Cienfuegueros desaprovechan garantías del seguro de vida

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Alrededor de 8 mil personas en Cienfuegos se acogen al seguro de vida, de un potencial estimado de 132 mil, precisa Raúl Medina Cruz, director de la Empresa de Seguros Nacionales (ESEN) en la provincia.
“Si bien en los últimos años existe un incremento, todavía el nivel de inclusión es muy bajo (apenas el seis por ciento) respecto a otros territorios del país. Ello obedece, fundamentalmente, a la falta de agentes de seguro, figura cuentapropista en declive, a partir del auge del sector no estatal”.
No obstante, el proceso de contratación también resulta engorroso e incide en el problema, advierte el funcionario. “Además de elaborar un expediente y enviarlo a La Habana para su aprobación, cuando el trabajador inicia debe pagar 20 pesos a la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) y 87 a la Seguridad Social, sin haber ingresado un centavo.
“El hombre no está ganando —insiste—, y un agente de seguro comienza a sumar dinero después de cierto tiempo. En la práctica, cuando llevan dos o tres meses se van, y el único modo de vender o dispersarnos es a través de su gestión”.
Otro punto desfavorable radica en el desconocimiento público sobre la actividad de la ESEN, vinculado a una deficiencia institucional, así como a la confianza del ciudadano en significativas garantías sociales que le ofrece gobierno. De ahí procede la evasión a los beneficios implícitos en el seguro personal.
“El de vida tiene tres coberturas de naturaleza económica: incapacidad temporal, incapacidad permanente y muerte. El primero permite dar una respuesta monetaria ante accidentes o enfermedades (cardiovasculares, vasculares encefálicas, diabetes, cirugías urgentes), previo acuerdo con el cliente en el pago de la renta, que suele alcanzar un mínimo de 15 pesos diarios”, explica Medina Cruz.
“De sufrir una lesión permanente, se asigna un por ciento según el tipo de incapacidad, agrega. Ya en caso de muerte, los beneficiarios tienen derecho a cobrar el dinero dejado por el asegurado (hasta 50 mil pesos máximo), salvo que la persona falleciera en una circunstancia de riña o suicidio”.
Aunque tales pólizas se comercializan de forma individual, desde la óptica de ESEN las modalidades colectiva y colectiva optativa son más factibles, pues suponen una mayor cantidad de ingresos al implicar al menos diez individuos, mientras le brinda al cliente la posibilidad de abonar una tarifa baja, entre otras prerrogativas.
En el proceso de actualización del modelo económico, la entidad busca ofertar una protección de óptima calidad, especializada y satisfactoria. Pero en ese camino no debe limitarse a la implementación de los seguros personales a largo plazo —renovados hoy cada año— o al aprovechamiento máximo de sus servicios. Igual podría discernir sobre la manera de auxiliar a aquellos ciudadanos que, por diversos motivos, clasifican como no asegurables, si a fin de cuentas lo que importa es la vida.

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Roberto Alfonso Lara

Licenciado en Periodismo. Máster en Ciencias de la Comunicación.

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