Cienfuegos, la inversión extranjera y su inevitable impacto

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MSc. Rogelio Roque Cruz*
El turismo destaca en Cuba como el sector que agrupa la mayor cantidad de negocios con capital foráneo. En Cienfuegos ya concretaron acciones para la administración de hoteles las firmas extranjeras Meliá e Iberoestar. Sin embargo, las nueve oportunidades incluidas en la cartera del país 2016-2017, todavía no se corresponden con las potencialidades del territorio sureño en esta esfera.

La inevitable influencia de lo “externo” será indispensable para el crecimiento y desarrollo de la Isla; es decir, el resultado progresivo del comercio exterior y el fomento de la inversión extranjera constituyen pilares del modelo económico cubano.

De ahí la necesidad de concientizar a los decisores en el asunto, pues ninguna nación es capaz de obtener la totalidad de productos, tecnologías y servicios profesionales, si permanece enclaustrada en una política económica cerrada. De hecho, la participación en el comercio internacional unido al empleo de capitales comienza a emigrar como una necesidad para el desarrollo a escala mundial.

TRUMP Y EL FUTURO ECONÓMICO CUBANO

Son los grandes bloques de países desarrollados ‒encabezados por los Estados Unidos de América (EE.UU.)‒ los que concentran la mayor parte de las riquezas acumuladas mundiales, y por tanto determinan, en gran medida, el rumbo del comercio exterior y la inversión extranjera, donde también influyen los conflictos geopolíticos actuales.

En el caso de nuestro país, no podemos dejar de considerar la toma posesión de la presidencia de Donald Trump en EE.UU., como un factor externo de mucha profundidad. Aunque sí resulta preciso aclarar que las transformaciones cubanas no vienen unidas a los posibles cambios en la política norteamericana hacia nuestro país. El mencionado proceso de cambios es anterior al 17 de diciembre de 2014, incluso data de mucho antes de que el programa de actualización (los lineamientos) saliera a discusión pública.

La elección de Trump solo hace evidente algunos puntos que a continuación remarcamos, y que parten de entender que las soluciones a nuestros problemas deben salir esencialmente de nosotros mismos, considerando siempre que no hay por qué reeditar situaciones de dependencia con grandes países o esperar a que nuevamente aparezca un asidero externo.
Si el eslogan de los años setenta consistía en “consumir productos cubanos es hacer Patria”, hoy se impone su actualización en una nueva concepción: “producir, exportar y consumir bienes y servicios cubanos es hacer Patria”.

Cuba deberá aprovechar la oportunidad de diversificar aún más nuestras relaciones económicas internacionales y hacer más fuerte y variada la presencia de compañías de diferentes países aquí; tanto para el comercio, como para la inversión.

El rol de los agentes económicos internos, estatales y no estatales, resulta otro acápite más a mejorar cualitativamente, además de la necesidad de conceptualizar a la economía nacional como un todo y fomentar el salto tecnológico necesario desde una perspectiva de diversificación, para alcanzar el mayor grado posible de independencia tecnológica.
Como no podemos anticipar el día que dejaremos de ser un país bloqueado, debemos incorporar a los Estados Unidos en nuestra ecuación de desarrollo como una constante con signo indefinido.

Sin embargo, además de los factores externos citados, para lograr el necesario impulso y despegue de la inversión extranjera hay que conjugarlos con la ejecución de una estrategia en cada territorio, dónde cada actor desempeñe eficazmente las acciones de capacitación, comunicación, promoción y control fomentando las modalidades diseñadas en el marco legal aprobado para la inversión extranjera en el año 2014.

POTENCIALIDADES, OPORTUNIDADES, NEGOCIOS

La tercera versión de la Cartera del País, lanzada en la última Feria Internacional de la Habana (FIHAV) en noviembre de 2016, se distingue por una mayor presencia de la modalidad de Contrato de Asociación Económica Internacional, según la Ley 118 de 2014. Más de la mitad de las oportunidades que presenta se localizan desde Matanzas hasta Sancti Spíritus, en los doce sectores priorizados de la economía.

Ahora bien, se hace necesario dinamizar la concreción de estos negocios, porque solamente el 23 por ciento se encuentra en negociaciones o en otros estadios, lo cual aún representa un ritmo lento. Del total de estos proyectos se localizan ocho en Matanzas, cinco en Cienfuegos, seis en Villa Clara e igual cifra en Sancti Spíritus.

La Delegación Centro Oeste del Ministerio de Relaciones Exteriores, en aras de dinamizar la inversión extranjera directa, realiza acciones como la identificación de potencialidades, acciones de capacitación y el enfrentamiento a las manifestaciones de burocracia que obstaculizan la viabilidad de los proyectos.

Porque la participación extranjera en la economía cubana dependerá también de la gestión de cada territorio. Solamente en el turismo, para ilustrarlo con un ejemplo, Cienfuegos cuenta con nueve oportunidades de las 140 presentadas en todo el país, a pesar de tener en su geografía notables potencialidades como el legendario Castillo de Jagua; la pista acuática natural de Revienta Cordeles, sitio privilegiado de la bahía para la práctica de los atractivos deportes náuticos; además de los cayos, los encantos subacuáticos y la práctica del buceo; el turismo de naturaleza, con el senderismo vinculado a la flora y la fauna, con un peculiar Jardín Botánico; entre otros.

En los tiempos venideros sigue siendo fundamental la idea defendida por Raúl Castro en uno de sus primeros discursos como presidente, cuando llamó a dejar de culpar al Bloqueo por las ineficiencias propias.

(*) El autor es especialista territorial para la inversión extranjera en la delegación territorial Centro Oeste del MINCEX.

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