Psicología en directo: Psicología deportiva
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“Mente sana en cuerpo sano”, frase que muestra el interés existente por preservar la salud integral del atleta, difundiendo una posición que magnifique el bienestar psicofísico. En estas condiciones se desarrolla el profesional de la Psicología en el deporte, el cual vela por el cumplimiento óptimo de la preparación psicológica. Nuestro país fue pionero en el área, e implementó proyectos que velasen por la salud integral de sus deportistas, y auspició, ya por la década de los 60, la creación de cátedras de psicología deportiva.
De esa etapa datan los primeros trabajos efectuados en el área a nivel nacional. Internacionalmente tenemos casos famosos como los del entrenador y psicólogo franco-argentino Helenio Herrera, quien dirigió a grandes equipos del fútbol europeo, como el Inter de Milán, FC Barcelona y el Atlético de Madrid, con los cuales consiguió títulos a todos los niveles, basándose en trabajos que entrelazaban la preparación psicológica con la preparación física y táctica.
Con el transcurso de los años, la psicología del deporte comenzó a investigar incógnitas como: ¿Por qué algunos deportistas aprendían o adquirían las destrezas más rápidamente? ¿Qué cualidades eran idóneas para determinados deportes? ¿Cómo aumentar la capacidad de reacción de los atletas? ¿Qué hacer para alcanzar la concentración en la competencia?
El atleta, en su afán de ganar, va a experimentar disímiles emociones, sentimientos y estados de ansiedad por la victoria o la derrota, se verá frustrado, buscará formas de mejorar su rendimiento, sentirá que sus fuerzas lo abandonan, pero su naturaleza competitiva le dictará que debe enfrentar los momentos negativos que se le presentan, y acompañarlo en estos procesos, es competencia del psicólogo del deporte.
Por las características especiales de la práctica deportiva, el atleta va a vivir situaciones no convencionales en la carrera, producidas por la combinación de exigencias “atípicas”, creando respuestas adaptativas del mismo tipo. La preparación psicológica constituye una forma de entrenamiento, por lo tanto es prolongado en el tiempo, dependiendo de alcanzar los niveles de aprendizaje que tributan en el resultado final. Los enemigos principales de la preparación psicológica son la improvisación, el intrusismo profesional o simplemente el no hacerla.
Los psicólogos deportivos deben contemplar también en sus trabajos, áreas como las vertientes sociales y clínicas; esta última es muy difícil desvincularla de cualquier ejercicio psicológico. Los deportistas, como la población general, están expuestos a sufrir trastornos mentales; uno de los casos famosos recientes fue el portero Robert Enke, seleccionado alemán, el cual padeció depresión por muchos años, enfermedad que influyó de forma negativa en su carrera y culminó con su suicidio.
Otro aspecto mal interpretado se vincula a la práctica deportiva y la crianza de nuestros hijos. Es una visión general inscribir niños con niveles de hiperactividad en deportes muy activos “para que lleguen cansados a la casa”, cuando en realidad es recomendable la práctica de deportes que demanden altos niveles de concentración en poco tiempo, o sea “más tranquilos”, buscando así elevar los niveles de autocontrol y organización. El deporte resulta una excelente manera de disfrute y crecimiento personal; aun cuando no lleguemos a ser grandes estrellas, debemos agradecer a quienes cuidan por nuestra salud, tanto física como mental… Piénsenlo, piénsalo.
Marlon Frank Espinosa Requesens (psicólogo)
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