Cienfuegos elimina barrera comunicativa para niños con discapacidad auditiva
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La exigencia de utilizar mascarillas en las aulas ante el impacto global de la Covid-19 ha dejado sobre la mesa de la enseñanza especial en Cuba una problemática emergente: la comunicación entre docentes y educandos con problemas de audición.
A partir de un donativo de la dirección provincial de Salud y la gestión gubernamental, en Cienfuegos se eliminó dicha barrera con la entrega de protectores transparente que facilitan el proceso de aprendizaje.
“Los nasobucos interrumpen el método educativo vigente para los niños sordos e hipoacúsicos, pues la boca es el medio de interacción entre el alumno y el docente y al estar cubierta no se puede realizar la lectura labio-facial, quedando trunco ese canal tan importante para ellos (…) Gracias a esta donación ahora podrán interactuar mucho mejor y usar correctamente la lengua de señas”, dijo a la prensa la máster Midiala Limonte García, directora de la escuela especial Dionisio San Román, de Cienfuegos, donde hay mayor matrícula de estos escolares.
La gestión de las mascarillas transparentes fue una coordinación inicial del departamento de Educación Especial y la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (Ansoc) acá, iniciativa que tuvo oídos receptivos en el sistema de salud y el Gobierno para el bienestar de los alumnos, pues no solo se benefician los de la primaria, sino que se concibió para todas las enseñanzas, incluida la primera infancia.
Según explica Mirelis Collado Domínguez, maestra sorda de la escuela especial Dionisio San Román, ahora es mucho mejor, y “poco a poco nos iremos acostumbrando, tanto los niños como los educadores e intérpretes a la nuevas mascarillas”.
La detección y estimulación temprana constituye una premisa básica para aprovechar la etapa sensitiva en el desarrollo de los niños sordos e hipoacúsicos y brindarles la oportunidad de interactuar en un ambiente natural, donde puedan desarrollarse a partir de sus potencialidades.
Aun cuando el acceso a ayudas técnicas para personas con discapacidad auditiva tales como timbres lumínicos, relojes y alarmas vibratorias, no ha sido posible por limitaciones con el financiamiento, el Ministerio de Salud Pública en Cuba cuenta con un programa nacional de implante coclear que en sus 22 años de funcionamiento ha beneficiado a más de 500 niños.
Al decir de Yadira Riesco Tavío, jefa del departamento de Educación Especial en la provincia, se habían utilizado algunas alternativas antes del donativo, pero no satisfacían las necesidades comunicativas de estos educandos. “Nosotros tenemos hoy estudiantes en el contexto regular e incluso en la Universidad y para ellos también se solicitó. Hablamos de 150 mascarillas transparentes, lo cual se ajusta a la población con discapacidad auditiva que hoy existe en el sistema educativo de Cienfuegos”, agregó la directiva.
La Enseñanza Especial en Cienfuegos tiene una matrícula de mil 295 alumnos, a quienes se les da un seguimiento riguroso de por vida.
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