Crónicas de la Libertad: Un principio de año que comenzó antes (I)

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Se supone que un año se inicie el primero de enero, pero el de 1959, empezó antes en Cienfuegos. El triunfo de la Revolución, el día que… “comenzaron juntos un año y un pueblo” —como dijo un poeta— no pareció ser así en la percepción de muchos cienfuegueros. Estos “sintieron” que ocurrió algunas horas, e incluso, algunos días antes. Que así es el alma de los pueblos desesperados por alcanzar la libertad. Me explico:

Para el cienfueguero medio, joven o adulto, que en 1958 apoyaba a la Revolución de alguna manera, la información valiosa y veraz de los acontecimientos llegaba a través de las emisiones clandestinas de Radio Rebelde, que desde la Sierra Maestra y por onda corta, recibíamos los cubanos. Sus alocuciones comenzaban con la vibrante voz de Violeta Casals: “¡Aquííí…, Radio Rebelde…!”.

Recuerdo que desde octubre, se dispararon en los establecimientos locales las ventas de radios de onda corta. En los amaneceres del vecindario la pregunta desesperanzada no era ya la de “¿qué número salió en la charada?”. Ahora la gente, reanimada y ansiosa, invariablemente inquiría:

– ¿Qué dijo anoche Radio Rebelde?

Es que desde entonces las noticias de la invasión de las columnas No. 2 Antonio Maceo y No. 8 Ciro Redondo, al mando de los Comandantes Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara sobre la provincia de Las Villas, unas verdaderas, otras exageradas por la gente, conmocionaban y emocionaban a todos. Seguidamente se escuchaban sostenidos comentarios acerca de la liberación de pueblos cada vez más próximos a Cienfuegos. Todo ello provocaba una tensión inmensa, en especial desde principios de diciembre.

El Che durante la campaña de Las Villas /Foto: Archivo

Desde la segunda decena del último mes del año de 1958 los cienfuegueros vivían emociones nuevas. Las noticias de la capital y de Santiago de Cuba, acerca de jóvenes asesinados, incluso delante de sus familiares, aterraba, mientras en el Primero, Segundo y Tercer Frentes del territorio oriental los combates y la liberación de pueblos eran acontecimientos diarios.

En los alrededores de Cienfuegos muchos de los pueblos aledaños eran liberados por fuerzas del Ejército Rebelde o por grupos civiles del Movimiento 26 de Julio.

Aprovechando una estúpida medida militar de la dictadura, donde se dispuso que sus guarniciones pasaran a las grandes ciudades a fin de protegerlas de eventuales ataques de las columnas invasoras, las fuerzas revolucionarias se hacían con el control de los poblados tan pronto se evacuaban esos policías y soldados. Los revolucionarios tomaban el poder o mantenían la situación controlada, con ayuda de las poblaciones respectivas, en espera de la entrada del Ejército Rebelde.

Fue una táctica correcta y efectiva, pero imposible de practicar en Cienfuegos, donde la dictadura —tal vez por el recuerdo fresco de los hechos del 5 de septiembre de 1957— dispuso cierta concentración de tropas dentro de sus cuarteles en estado de permanente disposición combativa.

A esos grupos no les fue posible realizar una concentración de fuerzas capaz de lanzarse a la toma de la ciudad, debido fundamentalmente, a la necesaria dispersión en todo el territorio aledaño donde se liberaban poblados tan pronto salían las tropas a reforzar urbes mayores. Aquí, aunque encerradas en sus cuarteles, esas tropas estaban listas para repeler cualquier intentona.

Cruces, Lajas, Camarones y Cumanayagua fueron liberados el 24 de diciembre. El 25, fuerzas del Movimiento 26 de Julio tomaron los poblados de Congojas, Rodas, Cartagena y Guaos. Abreus y Aguada serían ya libres el día 31. Grupos guerrilleros ocuparon el antiguo central Hormiguero y se dirigieron luego a sitiar a Palmira, cuya liberación ocurrió el primero de enero.

Así estaban las cosas hacia la Nochebuena, que no se celebró esa vez. No eran tiempos, ni económica ni políticamente favorables para festividades ni comidas tranquilas en el hogar. (Continuará)

El avance de las columnas invasoras y la comunicación entre ellas mantenían en vilo a la ciudadanía, que conocía así del avance rebelde y el cerco sobre Las Villas. /Foto: Archivo

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Andrés García Suárez

Periodista, historiador e investigador cienfueguero. Fue fundador de 5 de Septiembre, donde se desempeñó como subdirector hasta su jubilación.

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