¿En qué consiste el ordenamiento monetario?

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En la comparecencia televisiva este martes en la Mesa Redonda, el jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos, Marino Murillo Jorge explicó que “en nuestro contexto, hay relaciones entre los diferentes actores económicos que sí hay que organizar de forma diferente”.

Marino apuntó que durante mucho tiempo se debatió si era posible resolver la unificación monetaria de otra manera en el tiempo.

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“Tenemos CUP y CUC y tenemos tipos de cambio de 1×1 y 1×24. Uno pudiera decir: ‘Quito una de las dos monedas y doy los primeros pasos para unificar el tipo de cambio’. Pudiéramos, en el sector de las entidades estatales, pasar de 1 a 3 y 6×24, si se buscaba acercarlas al tipo de cambio de la población. Eso dilata en el tiempo, pero, además, hay que tomar en cuenta que si haces ese proceso gradualmente, y hay dos partes de la Tarea Ordenamiento (transformación de subsidios y gratuidades, y transformación de ingresos), vas acercando los tipos de cambio y esas dos cuestiones no las has tocado”.

Al comentar sobre los subsidios excesivos y gratuidades indebidas, tal cual aparece en los documentos del Partido, Murillo Jorge reconoció que todos los subsidios no son malos.

Subsidiar a una familia de bajos ingresos es parte de la humanidad de nuestro modelo socialista. Y todas las gratuidades no son malas: la salud, la educación y todas las conquistas de la Revolución. El problema es cuando esto tiene un carácter masivo que no estimula la productividad del trabajo”.

En ese sentido, dijo que todos estamos subsidiados en estos momentos, incluso los que no trabajan. “Y al mismo tiempo a todos no nos alcanza el salario. Entonces, por un lado, nos subsidiamos todos y, por otro, no nos alcanza el salario a todos. Eso es algo que hay que transformar, de manera urgente.

Lo mismo se subsidia a la persona que trabaja y aporta, que al individuo que no lo hace. ¿Es justo repartir la riqueza de esa forma en una sociedad?”, preguntó.

“No será posible eliminar los subsidios y gratuidades, o reducirlos gradualmente, si no hay una transformación de los ingresos, entendido este término como salario, pensiones, jubilaciones y la asistencia social”.

Entre las cosas que se han hablado en las redes sociales –continuó–, está el incremento de precios y salarios. “La Tarea Ordenamiento incluye cuatro elementos bien claros: resolver la dualidad monetaria, resolver la dualidad cambiaria, eliminar subsidios y gratuidades hasta donde sea posible en las condiciones de nuestra economía y hacer una transformación de los ingresos”.

En sus palabras recordó lo expresado por el presidente cubano en una Mesa Redonda anterior. Si solo se habla de que van a subir los precios y no se tiene en cuenta que van a subir los salarios, entonces el análisis no es correcto.

“En economía hay una gran teoría entre el salario real y el salario nominal. Nosotros, en este proceso, tenemos una gran aspiración y creo que la vamos a poder cumplir: que todos los asalariados queden en mejores condiciones que en el punto de partida en el que estamos”.

Hace poco se le realizó un incremento de salario al sector presupuestado y hubo que revisarlo varias veces, recordó. “En algunos casos, la diferencia de salario entre el que más aporta y el que menos aporta es muy poca. Todas las complicaciones que lleva mover salario en cualquier sociedad. Solo hacer una reforma de salario es un problema, y este es un tema que se ha trabajado por un grupo de personas de distintos organismos. En cualquier sociedad, hacer una reforma de salario es compleja, y nosotros vamos a hacer una reforma de salario y otras tres cosas. De ahí la gran complejidad”.

En cualquier sociedad este “es un proceso al que las personas están acostumbradas; sin embargo, la sociedad cubana es muy equitativa y no es posible hacerlo como se hace en otros lugares del mundo. Muchas veces, en otros países, se hace una devaluación y varias empresas no la soportan y van a la quiebra, y eso significa desempleo.

“La solución para nosotros con la Tarea Ordenamiento, aun cuando un grupo de empresas tiene serios problemas de eficiencia, no es tirar a las calles a 250 000 o 300 000 personas. El desempleo para nosotros no es una opción”, recalcó, pero, sin embargo, “no podemos seguir subsidiándole pérdidas de por vida a las empresas”.

Unificar los tipos de cambio conlleva una devaluación –dijo Murillo Jorge–, “y en cualquier lugar del mundo una devaluación genera ajustes: genera presión al sistema empresarial en la búsqueda de más eficiencia, y genera que las personas tengan que ser más productivas, más eficientes en el trabajo.

“Entonces, hay que hacerlo para que la economía se mueva de forma más natural, pero no estamos hablando de terapia de choque, todo lo contrario. Pero sí va a haber más presión sobre los actores económicos, en términos de que sean más eficientes”.

