Crimen de Barbados: la herida que todavía sangra

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 41 segundos

Octubre duele todavía. Fue en 1976, el día 6, a las 12:23 p.m., hora local. Como un pelícano envuelto en llamas el avión cayó al mar. De súbito, el odio da a luz al monstruo que ha concebido. Tan solo un instante, un soplo de ira, y se truncan los sueños, la vida joven, el porvenir.

Hace ya 42 años y el trágico suceso permanece como huella imborrable en la memoria nacional. Con la frialdad de un témpano, el aborrecimiento hacia Cuba y su Revolución hizo explotar en pleno vuelo a la nave 455 de Cubana de Aviación frente a las costas de Barbados y cobrar vidas inocentes. Murieron las 73 personas a bordo, cubanos y extranjeros, entre ellos 24 integrantes de la selección nacional de esgrima, quienes habían tenido una exitosa actuación en el IV Campeonato Centroamericano y del Caribe de dicho deporte, con sede en Caracas, Venezuela.

El horrendo homicidio fue organizado desde allí por dos terroristas de origen cubano: Luis Posada Carriles y Orlando Bosch (ya fallecidos), quienes dieron la orden a los venezolanos Hernán Ricardo y Freddy Lugo de colocar las bombas dentro del avión.

A Orlando Bosch lo arrestaron en un primer momento, pero debido a presuntos defectos legales quedó absuelto. Posada Carriles, por su parte, estuvo detenido durante ocho años, mientras esperaba una sentencia definitiva. Sin embargo, logró huir con el apoyo de guardias de la prisión en la que se encontraba recluido.

Desde el inicio el Gobierno de Estados Unidos buscó la manera de obstaculizar la condena al espantoso atentado en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Si bien Cuba no tuvo en el momento del hecho pruebas concretas para acusarlos de manera oficial, quedó demostrada su participación en unos documentos de la propia Agencia Central de Inteligencia (CIA), desclasificados en 2005.

Tales textos señalaban que, en junio de 1976, la CIA tenía información concreta sobre planes de grupos terroristas cubanos exiliados en la Florida de atacar, con una bomba, una nave de Cubana de Aviación.

Con total insolencia, Posada Carriles negó siempre su participación en el Crimen de Barbados. Pero la verdad sale a flote y con el tiempo se contradijo, al ofrecer detalles del repulsivo asesinato en 1994, en su libro Los caminos del guerrero.

Octubre sembró un luto sempiterno en la nación cubana, en los familiares de las víctimas y en todo el pueblo que nunca dejó de clamar justicia. Por eso, desde 2010, esta fecha fue designada Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado. Por eso, también Cienfuegos se suma a la recordación y al repudio enérgico a los hechos de este tipo.

Octubre es un pueblo que llora, se desgarra los vestidos ante la impotencia, grita hasta ensordecer. Es día 6 y es Barbados en la memoria. Es día 6 y es una herida que sangra. Que duele. Que hace temblar a la injusticia.

De los esgrimistas solo llegó a la Patria, enviados por la Embajada de Cuba en Venezuela: el trofeo de campeones, el diploma de victoria y la Bandera nacional./Foto: Archivo de Juventud Rebelde

Visitas: 217

Yudith Madrazo Sosa

Periodista y traductora, amante de las letras y soñadora empedernida.

Un Comentario en “Crimen de Barbados: la herida que todavía sangra

  • el 6 octubre, 2018 a las 4:37 pm
    Permalink

    NUNCA OLVIDAREMS ESE DIA. MUY TRISTE PARA TODOS LOS CUBANOS .TODAVIA ESTAMOS SENSIBLES .

    Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *