Centro Comunitario de Salud Mental de Cruces, un trabajo loable

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Nelsa es una anciana de Cruces, uno de los municipios más envejecidos del país, más del 20 por ciento de la población son personas mayores. Ella vive con su nieto, y sus hijos están pendientes de sus necesidades materiales; pero a veces no basta y se deprime, por esa causa, su médico de familia coordinó para que asistiera a la consulta del Centro Comunitario de Salud Mental.

Una casona ubicada en el mismísimo centro urbano de Cruces, disimulada bajo una fachada común, abriga un centro que aporta calidad de vida a los pobladores y que arriba a sus 30 años de fundado.

Naísi García Lima, enfermera con más de 40 de labor, es la coordinadora de la institución. La acompañan 15 trabajadores. Cuentan con consultas de: Psicología infantil y de adultos, Psicometría, psiquiatría de adultos e infanto-juvenil; además, trabajo social y ocupacional. Adscritas al Policlínico de la comunidad, participan de la interdisciplinariedad de la medicina familiar de la población que atienden.

El Dr. Salvador Tamayo Muñiz, uno de los fundadores y entusiastas de esta idea, concretada allá por 1989, entonces director de Salud en este término municipal, comenta: “El local estaba destinado para otros fines también del sector, y estábamos casi al perderlo cuando surgió la idea, pensando en la proyección comunitaria de la salud mental con un esquema de rehabilitación y la participación de la comunidad. Fuimos pioneros en Cuba, porque este fue el segundo centro de su tipo en el país.

“La experiencia se desarrolló en Cienfuegos con la colaboración de Italia, que a través de su embajada hizo aportes al proyecto. Sobre la marcha se fue enriqueciendo. Más tarde se le incorporó la atención al universo infanto-juvenil, y ya está a punto de cumplir los 30 años, el próximo 3 de diciembre, Día de la Medicina Latinoamericana”.

Se trabaja en grupos terapéuticos, por especialidades, cuenta con grupos de deshabituación alcohólica, y en horarios deslizantes para dar la oportunidad de que los pacientes participen. Trabajan en coordinación con Educación y la Atención a menores del Minint. Yenisleidi González Rivero, nos cuenta sus experiencias:

Yenisleidi González Rivero, psiquiatra infantil de Cruces./Foto: Magalys Chaviano
Yenisleidi González Rivero, psiquiatra infantil de Cruces./Foto: Magalys Chaviano

“Soy especialista en Psiquiatría, graduada en 2016 y crucense por nacimiento. Comencé a trabajar con muchachos ya identificados que llevaban obligatoriedad de tratamiento, había que insertarlos a la sociedad. Entonces Cruces tuvo su especialista propio. De acá a la fecha solo ubicamos un niño en una escuela de conducta, por una situación familiar sin respuesta. El resto volvió a sus centros ya rehabilitados.

“Octubre resulta un mes difícil, porque afloran los fenómenos adaptativos a las escuelas, como el curso escolar inicia en septiembre, ello demanda trabajo con el universo infanto-juvenil. Además de las consultas personalizadas con diferentes frecuencias, desarrollamos las escuelas de padres, donde hablamos de preocupaciones, dudas, manejos; para la ocasión llevo materiales, desarrollamos charlas, participan además los psicopedagogos. Es muy productiva esta experiencia.

“Me siento muy satisfecha pues ya llevo tres años en el centro y me he involucrado en la psiquiatría infanto-juvenil con buenos resultados. Tenemos cuantificados 203 pacientes, de ellos un grupo que se egresa y el seguimiento se realiza a través de los padres. Otros dependen de las patologías y del grado de compensación.

“Por ejemplo, el síndrome de deficiencia de atención con hiperquinesia, que antes de diagnosticar, ingresamos a los pacientes para hacerles un chequeo médico. Hemos tenido casos de adolescentes con intentos suicidas, pero la mayoría con una tendencia ganancial, es decir, pidiendo ayuda desde el acto mismo porque quieren que los padres cedan, y ahí juega un papel importante el manejo de la situación por parte de especialistas, padres y la comunidad. Son etapas de crisis establecidas en los adolescentes, y tenemos mucho cuidado con el tratamiento”.

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Corren tiempos difíciles, de olvidos involuntarios. La prisa con la cual vivimos no nos puede entorpecer la convivencia. La familia debe encontrar espacio y tiempo para la atención a adultos mayores, niños y adolescentes. De ahí la importancia de contar con centros como estos, a los que podemos acudir cuando el manejo falla.

Una mente sana depende de la sociedad, y prevenir es la mejor medicina.

Crucenses encuentran en centro consejos de manejo familiar./Foto: Magalys Chaviano
Crucenses encuentran en centro consejos de manejo familiar./Foto: Magalys Chaviano

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Magalys Chaviano Álvarez

Periodista. Licenciada en Comunicación Social.

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