Para poder seguir avanzando –continuó–, hay que hacer varias cosas fundamentales al mismo tiempo, entre ellas quitar una moneda y dejar un solo tipo de cambio (para anunciarlo habrá que esperar un poco, pero en su momento se dirá todo y habrá información para la población).

El jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos explicó que el tipo de cambio no es más que el valor de las divisas internacionales expresadas en términos de la moneda nacional.

“Si yo digo que el valor de la moneda es 1×20, estoy diciendo que en Cuba un dólar es igual a 20 pesos (reitero, es solo un ejemplo para ilustrar)”, dijo.

Otra de las preguntas más socorridas es cómo calcular el tipo de cambio en una economía. “Existen diferentes formas, una de ellas es tomar la canasta de monedas de otros países, generalmente con los que tiene muchas relaciones de comercio, y a partir de ella calculan un tipo de cambio. Y al mismo tiempo que calculan la canasta de moneda y el tipo de cambio, establecen una banda, en la que se enmarca ese valor cambiario”.

¿Por qué hay economías con más de una moneda? Murillo Jorge explicó que esto ocurre cuando la “moneda base” del país empieza a dejar de cumplir las funciones del dinero (medio de pago, unidad de cuenta y reserva de valor). En Cuba, tras la caída del Campo Socialista y una pérdida de más del 30% del PIB, el peso cubano no tuvo respaldo en la economía real y perdió sus funciones.

Casi siempre, cuando la moneda base deja de cumplir sus funciones de dinero, aparece otra, y además –como se necesita conducir las funciones del dinero– aparecen las economías excesivamente administrativas.

El experto hizo alusión a varios conceptos, como la tasa de cambio: precio de la divisa expresado en términos de moneda nacional. “No pensemos que los tipos de cambio pueden andar por un lado y la formación de precios por otro. Son dos procesos que se integran”.

Aclaró que el tipo de cambio en las mercancías importadas tiene un efecto directo en la formación de precios al interior de la economía.

En el caso de Cuba –con una economía abierta–, compra en el exterior anualmente productos por un valor de alrededor de 12 000 millones de dólares: casi el 50% de los combustibles, alimentos calculados en 2 000 millones de dólares y un número significativo de materias primas.

Si devaluamos el peso, no habrá más remedio que incrementar los precios mayoristas, minoristas (aquellos que se decidan) y los salarios”.

La dualidad monetaria en Cuba implica que la economía funciona con dos monedas domésticas (CUP y CUC), que coexisten y comparten legalmente, en alguna medida, las funciones del dinero. En tanto, la dualidad cambiaria es la existencia de dos tipos de cambio legales, 1 CUP= 1 CUC= 1 USD para el sector de las empresas, mientras que para el circuito de la población es 25 CUP = 1 CUC = 1 USD.

Existen países que han tenido un tipo de cambio legal y otro establecido por el mercado, como es el caso de Vietnam y China, que tuvieron una moneda y dos tipos de cambio. El problema es acercar esos tipos de cambio, y de manera general lo que se ha hecho es acercar el tipo de cambio oficial al del mercado, casi siempre mayor.

¿Qué impacto tiene para las empresas nacionales operar con un tipo de cambio que iguala el peso con el dólar? “La sobrevaloración del peso cubano contra el dólar le ha quitado dinero a los exportadores y ha abaratado las importaciones, de ahí que sea más fácil importar que exportar”, apuntó Murillo Jorge.

“En la estrategia económica se habla de incrementar las exportaciones y sustituir las importaciones mediante los encadenamientos productivos. Con el peso sobrevalorado contra el dólar, eso no es posible. Esa política de Gobierno hay que acompañarla monetariamente, y para ello no basta quitar el CUC sino que también hay que devaluar el peso cubano”.

¿Cómo se realizaría el proceso de unificación monetaria?

“Se hace un día quitando el CUC, amanecimos y no existe el CUC”. Murillo explicó, sin precisar fecha, que la decisión se tomaría en el primer día de un mes, porque las empresas deben cerrar sus estados financieros.

Ese día, una nota del Banco Central de Cuba anuncia el cese de la circulación legal del CUC (no se emite más, el que está en poder de la población sigue circulando y el Estado lo va recogiendo hasta que se agota) y también la nueva tasa de cambio.

La población tendrá tiempo (se prevé que sea un periodo no menor de seis meses) para cambiar y gastar los CUC en su poder. Por ejemplo, las tiendas recogerán ese efectivo en las compras y devolverán los cambios en CUP, una medida que ya se implementa en el país, señaló el jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos.

