Cereales Cienfuegos: ¿harina y salarios de otro costal?

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Deficiencias tecnológicas en la industria molinera cubana mantienen en jaque la producción de harina en el país, con rendimientos que van en picada. En la Unidad Empresarial de Base (UEB) Cereales Cienfuegos, por ejemplo, los índices productivos amenazan con desplomarse, muy por debajo de la capacidad de diseño de la fábrica y, por consiguiente, es muchísimo menos el dinero que perciben sus obreros, para colmo en condiciones de trabajo poco ideales.

Si no fuera suficiente con la falta de piezas y equipos que deprimen la producción, los turnos de noche y fines de semana —propios de sus labores—, desde hace tiempo prescinden hasta del elevador de personal, lo cual los obliga a escalar nueve pisos en reiteradas ocasiones durante el día. Y ello por una remuneración básica que es, verdaderamente, un insulto al bolsillo: 340 pesos CUP se llama la cosa.

Aunque era un viejo planteamiento de los trabajadores en Cereales Cienfuegos, todo el asunto detonó en el marco de la visita de Jorge Luis Tapia Fonseca, vicepresidente del Consejo de Ministros, junto a Yanoski Calderín González, viceministro de la Industria Alimentaria, y otros altos funcionarios del sector en el país. “¿Cómo es posible que quienes están en oficinas ganen lo mismo o más que los directos a la producción?”, inquirió el dirigente político luego de su abierto intercambio con varios obreros de la industria.

Vieja queja sin solución

Desde hace varios años, el elevador de personal (así como el de carga) se encuentran clausurados por rotura, lo que obliga a los molineros a escalar nueve pisos en reiteradas ocasiones, con incidencias negativas en la producción. /Foto: Roberto
Desde hace varios años, el elevador de personal (así como el de carga) se encuentran clausurados por rotura, lo que obliga a los molineros a escalar nueve pisos en reiteradas ocasiones. /Foto: Roberto

Boris Gutiérrez Mesa, jefe de Producción, explicó que “la queja es de hace años, pero no termina de resolverse. Nosotros abogamos por el pago a destajo, de manera que el trabajador cobre según lo que produzca. El sistema de pago por resultados existente hoy en la empresa no nos beneficia en nada. Ese cambio que reclamamos, con normas acordes con las condiciones técnicas del molino, incrementará la producción, la gente se preocupará más y las interrupciones laborales serán menos.

Cuando cumplimos los planes, aquí un molinero gana alrededor de dos salarios, de 800 a 1 200 CUP. Pero lo mismo cobra el que está directo a la producción que aquel que permanece sentado en una oficina con aire acondicionado. Y no es justo, sobre todo con el hombre que traga polvo, hace malas noches, trabaja sábados y domingos, incluso hasta el 31 de diciembre”, agregó.

A inicios de este 2019, la planta molinera de Cienfuegos —responsable del 40 por ciento de la harina de trigo distribuida en la Isla— comenzó con una producción cercana a las 400 toneladas (t) por día, pero las dificultades técnicas agravadas en el camino provocaron un considerable descenso, que se visibiliza en las más de 200 t que genera actualmente la fábrica por debajo de su diseño productivo, pensado para 525 t diarias.

Yasmany Gómez Contreras, jefe de Brigada, describe la compleja situación para insistir en que “pongan el sistema de pago a destajo para uno poder producir y cobrar más, a ver si estimulamos a los ‘directos’. Lo hemos planteado en todas partes y no se ha podido implementar”, señaló.

Pago a destajo ¿la solución?

En realidad, el salario representa una preocupación constante para los obreros de Cereales Cienfuegos, pues allí los dividendos productivos inflan o desinflan el monto a percibir. Dos sistemas de pago aplica la industria: a destajo para los estibadores y por resultados para el resto de los empleados, incluidos aquellos que laboran en la determinante área de molinería.

Sandra Sánchez Pedraza, secretaria del buró sindical, reafirma que “el molino decide la producción y, por tanto, sus trabajadores se sienten afectados cuando, por cuestiones ajenas a ellos —sean técnicas, de mantenimiento o carencia de materia prima—, no obtienen los resultados previstos. Esto no solo va en detrimento de su remuneración; también los impulsa a moverse hacia otras áreas de la propia UEB u otras entidades.

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Ya en ocasiones precedentes hemos vivido un éxodo de obreros por inconformidades con el pago. Trabajar para el salario básico nos afecta mucho en los momentos actuales. Si planteamos ir a destajo, resulta preciso hacer el análisis, pues así lograríamos una mayor producción. El molinero se esforzaría más; hoy lo que pasa es que no existe incentivo”, subrayó.

La Resolución No.6/2016 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), regula en Cuba la implementación de las formas de pago por rendimiento en el sistema empresarial, a destajo y por resultados, ambas orientadas a incrementar la productividad y reducir los niveles de gastos y costos. La primera —pedido a coro en Cereales Cienfuegos y otros molinos cubanos— contempla varias modalidades y se calcula a través de la cantidad de producción elaborada o servicios prestados.

Que el directo a la producción sea el más beneficiado

De acuerdo con especialistas, constituye un método de pago beneficioso para empleados y empresarios. La oportunidad de poder ganar más dinero motiva a muchos a aumentar su trabajo y deviene rentable por cuanto suele pagarse sobre la base de lo realizado. Por ahí andan los “tiros” que con cierta premura evalúa el Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal) de conjunto con el Grupo Empresarial de este sector.

Los problemas tecnológicos de la industria afectan hoy el pago a los trabajadores de Cereales Cienfuegos, quienes solo perciben ahora un ínfimo salario básico. /Foto: Archivo
Los problemas tecnológicos de la industria afectan hoy el pago a los trabajadores de Cereales Cienfuegos, quienes solo perciben ahora un ínfimo salario básico. /Foto: Archivo

Es un tema en revisión a partir de los problemas tecnológicos y eléctricos que presentan los molinos en el país, dijo Yanoski Calderín González, viceministro del Minal. “No lo hemos descubierto ahora; sabemos que las dificultades emergentes al final no respaldan los incrementos salariales y buscamos el equilibrio, con énfasis en que los directos a la producción sean los que mayores beneficios reciban.

Durante este mes de octubre se le dará solución al problema. Para eso trabajamos con el Ministerio del Trabajo y Seguridad Social, porque sí está claro que debemos resolverlo para alcanzar los niveles de producción de harina de trigo que necesitamos”, aseguró.

Con la palabra tomada, los trabajadores de Cereales Cienfuegos esperan por una respuesta complaciente al reclamo que, pese a ser tantas veces eludido, ellos mantuvieron vivo hasta el cansancio. En condiciones tan adversas como las que afectan a la Mayor de las Antillas —asediada por el bloqueo comercial y económico de EE.UU.—, la harina de trigo y el pago digno a quienes la producen son, definitivamente, cuestiones del mismo costal.

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Roberto Alfonso Lara

Licenciado en Periodismo. Máster en Ciencias de la Comunicación.

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