En Cuba, más pacientes con daños renales tras la COVID-19

Según la indagación, desarrollada en los meses de abril, mayo y junio y con una muestra de 92 recuperados y 12 autopsias, se observó un incremento en los marcadores de daño nefrítico en todas las fases de la enfermedad.

El jefe del Grupo Nacional de dicha especialidad y líder del proyecto de convalecientes, Raúl Herrera, señaló que la afectación está en proporción con el grado de gravedad del paciente y la presencia de marcadores de inflamación crónica persistente.

Asimismo, en los riñones de las autopsias estudiadas se constató diferentes tipos de lesiones y la presencia del virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.

El experto puntualizó que a los seis meses de seguimiento también subyace un estado inflamatorio, lo que demuestra un período de latencia de la enfermedad luego de ser convalecientes del coronavirus.

‘Además se constató un incremento de padecimientos renales crónicos: personas que no evidenciaban daños en el riñón, ahora lo tienen y quienes ya estaban diagnosticados se les agravó’, recalcó el especialista.

Por su parte, Miguel Almaguer, presidente de la Comisión Nacional de Prevención de la Enfermedad Renal Crónica, afirmó que es un imperativo estudiar en el momento del ingreso en los hospitales el daño renal de los pacientes con Covid-19 y clasificar la función renal por estadios cada 48 horas.

Entre las principales causas que provocan los daños renales, además de las enfermedades crónicas no transmisibles, están las glomerulares, los riñones poliquísticos, nefropatías obstructivas debido a litiasis en el tracto urinario, problemas prostáticos en el hombre y cáncer de tipo urinario.

Se suman las infecciones, la manipulación de metales pesados, agroquímicos o pesticidas y la ingestión inadecuada de algunos medicamentos, entre ellos analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos y antibióticos.

El Instituto de Nefrología de Cuba alista para el próximo mes de abril la continuidad del estudio y se prevé incluir a la totalidad de los recuperados en el Programa Preventivo de Tratamiento de la Enfermedad Renal Crónica como pacientes de riesgo.