Igualmente, se respetará el tipo de cambio vigente antes de la medida. Sea cual sea el nuevo tipo de cambio, las personas podrán realizar los canjes por el mismo tipo de cambio actual (24 CUP).

En el caso del sector empresarial, las cuentas en CUC se convertirán en CUP, 1×1, manteniendo su valor actual.

Murillo Jorge anunció que la unificación cambiaria no será un proceso dilatado e implicará una devaluación alta.

Este proceso –añadió– se realiza buscando competitividad, de ahí que genera un nivel de presión en el sector empresarial. Si se pusiera un tipo de cambio de 1 USD igual a 20 CUP, todos los insumos importados aumentarán los precios y, por consiguiente, aumentarán todos los precios mayoristas.

De acuerdo con Murillo, este crecimiento de los precios mayoristas también estará influenciado por la reforma salarial que se llevará a cabo en el país, porque las empresas deberán incorporar a sus costos la subida de los salarios.

“Devaluar la moneda y subir los salarios es sinónimo de crecimiento de precios, que significa inflación. El tema está en cuánto demora el incremento de los precios mayoristas en reflejarse en los minoristas”.

Este proceso de traspaso de la devaluación puede demorar de seis a 12 meses, aunque en algunos productos este reflejo sucede desde el primer día. “Si no hay crecimiento de los precios mayoristas, las empresas entrarían en pérdidas”, reiteró Murillo.

“El problema está en lograr que el crecimiento de los precios no sea mayor al diseño de la subida de los salarios, porque sería una inflación por encima de lo diseñado. Independientemente de las señales del mercado, las propias características de la economía permiten crear condiciones para que esto no ocurra”.

¿Qué impacto tendrá la unificación en el sistema empresarial?
Hay un grupo de empresas que deberán realizar un esfuerzo grande para soportar el peso de la devaluación. Los estudios realizados arrojan que un grupo de entidades pudieran tener pérdidas en el primer año, y se diseñan soluciones como destinar recursos financieros para “calzarlas monetariamente” durante ese periodo.

De no subsidiar las pérdidas de esas empresas, habría que cerrarlas y ello generaría desempleo. “Ese programa de ayuda desde el Gobierno implicaría compromisos claros de las empresas sobre cómo reducir esas pérdidas en el tiempo y ganar competitividad”.

Con la unificación cambiaria se logrará una “corrección de precios relativos”, lo que significa que las materias primas nacionales serán más baratas que las importadas. “Con esto, el mercado empezará a dar señales diferentes a la economía”.

“Este es el efecto más grande que estamos esperando, una corrección de los precios relativos, un incremento de los salarios y mayor motivación para trabajar, aunque no sucederá de un día para el otro”.

Dos métodos para controlar la inflación en los precios del mercado mayorista
Marino Murillo Jorge destacó que una parte esencial de este ordenamiento es lograr que la inflación en los precios mayoristas no sea mayor a lo planificado. Para controlar eso –dijo– están previstos dos métodos fundamentales, sobre todo para garantizar que esos crecimientos se enmarquen dentro de lo esperado.

El primer mecanismo es mantener un precio centralizado a un pequeño grupo de productos, sobre todo en aquellos con presencia en varios sectores de la economía, como los combustibles. La segunda forma está en poner límites a los precios mayoristas formados por el sistema empresarial.

Las empresas tendrán una mayor autoridad para establecer el valor de sus mercancías. No obstante, podremos calcular los componentes importados más el incremento salarial y a partir de allí fijar un tope en la cantidad de veces que un precio mayorista puede crecer respecto al salario mínimo. Pero sí es un objetivo flexibilizar la creación de precios mayoristas”.

Precios minoristas y canasta familiar normada
Respecto al mercado minorista, el jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos explicó que existe un grupo de productos vinculados al consumo de la población que se mantendrán con precios centralizados. No obstante, algunos mantendrán sus subsidios, pero en otros casos sí serán eliminados.

“En el caso de la canasta familiar normada, mantendremos algunos productos con precios centralizados y también subsidiados. Otros productos también tendrán costos únicos, pero sin subsidios. No obstante, estos últimos también se mantendrán dentro de la libreta de abastecimiento para garantizar que lleguen a todas las personas”.

Murillo Jorge reconoció que otra forma habitualmente empleada para controlar la inflación es garantizar mayores abastecimientos, pero destacó que en las actuales condiciones de la economía cubana esa no es una estrategia factible. “Esa forma indirecta de control no es posible ante nuestro déficit de oferta, pero una vez que la economía logre avanzar, también podremos utilizarla”.

Al concluir su explicación sobre este tema, comentó que cualquier incremento de precios pone presión en los ingresos de las personas; de ahí la importancia de llevar a cabo una reforma salarial para enfrentar esa y otras situaciones. En tal sentido, destacó cómo esa realidad es un buen ejemplo de por qué todos los elementos de la tarea de ordenamiento monetario se entrelazan entre sí.

