Cuba: mejor nutrición, mejor salud

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La reciente presentación en Cienfuegos del Estado Mundial de la Infancia 2019, bajo el título: Niños, alimentos y nutrición. Crecer bien en un mundo en transformación, propició el intercambio con la Doctora Blanca Terry Berro, jefa del Centro de Nutrición  e Higiene de los alimentos del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología.

Cuando la malnutrición sigue afectando gravemente a los infantes y, por ejemplo, durante 2018 casi 200 millones de niños menores de cinco años sufrían retraso en el crecimiento, bien vale un acercamiento a los esfuerzos que se acometen en nuestro país para evitar dichas dificultades.

“El mayor reto es mejorar los indicadores de salud, sobre todo lo que tienen que ver con la nutrición y las tendencias ascendentes de sobrepeso-obesidad desde edades tempranas de la vida.  Estamos hablando de porcentajes importantes en niños menores de cinco años que reportan niveles considerables de sobrepeso-obesidad que lo transmiten a la escuela, la adolescencia y hasta el adulto mayor”, comenta la doctora Terry Berro.

“Otro desafío está vinculado con la inadecuada cultura alimentaria de la población. Hay que fomentar una mejor cultura alimentaria; que la población aprecie los alimentos disponibles, los autóctonos, rescatar los tradicionales y fomentar el bajo consumo de aquellos de alto valor energético; o sea, lograr la reducción del azúcar, la grasa, la sal. En cuanto a esta última hemos avanzado bastante,al lograr que se disminuya la sal sobreañadida (antes se agregaba mucha más a las comidas), pero las tendencias marcan que se le siguen incorporando grandes cantidades de azúcar a los jugos naturales, por ejemplo.”

Explica la jefa del también Centro de referencia nacional para el estudio de la seguridad alimentaria y el diseño de las políticas públicas de alimentación y nutrición, que se aprecia mayor consumo de refrescos gaseados e instantáneos, por lo cual es preciso educar a la población en qué consiste realmente una alimentación saludable; que se logre una sensibilización sobre todo en la familia,porque los hábitos alimentarios se transmiten de generación en generación.

¿Qué importancia le concede a la educación nutricional de las familias y cuáles acciones pueden conducir a una correcta nutrición?

“Deficiencias de retardo en la talla no constituyenun problema de salud en el país; no tenemos desnutrición aguda importante, pero sí mantenemos la anemia como carencia nutricional específica de mayor importancia porque es muy frecuente y su magnitud es  considerable. Por eso tenemos que educar a la población en cómo hacer un mejor intercambio de alimentos; o sea a veces se piensa que solo es comer carne. Ojalá se pudiera; pero también se puede establecer un intercambio entre el arroz, los frijoles y una ensalada, y eso potencia la absorción del hierro y ayuda a prevenir la anemia.

“Hay disponibles en las farmacias —lo indica el médico de la familia— los suplementos de hierro que las madres pueden suministrar a los niños de manera adecuada y así se fortifican los alimentos. Nosotros estamos fortificando las compotas infantiles, la leche de los niños menores de un año… y son programas que la población tiene que conocer, porque a veces prefieren dar a los niños otra leche y no esa, que ya tienen garantizada y con hierro.

“Hay que darle valor a los productos cubanos, pues en ocasiones prefieren comprar una compota importada que no posee los nutrientes acordes a las carencias identificadas en el país.

“También es necesario trabajar mejor con los agricultores, porque la agricultura debe producir en función de los requerimientos nutricionales y de las tendencias que revelan nuestros indicadores. De igual manera se impone estrechar vínculos con la industria; por ejemplo, la alimentaria está bajando mucho la cantidad de azúcar en los refrescos y las mermeladas. En el caso de las minindustrias estas deben evitar que el azúcar sea el conservante fundamental y buscar otras variantes para reducir esos niveles”.

En el municipio de Cruces funciona un proyecto, precisamente para disminuir el sobrepeso en los niños, ¿qué opinión le merece?

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“También es un reto, pues se trata de cambiar el comportamiento, y esa es una tarea titánica, porque cuando ya se tiene una preferencia, un gusto, una actitud hacia una cosa, es muy difícil cambiarla en poco tiempo. Sabemos que el impacto será a largo plazo; pero lo valoro bien porque en el municipio de Cruces, su gobierno, el Partido, las autoridades de Salud, Educación, el INDER, Cultura, la Agricultura, han asumido ese proyecto como suyo y existe un compromiso local en lograrlo y empoderar a la familia.

“Se evidencia un movimiento comunitario muy serio; todo se hace con la comunidad, la comunidad participa, la familia se involucra, al igual que la escuela. Hay un movimiento muy grande en Cruces que es todo un reto, pero puede lograrse”.

No hay dudas que nuestro bienestar depende también de cuanto ingerimos; de ahí que prestar mayor atención a los indicadores nutricionales será un buen camino para una mejor salud.

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Tay Beatriz Toscano Jerez

Periodista.

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