Buenos frutos en la inversión de la industria arrocera en Cienfuegos

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 7 segundos

Quien viera, tres años atrás, cuanto era entonces el secadero La Paquita y aprecie cuanto es hoy la Unidad Empresarial de Base (UEB) del mismo nombre —en la práctica el corazón de la industria arrocera en este territorio—, quedaría muy impresionado por el positivo vuelco transformador operado aquí, merced a una millonaria inversión emprendida con celeridad y loables resultados.

Gracias a dicho proyecto, con base en la citada UEB enclavada en Aguada de Pasajeros, la Empresa Agroindustrial de Granos de la provincia ha asegurado la estabilidad de una industria de este tipo, el aumento en la calidad y volumen de las producciones, la mejor atención a las demandas tecnológicas de los productores y la añorada suficiencia tecnológica.

Lo anterior lo comparte con nuestro medio, Michel Castillo Vera, director industrial de la referida entidad, quien recuerda que esta para su funcionamiento era totalmente dependiente de Matanzas, y que en “La Paquita” solo se contaba con un viejo molino fabricado en 1948.

“Antes nos veíamos en la obligación de trasladar el arroz de Cienfuegos hasta Matanzas (Hoyo Colorado o Jovellanos, indistintamente), y en su procesamiento incurríamos en elevados gastos por concepto de combustible, transportación y mermas del grano. Eso está eliminado del todo”, complementa.

“Hoy, gracias a la inversión en marcha, ya poseemos un molino para asumir cinco toneladas (t) por hora, y una moderna base de silos de 3 mil t de capacidad. De igual modo, se está montando un secadero de 56 (el cual se agregaría a uno ya existente), y ese será el cierre de ciclo en la UEB La Paquita, núcleo de la industria arrocera de Cienfuegos”, significa el directivo.

Yosvany Vera Pérez, director de la UEB, indica que de la inversión comenzada a finales de 2013, resta el hormigonado del patio de la unidad, un almacén general de insumos a edificarse detrás del ya existente, la construcción de las áreas exteriores y la terminación del edificio socio-administrativo.

En estos momentos, el proyecto marcha cerca del 80 por ciento de ejecución general, puesto que los compromisos fabriles de mayor envergadura ya fueron levantados, sin restar la debida importancia a las obras por acometer o finalizar.

Desde el punto de vista productivo, económico y de la calidad final, el molino en funcionamiento aquí desde 2015 no solo beneficia a la Em­pre­sa, sino a la población, pues el arroz antes comercializado en Cienfuegos era molinado por los mismos productores (los campesinos), no siempre con la calidad necesaria.

Carlos Rodríguez, operador del molino y Ariel Campos, estibador, resaltan la calidad actual del grano ensacado en la UEB, tanto como el óptimo rendimiento industrial de un enclave de significación estratégica para los planes de progresiva y escalonada suficiencia nacional en la producción del grano.

Los molineros de “La Paquita” sacan de estas máquinas alrededor de 110 t del importante renglón alimenticio diariamente, y el origen agrícola se encuentra en una base campesina que integra a cerca de 900 productores individuales de unas 60 formas productivas dedicadas al cultivo, quienes ya garantizan volúmenes superiores a las 20 mil t cada año.

Los 134 obreros de la UEB laboran de forma ininterrumpida, en tres turnos de ocho horas, sabedores de la significación social y utilidad de su quehacer. Lo hacen con las condiciones tecnológicas garantizadas (las máquinas brasileras Zaccaría optimizan las dinámicas fabriles) y una correcta atención al hombre, tendente a impulsar la productividad en la jornada laboral.

Cual resultado de lo anterior, el índice de estabilidad es muy alentador aquí, como igual sucede en la mayor parte de los grandes objetivos industriales de Cienfuegos.

El proceso inversionista de “La Paquita”, a un monto de 14 millones de pesos, moneda total, es otra muestra de cuánto garantiza siempre, en términos de confiabilidad y resultados, emprender una tarea con visión, sentido colectivo de responsabilidad y ajustada a los cronogramas de ejecución.

Visitas: 65

Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *