Conservar, más allá de la fachada

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La decisión de cerrar al público sobrepasó todo pronóstico. En breve tiempo, la Biblioteca Provincial Roberto García Valdés dejó de ser el silencioso espacio para encontrar el saber y se convirtió en escenario constructivo.

Una ranura, donde irían las redes eléctricas, comenzó a recorrer las paredes del edificio como si fuera polilla en la mampostería. Amontonaron las sillas hasta formar una montaña y los libros quedaron atrapados en “casas” de polietileno.

Aunque la inversión capital se ejecuta allí desde el pasado mes de abril, no fue hasta el 11 de octubre cuando la afectación alcanzó todas las salas y el resguardo de las fuentes documentales se aceleró.

El pésimo estado del sistema eléctrico, conjugado con las huellas de la persistente plaga de golondrinas, determinó en la decisión de acometer la obra. Aproximadamente 121 mil 523 volúmenes del fondo bibliotecario convivían bajo esas condiciones y, aun cuando los libros adquieren una adaptabilidad al medio, resultaba oportuna una intervención.

“Ante una ejecución capital debe tenerse en cuenta la necesidad del objeto para el cual trabajas, no las necesidades de los seres humanos”, aclaró al “5”, Osdiel Ramírez Vila, especialista en restauración de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí (BNCJM). ¿Se respetaron las regulaciones para la conservación documental? ¿Era factible mudar la biblioteca hacia otro centro? ¿Peligra la integridad de importantes colecciones como las de Fondos Raros y Valiosos?

LA CASA DE LOS LIBROS

En diferentes circunstancias lo eventual puede pasar desapercibido, como si fuera borrón y cuenta nueva. En las bibliotecas no pasa así, allí las consecuencias son irreversibles.

Por eso, normas internacionales y cubanas establecen metodologías para asumir una reparación de inmuebles con prestaciones de ese tipo. La mayoría apuesta por evaluar previamente la ubicación del edificio, construcción e instalaciones, seguridad y desastres, conservación preventiva y uso de colecciones.

En una primera visita a la Biblioteca Provincial pudimos constatar que permanecían estantes de libros sin proteger, incluso cuando el polvo rojizo matizaba cualquier existencia, además de que la mayoría de los libreros quedaron inmóviles dentro de sus salas, próximos a la acción constructiva. “¿Qué pasó? No pensamos nunca que los albañiles adelantaran tanto durante el día feriado”, reconoció Neify Castellón Vega, directora de esa institución cultural.

“Ahora ellos están terminando el tercer piso; avanzan en la segunda planta, no han llegado a la primera y ya estamos tapándolos con nylon de polietileno y precinta que es lo que está a nuestro alcance; nosotros no podemos hacer otra cosa”, aseguró Alexis Amaro Fumero, administrador allí.

Foto: Aslam Castellón

A partir de la consulta de un manual de procesos técnicos, directivos de la entidad cultural aplicaron una metodología que debía resguardar los libros y que básicamente consistía en cubrir los estantes con nylon y agrupar los libreros, además de limitar el servicio.

Un tratamiento especial llevaría la sala de Fondos Raros y Valiosos, donde se atesora la colección única de los diarios El Comercio y La Correspondencia, importantes periódicos de esta ciudad, así como investigaciones del historiador Florentino Morales y textos del intelectual cienfueguero José Díaz Roque. Tal estrategia define el qué, pero no explica el cómo de la conservación.

“Lo ideal es cubrir los estantes con papel neutro o cartulina, porque el nylon causa el efecto invernadero; a los 15 días de haberlo puesto, habrá agua depositada en los libros”, recomendó Ramírez Vila, también Maestro en Ciencias en el arte de la Conservación y Preservación de documentos de la BNCJM.

“Fíjate si ese nylon de polietileno se analizó, que fue hasta adquirido en divisa, era muy costoso, pero ese es el mejor”, argumentó la directora. ¿Prisa o falta de información?

“Lo que corre peligro de deterioro severo debió evacuarse, porque ya ese material no está apto para sufrir esa agresión. La pintura se queda tiempo, el cemento de igual modo (…) los daños son de todo tipo, no solo provienen de la interacción con los químicos, sino con los biológicos. También puede darse un desequilibrio de temperatura y humedad. Deben tener los espacios ventilados para que todo el polvo salga”, explicó Hilda Dorado Héctor, especialista de Conservación de Patrimonio Provincial.

Los libros necesitan respirar, su composición química es muy compleja, porque el papel tiene un alto porcentaje de agua. En Cuba las condiciones de humedad aceleran su deterioro. No obstante, las publicaciones o documentos desarrollan una adaptabilidad al medio, de ahí que muchos especialistas recomienden no sacarlos de su contenedor, sino evacuarlos dentro del mismo inmueble. Una variante sería dividir la construcción por alas y así aislar los libros, obras de arte, mobiliarios… de la acción directa los contaminantes, pero al no tener rueditas los estantes o libreros, el traslado se haría muy engorroso de un área a otra.

