Blas Roca Calderío: un hombre de talento excepcional

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Allá en Manzanillo, en lo que es hoy la provincia de Granma, nació Francisco Calderío, el insigne político y combatiente revolucionario cubano que pasó a la posteridad con el nombre de Blas Roca. Era el 24 de julio de 1908 cuando vino al mundo, en un hogar de escasos recursos, circunstancia por la cual tuvo una educación casi autodidacta, a fuerza de tenacidad. Ello lo llevó desde muy joven a instruirse con textos de contenido social progresista. 

Aunque en 1924 había aprobado los exámenes que lo habilitaban para el magisterio, solo pudo ejercer como maestro sustituto durante tres meses, pues tuvo que abandonar el empleo por carecer de recomendación política. Poco después, con veinte años, comenzó a estudiar Marxismo y en 1929 ingresó en el Partido Comunista, de cuya organización en la otrora provincia de Oriente fue el encargado. 

Secretario general de la Federación Obrera de Manzanillo, tomó parte activa en las huelgas de zapateros de 1929 y en la de estibadores de 1930.A finales de 1933 se trasladó a La Habana y al año siguiente fue designado secretario general del Partido Comunista, por lo cual viajó a Moscú como delegado de Cuba al VII Congreso de la Internacional Comunista.

Blas Roca fue electo delegado a la Asamblea Constituyente de 1940 y diputado nacional desde 1940 durante varias legislaturas. Tras del triunfo de la Revolución fue miembro de la dirección nacional de las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI) y del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba. Fue director del periódico Hoy y presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

Desde la legalidad del Partido mantuvo un permanente apoyo a la unidad de la clase obrera y de todos los sectores nacionales en lucha por la verdadera independencia económica y política del país. Junto a Lázaro Peña y Jesús Menéndez, construyó una central sindical que unió a todas las corrientes de la clase obrera y las proyectó con un sentido revolucionario de clase.

Participó activamente en el establecimiento del Poder Popular en la provincia de Matanzas, y presidió la Comisión Redactora del Anteproyecto de Constitución. Fue investido con el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Jurídicas en la Universidad de la Habana en 1974.

Artículos de su autoría, discursos y entrevistas concedidas aparecieron en numerosas publicaciones. Varias de sus obras han sido traducidas al ruso, inglés, rumano, checo, húngaro, vietnamita. Antes de adoptar el alias de Blas Roca, y aún después, firmó trabajos con su nombre, Francisco Calderío, o sólo con su nombre de pila.

Miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba desde su fundación en 1965, Blas Roca fue ratificado en todos los congresos hasta el momento de su muerte.

Víctima de una larga enfermedad, falleció el 25 de abril de 1987, a los 78 años de edad. Por decisión de la dirección de la Revolución fue sepultado en El Cacahual con honores de General muerto en campaña y, en consonancia con su última voluntad, en “tierra pelada”.

De “hombre excepcional, de singulares virtudes y extraordinario talento” lo calificó Fidel Castro en la despedida de duelo de este “revolucionario ejemplar que dedicó por entero su vida a la causa de los humildes, maestro y conductor de comunistas por más de medio siglo, combatiente indoblegable que durante casi tres décadas dirigió el primer partido marxista-leninista de Cuba”.

Hoy, el nombre de Blas Roca evoca la lucha incesante por el bienestar del pueblo y su impronta pervive en la memoria de los cubanos que siguen su ejemplo desde las filas del Partido Comunista o simplemente escriben la historia de Cuba y su Revolución desde su cotidianidad.

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Yudith Madrazo Sosa

Periodista y traductora, amante de las letras y soñadora empedernida.

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