En Cienfuegos: Los suelos en la mira de la ciencia

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La tierra es riqueza y en su fertilidad va la vida, por eso la conservación de los suelos es aspecto importante en el saber científico y prioridad en Cienfuegos, capital de un proyecto caribeño por los ecosistemas, donde imbrican conocimientos campesinos con avanzadas sapiencias.

En la zona de Guasimal, cercana a Guaos, está la finca Limones, con más de 20 hectáreas devenidas polígono de conservación de agua y suelos. Una visita al lugar permite constatar el acercamiento de los científicos a los productores, y es que el proyecto nombrado IWECO marcha en pos de realizar  buenas praxis de labranza.

Así explican directivos del Citma, la Agricultura y la Universidad sureña, rectorados por el Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos (CEAC), líder nacional de tal propósito:

Lo novedoso de estos manejos es enseñar a los campesinos a no arar la tierra, según explicó la máster Olimpia Nilda Rajadel Acosta, de la Universidad de Cienfuegos:

“Hay que aprovechar la presencia de productores para ir enseñando cómo proteger el suelo y evitar el arrastre; este polígono es un área de cultivos varios, de semillas, y también ellos tienen una propuesta de secciones para implementar la agricultura de conservación”.

Máster Olimpia Nilda Rajadel Acosta, de la Universidad de Cienfuegos./Foto: Dagmara Barbieri
Máster Olimpia Nilda Rajadel Acosta, de la Universidad de Cienfuegos./Foto: Dagmara Barbieri

¿En qué consiste?

“En la no aplicación de tracción animal ni otras formas de renovación, no remover suelos, sino aprovechar la vegetación como componente orgánico, sembrando varios productos disímiles en ciclos rotativos.

“Un ejemplo: recoger maíz y dejar ese rastreo de la cosecha, para que se descomponga y devenga abono; luego hay que aplicar la rotación de cultivos y seguir depositando sus desechos”.

Avala esta gestión Eneyda Rubio Rodríguez, jefa del departamento de suelos de la delegación de la Agricultura aquí:

“El objetivo es demostrar la calidad del primer sitio productivo fundado aquí en 2010, por Ulises Rosales del Toro, a fin de hacer un manual de buenas prácticas agrícolas, y realmente el proyecto IWECO ha sido una contribución”.

Tal sigla es el acrónimo en inglés de la protección de agua y suelos en cuencas hidrográficas y áreas costeras, meta que financia el Fondo Mundial de Medio Ambiente (GEF por sus siglas en inglés). Abarca pequeños estados insulares del Caribe y nuestro país se suma a las diez naciones del área con tales propósitos.

“El eje fundamental es proteger la biodiversidad en cuatro cuencas del país: Arimao, de Cienfuegos; Guanabo, de La Habana; Agabama, de Sancti Spíritus y San Juan, de Santiago de Cuba”, dijo Eugenio Olalde Chang, uno de los coordinadores de IWECO en el CEAC:

“Abarca cuatro componentes: biodiversidad e impactos del cambio climático, monitoreo de del manejo Integrado de cuencas y áreas costeras, mejoramiento de marcos jurídicos ambientales y la parte comunicacional”.

Agregó Tatiana Alonso Pérez, subdirectora técnica del proyecto, que el CEAC dirige acciones conjuntas para compartir experiencias científicas y saberes campesinos.

Mientras preparan sus cultivos los campesinos de esta finca escuchan saberes de la ciencia en talleres multisectoriales, los aplican y logran mejores cosechas.

La biodiversidad protegida conlleva a una sociedad que funcione perfectamente; su conservación incumbe a todos los habitantes de este planeta, pues las pérdidas implicarán graves consecuencias ecológicas y económicas.

Eugenio Olalde Chang, unos de los coordinadores de IWECO en el CEAC./Foto: Dagmara Barbieri
Eugenio Olalde Chang, unos de los coordinadores de IWECO en el CEAC./Foto: Dagmara Barbieri
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Dagmara Barbieri López

Periodista. Máster en Ciencias de la Comunicación.

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