Varios documentos regulan en Cuba la conservación del fondo bibliotecario. Por ejemplo, la Resolución 41 de 2009, reconoce entre sus lineamientos la responsabilidad del conservador principal de dirigir y controlar políticas y metodologías al efecto. A pesar de ello, en la institución cienfueguera actualmente no existe la plaza.

La referida legislación propone también, poseer una ventilación natural adecuada para la circulación de aire; colocar mallas en puertas y ventanas para impedir la entrada de insectos y filtrar el aire de polvo; contar con equipos de medición de temperatura y humedad relativa e impedir la incidencia de la luz solar sobre los libros y su entorno.

Esta nueva inversión, con único precedente en 1984, incluirá las mallas en las ventanas, pero con ello el tema de las golondrinas queda a medio resolver, pues según especialistas de la BNCJM, se debe instalar en las salas equipos que emitan sonidos de algunos de sus depredadores y así ellas cambiarían su hábitat.

De igual modo se mantiene pendiente lo de la informatización de la Biblioteca, lo cual aceleraría la gestión de búsqueda de los usuarios y mejoraría el servicio, algo muy usado en otras instituciones homólogas del país desde hace décadas. Mucho más preocupante, y que no existe solución hasta ahora, es lo de la digitalización de los fondos raros y valiosos, colecciones y documentos únicos que sufren un deterioro extremo.

Desde el pasado año circula un proyecto de desarrollo local encaminado a este fin, que aún no encuentra pista que ayude a su aterrizaje final. “Muchas veces vemos perder ese caudal único y duele, duele a quienes se sienten cienfuegueros, a los sensibilizados con el patrimonio. No estamos preparados para conservarlo (…) Todavía la cultura institucional no ha llegado ahí, no se logra un alcance del conocimiento cultural de la conservación y preservación”, puntualizó Dorado Héctor.

Existe, en ocasiones, una fuerte preocupación por la fachada, por pintarla, por pulirla…, sin embargo, a veces, lo más importante (en este caso los libros, periódicos, obras de arte, lámparas, documentos únicos de la historia de Cienfuegos) queda huérfano, cuando debería ser lo más mimado…

Foto: Aslam Castellón

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Zulariam Pérez Martí

Periodista graduada en la Universidad Marta Abreu de Las Villas.

4 Comentarios en “Conservar, más allá de la fachada

  • el 7 noviembre, 2017 a las 10:41 am
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    El artículo me satisfizo, pero bien pudo ser más mordaz. Sobre todo utilizando los absurdérrimos parlamentos y respuestas tanto de la directora como la del administrador.
    Y si la compañera Directora Provincial de Cultura se molesta por esto; es porque “le pica” en algún lugar. Además, estoy completamente seguro que no ha ido nunca, en lo que lleva de restauración la biblioteca, a ver cómo andan las cosas con el proyecto.

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  • el 29 octubre, 2017 a las 11:29 am
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    Pienso que una reparación de esa magnitud no se improvisa, debe haber estado planificada con suficiente tiempo para prepararse, entonces duele ver como tantos documentos valiosos corren el riesgo de sufrir daños irreversibles.

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  • el 28 octubre, 2017 a las 9:26 pm
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    VIENDO LAS FOTOS NO ES POSIBLE PENSAR QUE ESE EDIFICIO TAN GRANDE Y SU LIMPIEZA ESTUVIERA PASANDO POR ESOS PROBLEMAS MENOS MAL QUE SE VIO A TIEMPO PUES SINO EL MAL HUBIERA SIDO PEOR NO SOLO AL EDIFICIO SINO A LA VALIOSA COLECION QUE MANTIENE EN SU INTERIOR

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  • el 28 octubre, 2017 a las 9:14 pm
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    LA FALTA DE CONOCIMIENTO DE LA FORMA Y LO QUE SE USA PARA MANTETENER EN LAS CONDICIONES NECESARIAS TODOS LOS LIBROS, FOLLETOS VALIOSOS QUE SE ENCUENTRAN EN ESA DEPENDENCIA TIENE QUE EXISTIR NORMAS INTERNACIONALES PARA EVITAR LO SUCEDIDO AUNQUE SE PUEDE PENSAR TAMBIEN EL POCO USO DE LA BIBLIOTECA O GRUPOS MUY REDUCIDO DE USUARIOS ES QUE NO SE LLEGO A VER LO QUE ESTABA SUCEDIENDO MUCHO ANTES PUES TIENE DE TANTO FOLLETOS LIBROS PERIODICOS COMO SE MIENTAN QUE SOLO PUEDEN SER HISTORIADORES QUE LO UTILICEN SERIA BUENO CON LAS ESCUELAS HACERLE VISITAS A LA MISMA DE UNA FORMA DIRIGIDA UNA VEZ RESTAURADA

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