Cuando se quiere…
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El fin de semana anterior asistimos, como de costumbre, a uno de los tantos eventos deportivos que se organizan en el territorio. Pero lejos estábamos de imaginar que seríamos testigos de una jornada increíble, de esas que nos hacen confiar, al margen de otras realidades, en la verdadera fuerza de nuestro movimiento deportivo.
En el calendario competitivo aparecía el Campeonato Provincial de Kárate para la categoría 11-12 años, pero los organizadores fueron más ambiciosos y “armaron” la Copa Raúl Rizo, donde incluyeron también a los practicantes de los apartados 7-8 y 9-10.
Y en el intento sacaron sobresaliente, pues el torneo donde tomaron parte atletas de cuatro municipios, nada tuvo que envidiarle a algunas citas nacionales de las que hemos sido testigos. “Es la única forma de ver en competencia a muchos de estos pequeños, darles esa posibilidad y a la vez tener la oportunidad de captar talentos para la pirámide del Alto Rendimiento”, nos comentó Bernaldo Pérez, comisionado provincial de la disciplina.
Claro que la tremenda fiesta vivida en esa jornada no fue obra precisamente de varas mágicas, sino del empeño, sentido de pertenencia y amor por el deporte de todos los que integran la familia karateca de Cienfuegos. Hablamos de directivos, entrenadores, activistas, atletas y todo tipo de parientes, estrechamente unidos con el único objetivo de salvaguardar ese deporte marcial.
Por ello no extrañó que muchachos de la EIDE y glorias deportivas jugaran el rol de árbitros, ni que la merienda llegara en el transporte de uno de los padres, y mucho menos que el comisionado sirviera de maestro de ceremonia durante las premiaciones. Porque sí, hubo podio, banderas, fanfarrias, diplomas y hasta medallas de los tres colores.
En el orden competitivo llamó la atención el serio trabajo que se realiza en varios municipios. De hecho, Cruces dominó la categoría oficial (11-12 años) con saldo de cinco títulos, dos medallas de plata y una de bronce, relegando a Cienfuegos a la segunda plaza (4-3-1). Rodas fue tercero (1-3-2), mientras Cumanayagua ocupaba el cuarto puesto (1-2-3). Más de un atleta llamó la atención de los entrenadores de la EIDE, los que comenzaron a fortalecer su cantera para el próximo período, en el cual tendremos Campeonato Nacional Pioneril.
Lógicamente, todo es perfectible, y en futuras versiones pudiera pensarse en al menos par de jornadas para la Copa, pues en verdad resultó bien agotador el programa iniciado a las nueve de la mañana y terminado pasadas las cinco de la tarde. Aunque los pequeñitos, es válido aclararlo, se comportaron de manera magistral, dando nuevas muestras de la disciplina y voluntad aprendidas en su deporte marcial.
En fin, las palmas para la feliz idea y todos aquellos que la hicieron posible. Cuando corren tiempos donde nuestro movimiento deportivo da muestras de flaquezas en diversos aspectos, también aparecen ejemplos fehacientes de que cuando se quiere… se puede.
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