Cienfuegueros y noruegos realizan estudios sobre contaminación por microplásticos a bordo de Race for Water

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Según la joven licenciada Arianna García Chamero, aspirante a investigadora en el Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos (CEAC), “la presencia de microplásticos es alta en la bahía de Jagua”.

Sus hallazgos en agua, sedimentos y un molusco de amplia distribución como el Perna viridis, aunque preliminares, fueron transmitidas a representantes de centros nacionales de investigación de ecosistemas marinos y expertos del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, durante el taller de iniciación en Cuba sobre este contaminante.

Los de Cienfuegos son los primeros estudios en el país sobre estas partículas menores a 5 mm, que llegan a los mares provenientes del lavado de la ropa, cosméticos, textiles y cremas dentales, o de plásticos descompuestos por la acción del mar y los rayos UV.

El intercambio fue una iniciativa del CEAC, a propósito de la presencia en la Mayor de las Antillas de la embarcación Race for Water, de la fundación suiza del mismo, dedicada a la preservación del agua en el planeta.

Como contraparte de los nuestros, comparten con expertos del Instituto Geotécnico de Noruega, “a la vanguardia en la indagación sobre fuentes, transporte, distribución, efecto y destino final de los microplásticos, al decir del Dr C. Carlos M. Alonso, investigador titular y jefe científico de la expedición por la parte cubana.

Pero aún se tienen más incógnitas que certezas: cuáles son los factores que definen su envejecimiento, cómo se comportan en diferentes condiciones, en este caso tropicales, y cómo se distribuyen en agua, sedimentos y organismos.

“Los colegas nórdicos han desarrollado tecnologías para la identificación de esos contaminantes, su separación a través de la diferencia de densidades. Cuentan con tecnología de punta para identificar polímeros y también para determinar el grado de contaminación que se encentra en los microsplásticos”, afirma el jefe de la expedición por nuestro país.

El taller permitió ese intercambio de saberes con la comunidad científica cubana, como precedente a la campaña de colecta de agua, sedimentos y fitoplancton en aguas del litoral fuera de la bahía de La Habana, iniciada este jueves y que extenderá hasta el 7 de agosto.

“Nuevas técnicas para el muestreo y para la clasificación de estos microplásticos en los sedimentos, las aguas y su diferenciación del fitoplancton marino”, aseguró el jefe de la expedición por nuestro país.

En su segunda expedición Odisea —iniciada en abril pasado y que llevará la nave por todos los océanos hasta 2021—, R4W les facilitará sus laboratorios, la seguridad de una colecta sin contaminación, gracias al uso de energías limpias, eólica, solar e hidrógeno que hacen de la embarcación un prototipo de nave con autonomía propia.

Race for Water inició este viaje en las islas Bermudas y arribó el 20 de julio pasado a la Terminal de Cruceros Sierra Maestra, de la capital, luego de doce días de navegación.

Tras su permanencia en aguas cubanas, el próximo 8 de agosto zarpará rumbo a República Dominicana, para cumplir con otro grupo de expertos el propósito de su segunda Odisea, promover soluciones innovadoras para transformar los plásticos —el 80 por ciento de los residuos marinos— en energía limpia, evitando que estos contaminantes hoy omnipresentes en los océanos del mundo, sigan llegando al mar.

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