Caro sueño montado sobre rieles

El rescate de una joya patrimonial siempre será bienvenida. Tal es el caso de la vuelta a la vida útil del edificio de la terminal de trenes de Cienfuegos, un caro y viejo sueño de los hijos de la Perla del Sur; por demás, un lugar por donde partieron y llegaron muchos proyectos de vida por realizar.

“En honor a la verdad, la remodelación del inmueble resultó bastante azarosa, pues hubo que cambiar en varias ocasiones las fuerzas constructoras por incumplimientos, hasta que felizmente, después de tres años de ejecución, el grupo de creación Redema, perteneciente a la entidad de cuentapropistas Atrio, llevó a feliz término la obra”, precisa Yulexis Moreno, director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Ferrocarriles Cienfuegos.

Tras la apertura de los servicios ferroviarios y a poco de abordar el coche con destino a Aguada, Jorge Luis Martínez Pau tuvo palabras de elogio para aquellos que le devolvieron a los cienfuegueros un sitio tan entrañable como emblemático. “Ahora se impone mantener este regalo para que perdure tanto esfuerzo”, exhortó mientras contemplaba los techos, carpintería, pisos, y vitrales completamente nuevos, conjunto que completan la rehabilitación de los andenes, baños sanitarios, canales pluviales, la taquilla para venta de los boletos y bancos metálicos recién estrenados.

La inversión, a un costo presupuestario que supera los 5 millones de pesos, aún no ha concluido. De acuerdo con el director de la UEB, quedan pendientes las oficinas administrativas y el departamento del operador, además del local de la cafetería.

“A partir de ahora tenemos nuevos retos por delante; en primerísimo lugar esmerarnos por brindar un servicio de excelencia a los viajeros, y no renunciar al sueño de mejorar el confort de los vagones, disponer de los sistemas de audio interno y de televisión en un futuro no lejano”, anuncia el directivo.

“Por lo pronto, la reapertura de la terminal, unido al mejoramiento de las condiciones epidemiológicas, posibilitaron el restablecieron los itinerarios de los trenes con destino a Santo Domingo, de lunes a viernes y los domingos, con salida a las 4:44 y p.m., y poco después, esos mismos días, pero a las 5:10 p.m., lo hace el coche motor con tráiler y capacidad para 120 pasajeros sentados, hacia Aguada de Pasajeros. Ese propio medio de transporte cubre la ruta hasta Santa Clara los días lunes, miércoles y viernes, cuya partida se hace a las 9:00 de la mañana”, detalla Niurka Urquiola Pérez, jefe de Estación.

Al pie de la locomotora rusa encargada del primer viaje a Santo Domingo, encontramos a Jorge Luis Munguía de Armas, el maquinista instructor encargado de acompañar a la tripulación integrada por Raúl, Oscar Alberto, Juan y Lázaro en esta nueva “aventura ferroviaria”, que no por rutinaria deja de ser expectante luego de tanto tiempo de reposo obligado. “Confiamos plenamente en la experiencia y profesionalidad de este equipo”, confesó quien lleva más de cuatro décadas lidiando con los trenes.

Tras el pitazo de anuncio de la partida por el camino de hierro hacia un destino que tanto añoro, recordé muchas anécdotas de encuentros y desencuentros en los mismos andenes, testigos por más de una centuria, de nostálgicas despedidas y alegres bienvenidas.