En cada casa un Comité: Permiso para recordar

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¡Sesenta años ya! ¡Que privilegio haber asistido al nacimiento de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR) en Cienfuegos!  Quiero rendir homenaje de recordación en este aniversario a los fundadores…

El 6 de octubre de 1960, ocho días después de que Fidel lanzara la idea de crear los Comités de Defensa de la Revolución, la dirección política de Cienfuegos, las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), encabezada por su primer secretario, Manuel Chaos Trujillo, comunicaron el acuerdo de asignarme la responsabilidad de crear, organizar y dirigir en este municipio, que abarcaba al entonces barrio de Cumanayagua, los Comité de Defensa de la Revolución, esta novedosa idea de Fidel a la que se refirió el 28 de septiembre, como fuerza popular organizada capaz de inmovilizar la actividad contrarrevolucionaria. Yo había estudiado ese discurso y advertí el concepto de organización civil de las masas, la confianza en la fuerza del pueblo, el basamento de la defensa civil coadyuvante con la militar. Estuve de acuerdo.

Al día siguiente obtuve un plano de Cienfuegos en el Distrito Oeste de Obras Públicas y comencé a recorrer aquellos pequeñitos cuadriláteros que representaban los cientos de manzanas y calles de mi ciudad natal. La preocupación estaba en cómo reconocer a los revolucionarios capaces de organizar su espacio territorial. Y aquí comenzaron las sorpresas. Adonde quiera que fui, encontré que ya se habían reunido y designado al más revolucionario y capaz de los vecinos. Era la impaciencia revolucionaria que se adelantaba al organizador oficial. Donde no se habían reunido los vecinos aún, bastaba la orientación y pocos días después estaba la planilla con los datos en el local provisional de la coordinación municipal de los CDR, un aula del abandonado colegio apostolado en Hourruitiner esquina a Santa Cruz

A todo esto se agregó un programa radial creado y dirigido por nosotros en Radio Tiempo, transmitido de 5:00 a 5:15 de la tarde de lunes a sábado, que eran organizados por barrios y luego por zonas, por el viejo militante del PSP, Israel Gonzáles Co y la joven de 16 años del M-26-7, como toda su familia, Conchita Más Mederos. Ese programa radial nombrado Con la guardia en alto ayudó a citar para reuniones por zonas, a mantener la conciencia cederista, y elevó la audiencia de la emisora.

La tarea de organizar la fluidez de la información popular sobre sospechosos de actividades contrarrevolucionarias, que incluía a acaparadores y revendedores, correspondió a mi amigo y compañero de tareas en la clandestinidad Rafael Toledo Díaz, combatiente del 5 de Septiembre de 1957, joven, audaz, analítico, y que tuvo muchos éxitos en su labor. El peso de la organización de los CDR en Cumanayagua radicaba en evitar que elementos antisociales y ex militares batistianos subieran al macizo montañoso del Escambray para alzarse. Muchos éxitos en su tarea tuvo Toledo, que al morir de cáncer años después, era ya un alto oficial del Minint. Cuando la rica vida multiplicó las tareas que Fidel asignó después a los CDR sin abandonar la vigilancia, ocupó su acción el necesario frente de Organización, que desempeñó el joven Francisco Calaña Capestany, capaz de coordinar todas las actividades cederistas. La necesaria capacitación estuvo a cargo de Juan Ruíz Miranda, un hombre maduro, autodidacta, muy elocuente y documentado.

Asignamos a Rigoberto Alfonso, empleado bancario y por ende, con conocimiento económico, la ingrata misión de la distribución de los escasos abastecimientos afectados por el inicio del despiadado bloqueo del imperialismo. La distribución de la manteca racionada, de calzado o huevos, entre otros productos, resultaba angustiosa. Rigoberto enfermó de los nervios y debió ser asistido. Asumió la tarea y tuvo éxito, Elizandro Cabrera, comerciante privado que entregó su comercio y se unió a la Revolución que siempre fue su ideal. Había viajado por América Latina y tenía claras nociones de la vida en el capitalismo. En sus conversaciones ya a principios de los años 60 vaticinó que China superaría a Estados Unidos en el desarrollo económico. El frente de Salud Pública de los CDR lo asumió el doctor José Miranda, que encaró la vacunación de los menores en momentos en que muchas madres se negaban a vacunar a sus hijos. Su carácter y conocimientos contribuyen al éxito de esta tarea.

La maestra Sara López representó a los CDR en la campaña de alfabetización; se responsabilizó en captar alfabetizadores y localizar personas analfabetas, un esfuerzo enorme que ella resolvió con dedicación y capacidad, colaborando estrechamente con el inolvidable pedagogo Juan Oláiz.

El carnicero particular Gilberto Arias, fue ejemplar impulsor del trabajo voluntario cederista en muchos tipos de movilizaciones agrícolas. El joven Roberto Martínez contribuyó a perfeccionar la labor de los barrios creando zonas cederistas con sus responsables respectivos, y muchos fueron distinguidos. Recordamos especialmente, entre los jefes de zona a Roberto Cabrera, Ángel Leal y Nivia Más Mederos, en La Gloria. A Pulido Monzón, en Caunao; a Israel Silva, en Pueblo Nuevo. A Luis Yera, en Buenavista. En la zona 3 de Aduana, a Agustina Cardoso. En Punta Gorda, a las hermanas Rebollido. En Tulipán, a Cuesta Piloto, y tantos más que la memoria puede olvidar pero no el corazón.

Todo este trabajo cohesionado hizo que el 29 de diciembre de 1961, en la plenaria organizada por la ORI en el teatro Tomás Terry se destacara la labor cederista durante ese año, con 3 mil CDR organizados y activos. Se anunció que el coordinador municipal había sido seleccionado para cursar la Escuela de Instrucción Revolucionaria en Santa Clara, con carácter interno y seis meses de duración. Por tanto en el intermedio se nombró a Humberto Duarte Jiménez en esa responsabilidad, que desempeñaría exitosamente. Terminado el curso de superación, me uno al grupo de fundadores del periódico Vanguardia de la antigua provincia de Las Villas y comenzó entonces mi carrera periodística. Tampoco podemos olvidar en esta remembranza un hecho singular: durante los tres días que le duró al imperio su aventura genocida en Playa Girón, los cederistas inmovilizaron a la quinta columna interna.

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Andrés García Suárez

Periodista, historiador e investigador cienfueguero. Fue fundador de 5 de Septiembre, donde se desempeñó como subdirector hasta su jubilación.

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