Nada: Cohn y Duprat estropean una cena deliciosa en el postre

En Nada coexisten tres de los elementos esenciales de la obra de los creadores de El ciudadano ilustre (2016): la atracción hacia el universo del arte, los artistas, la crítica, cómo interactúan sus endogámicos cultores con la realidad exterior y cómo esta los recepta o asume; y, aunque en menor medida pero también, el cinismo latiente en el individuo contemporáneo, la misantropía y el nihilismo reinante a nivel social, expresado en personajes tan profundamente cínicos como egoístas: llegado a un punto en ciertos casos donde ello alcanza a transmutarse en malevolencia real o quizá en cierta impiedad con el resto de las personas, de la cual quizá no sean del todo conscientes. O sí.

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Flor de ajo, superchería y realismo

De seguro  que casi todo el mundo ha pensado en cómo crece el ajo. Además de la planta  propiamente dicha, también existe la flor de la misma, que es la semilla de la especia. Estos pimpollos conservan el olor y el sabor de donde proceden y también se pueden utilizar en la cocina, además de aprovechar sus propiedades medicinales.

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El Conde

Cuando en Chile y en la cercana Argentina surgen o reflotan figuras que hacen del «negacionismo» premisa ideológica de sus discursos, la aguda, riquísima idea de Pablo Larraín y su habitual coguionista Guillermo Calderón de convertir al tristemente célebre Augusto Pinochet en un vampiro, le ampara al director para articular una sugerente metáfora que, ante todo, es recordatorio imperante, aplicable a muchos, de cuánta sangre puede volver a ser drenada de nuestros cuellos si cometemos el error de olvidar. El monstruo está ahí.

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