Campaña de vacunación anti Covid-19: Niños hay de montaña (+Fotos)

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Carlos Eliecer Orfila Gómez tiene cinco años y vive en El Sopapo, un asentamiento poblacional del macizo de Guamuhaya perteneciente al municipio de Cumanayagua, en la provincia de Cienfuegos, y hoy se ha puesto su mejor ropa para asistir al vacunatorio del batey. Viene con su madre y sus dos hermanitos, Olanier y Leinier, con la esperanza de mañana poder asistir a la escuela, al preescolar, y recuperar la vida de antes, la de corretear con sus amiguitos por el barrio y a la sombra de los cafetales.

La montaña está de fiesta; en el trayecto de escalada se apreciaban las imágenes de niños y padres asistiendo a los vacunatorios, en un viaje de ida y vuelta por la esperanza.

Luznalvis Pérez Ramírez, también de cinco años, ha venido tempranito en compañía de su madre —el padre se quedó en la finca de café atendiendo los cultivos—; tiene cuatro hermanos y todos ya están vacunados.

Rolando Heriberto Hernández Caballero es el médico del consultorio de El Sopapo, tiene tres años de graduado y todo ese tiempo ha permanecido en la comunidad: “Soy residente de tercer año de la especialidad de Medicina General Integral, y esta ha resultado mi escuela desde la graduación. He aprendido mucho acá, al vivir situaciones de emergencia, despertar en medio de la noche con el claxon de un vehículo y en el manejo de las enfermedades de mis pacientes. Hago vida en la comunidad, la enfermera también, de modo que el servicio lo prestamos las 24 horas. Atiendo una población de 600 pacientes.

“En cuanto a la vacunación tuvimos una primera campaña masiva, toda la población resultó intervenida con la Sinopharm y Soberana Plus y ahora inmunizamos a la población pediátrica, que comenzó este lunes. Ciertamente los niños están  asistiendo a un ‘cumpleaños’ como ellos mismos lo califican. En cuanto a la epidemia se ha comportado de manera discreta acá arriba, y hemos podido controlar los focos y situaciones, al evitar la transmisión. Mañana comenzaremos a vacunar a los pequeños de El Naranjo, 36, que disponen de un transporte que los trasladará hasta aquí”.

Damil Rodríguez Figueredo, licenciado en Enfermería, de la comunidad de El Naranjo, asume la inmunización: “Los niños por lo general no lloran, ni se resisten, vienen muy dispuestos, y eso facilita el trabajo. Todo el proceso ha transcurrido sin el reporte de reacciones adversas”.

Una extensa zona de montaña

El Área de Salud Especial de San Blas, a la cual pertenece la zona montañosa del territorio municipal de Cumanayagua, abarca 420 kilómetros, y 10 mil 400 habitantes. Más de 600 niños comprendidos en las edades pediátricas serán inmunizados en la montaña.

Yosniel Jesús Puerto Capote ejerce como médico en Cuatro Vientos; con dos años de graduado, es nativo de La Sierrita, en la premontaña. Permanece chequeando a los pequeños antes de ser vacunados: les toma la presión, anota los datos, y de ahí pasan, acompañados de los padres, al vacunatorio.

Yaniel David Pérez Ramírez, de tres años, asiste a la vacunación seguido de su abuelo, que no quiso perderse el acontecimiento y para la ocasión desempolvó su sombrero de paño. Se trata de Normando Ramírez Martínez, quien sostiene al pequeño, ya en observación, tras inocularle la primera dosis de Soberana 02.

Clara Esther Terry y Gretell Rodríguez, las “seños” de Cuatro Vientos, han tenido una jornada completa; ya es mediodía cuando llegamos y han vacunado al 70 por ciento del universo que tenían planificado para la jornada: “Los niños apenas lloran, vienen muy dispuestos”, comentan.

El Dr. Osqueymi Rodríguez González,  director de Salud en el municipio de Cumanayagua, abunda: “Acá arriba en la montaña contamos con doce consultorios del médico y la enfermera de la familia, y hemos dispuesto siete vacunatorios, que funcionan desde el inicio de la inmunización. El aseguramiento se garantiza con la llegada, temprano en la mañana, de las vacunas, sin dificultades con la cadena de frío, aun en los más apartados lugares; así como todos los recursos humanos y materiales”, asegura el directivo.

Mientras, una guarandinga (transporte serrano), va y viene con los pequeños que fueron y serán vacunados, y entre ellos, uno ha venido con sus palomas, que soltó allí mismo, en el Campamento de Pioneros Exploradores Arnaldo Milián, que se ha llenado de la algarabía de otrora, esa que retornará con los trinos cuando regresemos a la normalidad, porque niños hay de montaña, parafraseando al Maestro.

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Magalys Chaviano Álvarez

Periodista. Licenciada en Comunicación Social.

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