Cienfuegos define acciones para la Tarea Vida
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Es la Tarea Vida el plan del Estado cubano para el enfrentamiento al cambio climático. Aprobado por el Consejo de Ministros el 25 de abril de 2017, dicho propósito es rectorado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), pero resulta un asunto que incumbe a todos; de ahí que en su implementación y cumplimiento intervengan disímiles factores en representación de todas las esferas del desarrollo del país.
Cinco acciones estratégicas y once tareas contempla esta iniciativa devenida una propuesta integral, que incluye la dimensión territorial y requiere concebir y ejecutar un programa de inversiones a corto, mediano, largo y muy largo plazos.
Cienfuegos, una porción de la geografía cubana de cara al mar, no se ha quedado a la zaga, y ha definido y mejor aún ha materializado, un sinnúmero de acciones que permiten afirmar que la Tarea Vida avanza aquí. Tal consideración quedó manifiesta en la reciente visita gubernamental efectuada por el Consejo de Ministros a la provincia.
¿Cuáles argumentos sustentan tal afirmación?
Yarina Soto Herrera, delegada provincial del CITMA, los ofreció con la certeza de que aún queda mucho por hacer.
“Se actualizaron los estudios de peligro de inundaciones por intensas y/o prolongadas lluvias, a partir de la tormenta subtropical Alberto, realizados por expertos de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico y el coordinador de dichos estudios en el CITMA. ”, dice y agrega que “Cienfuegos es la primera provincia de referencia, que hace la actualización con los nuevos modelos, lo cual permite que todos los municipios tengan, en dependencia de la categoría del evento hidrometeorológico que se produzca, superficies potencialmente inundadas”.
Y este es un tema vital, pues de producirse el incremento del mar que se prevé para 2050 y 2100, se dañarán alrededor de entre 4.4 y 4.5 de kilómetros cuadrados de tierra firme, principalmente en la ciudad de Cienfuegos (consejos populares Centro Histórico, Punta Gorda y Reina) y también en comunidades costeras como La Milpa, Castillo de Jagua, Yaguanabo y Guanaroca. En el Castillo de Jagua las viviendas que se afectarían tienen un gran valor patrimonial.
El quehacer ha ido más allá, y así lo asegura la delegada del CIMTA en territorio perlasureño: “(…) tenemos un grupo de proyectos que están directamente vinculados a las tareas que permitirán resultados en el largo y mediano plazos. Por ejemplo, en el Centro Meteorológico Provincial, encontramos el proyecto Determinación de la variabilidad del clima marítimo cubano, modelación de la sobre elevación del mar al paso de un fenómeno hidrometeorológico, el cual permitiría toda la proyección, a partir de los escenarios de cambio climático, del régimen de vientos, mareas e inundaciones, y cómo proyectar las acciones nuestras a futuro, a partir del estudio”.
Otro tanto se hacer desde el Centro de Estudios Ambientales (CEAC), institución que, de conjunto con el Ministerio de la Tierra y el Mar en Italia, lleva adelante el proyecto denominado El fortalecimiento de las capacidades nacionales para la introducción y uso de las tecnologías avanzadas.
“Al término de este, tendremos mapas de hábitat, pero además, mapas que nos permitirán declarar el nivel de las corrientes marinas y cómo pueden ser utilizadas como fuentes renovables de energía,” abunda la máxima responsable del CITMA en Cienfuegos.
También del Centro de Estudios Ambientales es el proyecto que se desarrolla conjuntamente con el Instituto de la Aeronáutica y la aviación Rusa. “Esta investigación permite evaluar, bajo condiciones de cambio climático, las propiedades de los materiales necesarios para la aviación y otras prácticas industriales”.
De igual manera ofrece soluciones a problemas específicos del manejo integrado de costas y zonas costeras de Cuba, razón por la cual llevan adelante un estudio integral del manejo de las cuencas y áreas costeras.
“Están instaladas varias estaciones (Santiago de Cuba, Sancti Spíritus, La Habana y Cienfuegos) que permiten determinar, por ejemplo, el nivel de acidificación del mar”, asegura Yarina Soto Herrera.
Se destaca, asimismo, el quehacer del Jardín Botánico, con la producción de posturas para las acciones de reforestación de ecosistemas frágiles a partir de sus potencialidades como centro científico-tecnológico.
“Respecto al manejo del recurso suelo están cartografiadas más de 14 mil hectáreas impactadas por la intrusión salina, determinándose sus factores limitantes, al tiempo que ya se elaboró el programa de medidas de conservación y mejoramiento de los suelos. También ya se introducen variedades de arroz resistentes a la salinidad de los suelos en Aguada y Abreus”.
Otro punto de mira resulta el balneario de Rancho Luna, muy visitado por quienes gustan del mar, y que al decir de la delegada del CITMA en Cienfuegos es “la playa insignia de la parte central del país”. Allí se trabaja en la reforestación de sus áreas y en la recuperación de la propia duna. Una tarea que asumen de conjunto el Jardín Botánico y el CEAC.
Otro indicio de que la Tarea Vida tiene materialización en la Pera del Sur está en el hecho de que la provincia ha incrementado sostenidamente el índice de boscosidad. De un 10.68 por ciento en 1998 se llegó, al cierre de 2018, al 18.05 por ciento. Actualmente existen 5 mil hectáreas deforestadas, las cuales están previstas para ser resueltas hasta 2030.
“Del patrimonio forestal cienfueguero, unas 82 mil hectáreas, aproximadamente el 73 por ciento cuenta con planes de manejo hasta 2025,” certificó la delegada provincial del CITMA en la región centro sureña.
Valga apuntar que no solo acciona el CITMA; unas 47 entidades trabajan de manera coordinada, siempre aportando a la preservación de la vida en Cienfuegos y Cuba toda.
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