Con Vilma en el alma y amor por la Federación

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Basta escucharla para advertir en ella un sólido compromiso: con su tiempo, su tierra natal, su condición de mujer. Yunersy Hernández Aprea tiene la convicción de haber nacido en una Isla que vela por el adelanto femenino y el respeto a los derechos de la mujer. Por eso se aferra a la organización que las agrupa, la defiende, le infunde vitalidad. No sorprende, entonces, saberla la única delegada directa de Cienfuegos al X Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), condición que se torna a un tiempo honra y responsabilidad.

“Para mí representa un alto honor, un estímulo y a la vez el compromiso, no solo mío, sino del bloque, de mantener el trabajo que hemos realizado en todo este tiempo. Es un orgullo para todas. Y el compromiso es doble, sobre todo en los momentos que estamos viviendo. Hoy no tenemos que esperar a que nos den la orden de combate, la orden está dicha y para qué y por qué se fundó la Federación todo el mundo lo sabe. Toda mujer que se sienta federada tiene ante sí un deber, no en el contexto del X Congreso, sino en lo que nos resta por hacer para mantener las conquistas de una organización, profunda, humana y sensible como esta”, expresa.

Según manifiesta, las cubanas han de sentirse orgullosas de formar parte de esa institución y están llamadas a aportar el granito de arena que les corresponde para lograr una FMC fortificada. “No se trata de reunirnos todos los meses, sino de cumplir las tareas. Es estar al lado de quien lo necesite, de aquella persona que requiera de atención psicológica o afectiva, estar al lado del niño que en un momento determinado transite por un proceso desestabilizador, es estar al lado de la joven que no pudo alcanzar una carrera universitaria y la FMC le abrió los brazos con los cursos que oferta. Son muchas las cosas que tenemos que resaltar, como parte del trabajo de la FMC”.

Con Vilma Espín siempre en el corazón, Yunersy lleva tatuados en su memoria el legado de la eterna presidenta de la FMC. “Guardo en lo espiritual palabras dedicadas por ella, que son mi motor impulsor y mi compromiso para con ella de nunca fallarle y mantener el trabajo de la organización como ella quería que fuera. No está entre nosotros físicamente, pero yo digo que sí, porque en cada federada que hoy haga funcionar su delegación o su bloque, o al menos dé su pequeño aporte para la realización de una actividad, ahí está Vilma”.

En tu opinión, ¿qué más puede hacerse para que las jóvenes se enamoren de la FMC y vean la importancia que tiene para ellas?

“Necesitamos buscar iniciativas y nuevas experiencias. En nuestro bloque, por ejemplo, creamos el Bloque Infantil, pues hay que sembrar el sentimiento para que nazca y crezca adecuadamente. Tenemos que trabajar más con las jóvenes arribantes, lograr que ese acto esté lleno de emoción, creatividad, Más que darle el carné y una flor, necesitamos llegar a sus fibras con las razones de porqué ellas se están haciendo federadas y cuánto eso significa.

“Además, urge destacar el trabajo de la Federación y no verla solamente como una simple organización, sino como algo que está a mi lado para mañana ayudarme cuando como mujer pueda necesitar orientación, asistencia”.

Si tuvieras que definir a la Federación, ¿qué dirías?

“Es sacrificio, consagración, unidad, Revolución. La Federación será eterna y la haremos eterna nosotras mismas si seguimos el legado de Vilma”.

¿Cuáles consideras son los principales desafíos de la familia cubana?

“Pienso que están volcados fundamentalmente a los problemas sociales. Pero la solución de esos problemas tienen un sustento en la formación de valores, en la capacidad de enfrentar la guerra psicológica, el bloqueo. Ante tales circunstancias, la familia ha de crecerse contribuyendo, haciendo mejor las cosas para sacar adelante el proyecto social que queremos para nuestros hijos. En Cuba estamos organizados, institucionalizados y eso nos ayuda a enfrentar los problemas de otra manera”.

Yunersy, o Yuni, como con familiaridad la llaman, lleva en su ser la inquietud del revolucionario, esa que, según dice, “te eriza la piel y te agua los ojos” en los momentos cruciales. Cree en la valía de la Federación y a ella se entrega. Asida a esa certeza representará a sus congéneres en la magna cita de marzo venidero.

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Yudith Madrazo Sosa

Periodista y traductora, amante de las letras y soñadora empedernida.

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