ya veo el interes del carismático conservador de nuestra linda ciudad, Iran Millán, en ese inmueble, y de la restauración de los monumentos que allí existen. Como siempre, BIEN POR ÉL.
    En esta ciudad siempre hay algo nuevo que aprender y son personas como usted Yadiris quien nos ayuda a desentrañar esas cosas de nuestro terruño GRACIAS MIL Y LE AUGURO UN LINDO PORVENIR EN SU CARRERA PERIODISTICA.
    Muchas gracias y un gran saludo
    Roque desde la UJC Provincial en Cienfuegos

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    • el 31 octubre, 2016 a las 1:07 pm
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      Estimado Juan. La ubicación exacta es avenida 18 esquina a calle 53. Al fondo de la antigua Escuela Pedagógica Conrado Benítez, frente a la explanada comunmente conocida como terreno de Los Caballitos. Saludos.

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  • el 22 octubre, 2016 a las 8:23 am
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    El trabajo periodistico es un excelente reportaje con una prosa periodística de gran vuelo. Es muy interesante la fotografia que documenta el artículo. Yo creo que los interesados deberían dirigirse al doctor Eusebio Leal Spengler para conocer su criterio al respecto.

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  • el 8 octubre, 2016 a las 9:36 pm
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    No reconocía el lugar. Viví toda una vida a menos de 50 metros de ahi, visitaba de niño el lugar. ¡Qué triste verlo asi!. De Hortensia, usted ya lo dijo, rumores; ella era demasiado vieja y enferma, y mucho tenía que luchar con las piedras que le tiraban a las matas de mango y al propio Oasis. Creo que el Oasis Teosófico Martiano no corrió con la suerte de las iglesias que en mi infancia las veía con los vidrios rotos y cerradas, inclusive se orinaban prácticamente en las puertas. Es el recuerdo de la iglesia de Prado y Castillo, ya tengo 47 años, usted no vivió esa época. Después de la visita del Papa todo cambió, el Oasis no tuvo esa suerte, creo que daba una imagen sobre el pensamiento y creencias de Marti que no interesaban en ese momento. Estudié frente, en Juan Suárez del Villar, nunca hubo contacto del colegio, la historia en algún momento nos dirá quiénes vendieron muchas cosas del Oasis, aunque ya no le veo importancia de lo perdido y sí a recuperar lo poco que queda. Creo que Martí, dijo: “La pobreza pasa, la deshonra no”. Ojalá recuperen ese lugar y aprovechen el espacio. Toda esa manzana a la redonda pertenece al Oasis. Gracias.

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  • el 5 octubre, 2016 a las 10:27 pm
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    Un trabajo necesario y la óptica de una cienfueguera adoptiva, de alguien con sensibilidad por la cultura, un tema que necesitaba y pedía a gritos ser tratado. ¡ien hecho, Yadiris! Lo que pasará en lo adelante depende de otras instituciones, digo yo, aunque Yadiris debe dar continuidad al tema, pues la prensa es herramienta, se precisan otras, muchas, todas las manos.

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  • el 5 octubre, 2016 a las 10:53 am
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    Muchas gracias por las felicitaciones.

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  • el 4 octubre, 2016 a las 5:28 pm
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    ¿Y después de este valioso artículo, qué se hará con este lugar lleno de historia y de vestigio de una época? ¿A quién le interesa o quién asumira su conservación?

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    • el 5 octubre, 2016 a las 11:06 am
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      En primer lugar se continuarán siguiendo los fines para los que fue creado y nos interesa a un grupo de personas que en silencio, pero con una constancia de años, hemos continuado cuidándolo y somos nosotros quienes asumimos su conservación, estudio y divulgación. Gracias a Yadiris por su oportuno trabajo, que nos ayuda a que el pueblo cienfueguero se acerque a nuestra Fundación, aunque de momento solo sean los miércoles.

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      • el 9 octubre, 2016 a las 3:51 pm
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        Hermano, pues con ese mismo afán y esa constancia de años, para decirlo con sus propias palabras, y en silencio o con algarabía, como mejor lo prefieran, ¡qué bueno sería se movilizaran con más frecuencia a higienizar sus alrededores verja adentro! A ver si lo salvan de la maleza.

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