Círculos infantiles o el nido de la amistad

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 28 segundos

Cuando los padres se alejan hay una pequeña mano que limpia la nariz húmeda. Cuando la pelota cae muy lejos hay una pequeña mano que sale corriendo para devolverla antes que los gritos sobrepasen las paredes azules. Cuando el arroz con leche se resbala de la cuchara hay un pedazo de pan para ayudar… en los círculos infantiles se aprende a que fuera de casa existe otro mundo, y dentro de ese mundo la amistad lo transforma todo.

Al entrar al Centro Educativo Meñique, del municipio de Abreus, en el cual se desarrolló el acto provincial por el  aniversario 58 de la creación de los Círculos Infantiles, ese lazo de amor aparecía en cada esquina, en cada oficio que de manera diminuta adornaba los salones.

“Tenemos 176 niños de matrícula y una cobertura docente completa. Nos distingue el sentido de pertenencia y el trabajo con la familia. Los niños en este sistema educacional aprenden a compartir, a comunicarse, a desarrollar la empatía con los demás, a jugar, a cooperar, a competir (…) La dinámica de las relaciones con sus iguales es completamente distinta a las pautas con las que se relaciona en la familia, por eso le permite descubrir aspectos nuevos sobre sí mismos y sobre los demás, a adquirir nuevas habilidades. Facetas como la creatividad o el aprender a evitar aquello que puede ser peligroso, resultan cuestiones que solo aprenderá si se desarrolla adecuadamente en el marco de las relaciones sociales”, dijo a la prensa la MSc Yania Carmenate Medina, directora de “Meñique”.

En Cuba existen mil 83 círculos infantiles (CI), de ellos mil 58 están en zonas urbanas y 25 en las rurales, mientras que la cobertura de atención a los niños de cero a seis años alcanza el 99,3 por ciento a través de las dos modalidades rectoras: los CI y el grado preescolar en la escuela primaria, y el programa Educa a tu Hijo, que ya acumula 17 años de experiencia.

Un paneo por las áreas de “Meñique” testifican cuanto se deben divertir quienes allí pasan una jornada de ocho horas. Pelotas, juegos de peluquería, dados, bloques multicolores, utensilios de cocinas…, de todo para jugar al aire libre y bajo la observación de las educadoras.

Dentro de todo ese proceso los amigos son extremadamente importantes para el desarrollo del niño, sobre todo, para favorecer su autoestima, ya que es a través de esas relaciones interpersonales como adquiere gran conocimiento respecto a sí mismo, a sus capacidades y limitaciones, al concepto que los demás tienen de él y al papel que juega dentro del grupo.

Cuando los padres se alejan el nido se llena con la amistad, esa que se aprende desde el círculo infantil.

Visitas: 289

Zulariam Pérez Martí

Periodista graduada en la Universidad Marta Abreu de Las Villas.