Bosques de Cuba: un bojeo a la foresta

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La Editorial Científico-Técnica es una de las más gustadas y buscadas por los lectores cubanos, que junto a la también conocida Ciencias Sociales integran al grupo editorial Nuevo Milenio. Las publicaciones de esta casa editora están relacionadas fundamentalmente con las ciencias aplicadas, técnicas, naturales y biológicas: en el caso de las últimas ramas, han visto la luz magníficos volúmenes que –leídos hoy bajo la luz roja de los problemas medioambientales en el orbe– atesoran un valor inmenso.

No en vano fue lanzado el título Bosques de Cuba en 2011 a manos de un notable colectivo de autores, cuando la ONU celebraba el Año Internacional de los Bosques, en un gesto de clarividencia ante los futuros peligros que acecharían a los pulmones del planeta 8 años después.

El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), el Instituto de Ecología y Sistemática (IES), el Centro Nacional de Áreas Protegidas (CNAP), el Museo Nacional de Historia Natural, el Centro de Investigaciones y Servicios Ambientales (ECOVIDA), el Jardín Botánico de Cienfuegos, entre otras entidades ligadas al quehacer forestal en Cuba, son las que avalan este importante libro que destila en cada página los valores de los ecosistemas boscosos.

“En Cuba, la cobertura vegetal original se ha estimado (en 1812) superior a 90 por ciento. Sin embargo, desde 1520 se inició el desmonte de nuestros bosques. En 1900 se observó una drástica disminución de 54 por ciento de cobertura, a causa del intenso desarrollo de la ganadería y el cultivo de la caña de azúcar, disminución dramática que alcanzó su expresión máxima en 1959, cuando llegó a 14 %”, asegura el texto, en un alarmante grito que la historia colonial cubana explica a través de las inadecuadas ordenanzas reales de la Metrópoli española y el descontrol; agresiones que llevaron a que los bosques cubanos perdieran especies maderables únicas.

Al mismo tiempo, el texto realiza un bojeo de la situación actual de la floresta en el orbe y las tipologías que los agrupan: bosques boreales, de zonas templadas, los bosques tropicales y subtropicales, dispersos en todos los continentes exceptuando la Antártica y la mayor isla del mundo, Groenlandia.

“La mitad de los bosques está en los trópicos y el resto, en las zonas templadas y boreales. Según los datos de la FAO, abarcan cerca de 4 millones de hectáreas y cubren casi 30 por ciento del área mundial”, y de estas afirmaciones también se desprenden otros datos curiosos: “Siete países albergan más de 60 por ciento de la superficie forestal mundial: Rusia y Canadá (boreales y templados), los Estados Unidos (templados y subtropicales), China e Indonesia (templados, tropicales y subtropicales) y por último el Congo y Brasil con las mayores selvas tropicales de la Tierra.

Bolsonaro y el “crimen” de la Amazonia

El caso Brasil –tan polémico y políticamente nefasto– con Jail Bolsonaro a la cabeza, es el culmen de la contradicción con el más reciente escupitajo del mandatario hacia la comunidad científica internacional, al afirmar que su país no es poseedor del “pulmón del planeta” y negar además la presencia de los frecuentes incendios en la Amazonia.

Es obvio que los jefes políticos –del calibre de Bolsonaro– no tienen idea –o no les interesa tenerla– sobre el comportamiento de las florestas ante los impactos del cambio climático.

En torno al tema, Bosques de Cuba aborda en su última parte, punto por punto; con tablas, gráficos, imágenes, los problemas que refieren la fragmentación boscosa y sus diversas causantes.

Por ejemplo, el dilema del fuego en los ecosistemas forestales tiene puesto un asterisco: “Los ecólogos consideran que el régimen actual de incendios se ha alterado y se comporta de manera diferente a cualquier otro momento; ello provoca un impacto negativo en un proceso lento, imperceptible, que crece lenta y silenciosamente durante décadas.

“Las alteraciones de los regímenes actuales de fuego en estos ecosistemas se han alejado de los rangos naturales, históricos o ecológicamente aceptables, y se han creado condiciones negativas para la conservación de la diversidad biológica”.

Como puede apreciarse, en el volumen se encienden las alarmas y es evocado luego de la página 152, un conjunto de acciones que cualquier país preocupado por la salud planetaria puede ejecutar para proteger su masa vegetal. Estas van desde la actividad preventiva, la ordenación forestal, los trabajos de campo (tasación de los bosques), el buen manejo silvícola, entre muchas otras acciones necesarias.

Bosques de Cuba: naturaleza cubana y del mundo

En esencia, Bosques de Cuba representa una obra cardinal en manos de jóvenes y adultos, de lectura fácil; con glosario y un catálogo de imágenes, que ayudan a los lectores a discernir el campo de estudio en cuestión.

Es un alegato de reconciliación con la naturaleza cubana y del mundo, al sumar nuevos adeptos y amantes de la flora, así como un grito de denuncia frente a los 13 millones de hectáreas de masa boscosa que pierde la Tierra cada año a manos del hombre “civilizado”.

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Delvis Toledo De la Cruz

Licenciado en Letras por la Facultad de Humanidades de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas en 2016.

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