¿Cómo nos preparamos para la vacunación masiva?
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El Dr. Pedro Sánchez Frenes, especialista en Laboratorio Clínico, miembro del equipo profesional del Banco de Sangre en Cienfuegos, ya recibió la segunda dosis del candidato vacunal Abdala contra la Covid-19, obtenido en investigación por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología. Desde el comienzo de la pandemia en Cienfuegos, con el reporte del primer caso el 24 de marzo de 2020, la institución continúa su labor ininterrumpida, por lo que resulta vital inmunizar a quienes allí salvan vidas con la sangre como recurso.
Cuba cuenta con cinco candidatos vacunales, y entre los más adelantados se cuentan el Soberana 02 y Abdala, que concluyeron la fase III de ensayos clínicos y en estos momentos pasan a una etapa de intervención sanitaria, al vacunar sectores poblacionales vulnerables, entre ellos el personal de Salud, como ha sucedido en Cienfuegos, campaña prevista a concluir acá el 22 de junio.
Una opinión autorizada, de la jefa del Programa de Vacunación en el territorio, la Dra. Darehyne Ávila Piña, especialista de Primer Grado en Epidemiología y en Medicina General Integral, ilustra sobre cómo se prepara la provincia para asumir la inmunización masiva una vez termine la intervención sanitaria, que transcurre en la fase de administración de la segunda dosis, de tres:
“Los consultorios del médico y la enfermera de la familia se constituirán en vacunatorios en las comunidades, y comenzará por las personas mayores de 60 años; con posterioridad se incorporarán nuevos grupos, y se exceptúan los menores de 19 años, comprendidos en las edades pediátricas, para quienes los científicos cubanos ya exploran otras variantes. De igual manera sucede con los alérgicos al tiomersal o timerosal, embarazadas y puérperas.
“Estamos capacitando a todo el personal; se crean las condiciones, como pequeñas salas de observación para actuar en caso de reacciones adversas, entre otros detalles; mientras esperamos la decisión que se adoptará a nivel del Ministerio de Salud Pública, estaremos listos para ese momento y en ello trabajamos. La información se ofrecerá de manera oportuna una vez comunicada a Cienfuegos”, abunda la funcionaria del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHEM).
Las personas con comorbilidades deben estar controladas al momento de la administración de “Abdala”, y antes de proceder a la inoculación se les tomarán los signos vitales y deberán acudir a los vacunatorios con sus glucómetros, en el caso de los diabéticos.
La vacuna, unida a la responsabilidad social e institucional de protegernos y proteger, resulta sin dudas un paso importante en el control de la epidemia y detener la transmisión que hoy pone a Cuba ante una situación de riesgo.
¿Alguien desconoce las características de alto contagio y letalidad del SARS-CoV-2, y sus cepas cada vez más peligrosas?
Con dolor vemos, escuchamos y leemos, cómo se empinan las curvas, aumentan los fallecidos, se “abren” estudios de foco, eventos institucionales y comunitarios; aumenta el aislamiento de sospechosos y contactos en diferentes centros, se moviliza la sociedad toda y la economía se tambalea al destinar recursos para detener la transmisión y salvar vidas a toda costa y costo; eso sin añadir a las estadísticas el agotamiento y cansancio de los trabajadores de la Salud.
Que Cuba exhiba hoy logros en la investigación científica y tenga cinco candidatos vacunales asombra a muchos, porque aun en medio de los palos que nos pone en el camino un bloqueo económico y financiero que no ha menguado ni un tantico durante la pandemia, lo que mucho dice de cuánto de inhumano lo matiza, somos un país de hombres de ciencia que coloca al ser humano y su existencia en primerísimo lugar. Por eso, cuando ponemos el brazo para un pinchazo, acto trascendental en la historia de la sanidad cubana, estamos apostando porque haya mañana.
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