Reforma salarial y subsidio a los más vulnerables
Para llevar a cabo la reforma salarial, Marino Murillo explicó que se tuvo en cuenta la llamada “canasta de bienes y servicios”, un mecanismo que agrupó no solo los productos entregados a través de la libreta de abastecimiento, sino también otro amplio grupo de bienes y servicios como el transporte, la recreación y otros.

En tal sentido, el cálculo del valor de esa canasta es el punto de referencia para formar los precios en el mercado minorista y para establecer el nuevo salario mínimo. No obstante, destacó que es imposible pretender resolverlo todo en el “día cero”, pero que cada paso forma parte del ordenamiento.

Respecto al aumento de los salarios, comentó que en el país existe una escala salarial compuesta por 32 grupos, en la cual alrededor de 29 000 personas cobran el salario mínimo. “Los nuevos salarios tienen que respaldar el consumo del obrero y su familia. Hemos estudiado la composición de los núcleos familiares en el país, compuestos por casi tres personas, de las cuales alrededor de dos tienen vínculo laboral.

“Entonces puede darse el caso de que en esos hogares una persona gana el salario mínimo y otra recibe hasta cinco veces ese valor, y, por tanto, puede suplir los gastos del otro miembro del núcleo que no trabaja. Sin embargo, también puede suceder que dos de esas personas perciban la cantidad mínima y no puedan llegar al valor de la canasta de bienes y servicios para cada una. En esos casos, intervendrá la seguridad social”.

En relación con este complejo tema, comentó que aparece el concepto de persona vulnerable, también contemplado en la estrategia de ordenamiento monetario. El objetivo –aseguró– es subsidiar a esas personas y no a todos los productos. “En este proceso nadie quedará desamparado”.

“Hay otras cosas que sí no subsidiaremos, como las pérdidas en el sector del comercio y la gastronomía. No es posible que el presupuesto estatal asuma esos gastos en empresas que no precisamente se caracterizan por el buen servicio o el control de los recursos”, apuntó.

Asimismo, anunció que el fondo de salario en el país subirá en 4.9 veces, mientras que el destinado a la seguridad social lo hará en cinco veces. Mientras tanto, los precios en el sector estatal tienen previsto aumentos muy por debajo de esos valores.

Murillo Jorge resaltó que ese es el gran tema de la reforma salarial. “Si la dinámica de crecimiento del salario es más alta que la del aumento de precios, entonces quienes trabajamos con el Estado estaremos en una mejor posición. Ese es otro de los objetivos del ordenamiento”, comentó.

Todo lo hecho en el tema de la reforma salarial tiene que ver con una mejor distribución de las riquezas, porque en la práctica no se han creado nuevas ganancias, dijo. Entonces, es prioridad eliminar subsidios y gratuidades indebidas, siempre protegiendo a niños y embarazadas, ciudadanos imposibilitados de trabajar o servicios de alto consumo nacional, como la electricidad.

Alejandro Gil: “Será difícil vivir sin trabajar”
Viceprimer ministro, Alejandro Gil Fernández, este martes 13 de octubre en la Mesa Redonda. Foto: Roberto Garaicoa/Cubadebate.
En la conclusión de la Mesa Redonda, el vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, afirmó que Cuba continuará ampliando y profundizando su modelo económico. De igual manera, reiteró la importancia de ejecutar las cuatro tareas contenidas en el ordenamiento monetario como única forma de lograr una verdadera transformación.

No veamos esto como un mal necesario ni como un retroceso. Los cambios propuestos nos permitirán estar en mejores condiciones para enfrentar el contexto actual y salir adelante”, dijo.

Como antes lo hizo Murillo Jorge, reconoció que con el ordenamiento algunas empresas enfrentarán pérdidas, pero otras saldrán más fortalecidas. También serán beneficiadas aquellas entidades que sustituyan importaciones y tengan un desempeño económico eficiente. Asimismo, destacó la necesidad de crear riquezas para conseguir la prosperidad.

Estas medidas son para el bien de todos. Quienes trabajamos con el Estado vamos a agradecer el aumento salarial y que el trabajo sea la principal fuente de ingresos. Va a ser difícil vivir sin trabajar, pero en medio de ese contexto daremos todo el apoyo a las personas vulnerables y no aptas para hacerlo. El ordenamiento monetario generará importantes beneficios para todos”, concluyó.

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Cubadebate

Medio de información alternativa que alerta sobre campañas de difamación contra Cuba. Agrupa a periodistas cubanos y de otras nacionalidades en torno al Círculo de Periodistas contra el Terrorismo

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