Biden: la Caja de Pandora

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Por los años 700 antes del nacimiento de Cristo, un poeta griego llamado Esiodio, escribió la teogonía, donde describía el surgimiento del mundo según la mitología griega, como un caos, no como desorden, sino como vacío. Así es como se ha quedado el sistema político de EE.UU. después del proceso eleccionario a partir de los intentos de Donald Trump, representante de los más reaccionario de la derecha en ese país y a nivel internacional de persistir en el poder y tomar la presidencia el nuevo mandatario, Joe Biden.

Curiosamente, la mitología griega explica solo la mitad del surgimiento de la raza humana con la creación del hombre. A la mujer, la envía Zeus como una desgracia, un castigo por haber sido engañado por Prometeo, otro dios del Olimpo que representaba a los hombres. Zeus llamó a la mujer un hermoso mal, y la nombró Pandora. Salvando la distancia, el sistema político norteamericano envió también un mal, llamado Joe Biden; solo que este no es una hermosa mujer, sino un viejo político, al cual los demócratas llevaron a elecciones ante la posibilidad de que Sanders ganara las primarias de los demócratas.

En la poesía griega y las demás expresiones artísticas propias de esa mitología, la mujer aparece como una amenaza; todo en ella es una desgracia para el hombre. Zeus no envío a la humanidad cualquier mujer; la elegida llevaba consigo una caja, y se le ordenó que no la abriese. Es decir, Pandora, la mujer hermosa, no sabía qué significaba la caja, ni comprendió que la caja era portadora de todos los males de la humanidad. Igualmente le pasó a los que votaron por Biden, ya sea por favoritismo o votando contra Trump, quizás con el anhelo que el experimentado político seguiría la política inteligente de su antecesor demócrata Barack Obama.

La hermosa mujer, Pandora, abrió la misteriosa caja, no se explica si por curiosidad u otra razón. Al hacerlo todos los males son liberados: la enfermedad, el dolor, el sufrimiento, las plagas, etc. Tarde cierra la caja y deja dentro la esperanza. Curiosamente Trump, al no ganar las elecciones, destapó todo lo sucio y corrupto del sistema electoral norteamericano. Arremetió contra todo el establisment norteamericano e intentó aplicar un golpe de estado convocando a sus seguidores a invadir la Casa Blanca. Por primera vez EE.UU se autoaplica la receta que ha aplicado a otros países cuando sus interese han estado amenazados: cantando fraude, intentos de fraudes, amenazas, toma a la fuerza de instituciones, etc.

La caja, es hoy Biden, portador de los tradicionales males de ese sistema, representante de los millonarios llamados engañosamente empresarios, que en realidad viven de la plusvalía que obtienen durante el proceso de producción con el sudor de los trabajadores, no solo norteamericanos, sino de todo el mundo. ¿Acaso hay alguna esperanza para el pueblo norteamericano y el resto del mundo en las aspiraciones de Biden de querer mejorar la ya pésima imagen del imperio?

¿En qué condiciones Biden aspira a  tal meta? Primero la Covid-19 ha mostrado la verdadera imagen y pocas posibilidades del sistema de salud capitalista y, sobre todo, el estadounidense, ineficiente y oportunista con la producción de vacunas e incapaz de resolver este mal, siendo la primera potencia mundial y el más rico de los países. Están latentes los peligros de un cambio climático que afecta ya la producción de alimentos, provoca catástrofes, etc. La amenaza de una glaciación, la posibilidad de un enfrentamiento nuclear y como si fuera poco, las redes sociales ardiendo. ¿Y cómo actúa Biden en este escenario?: se enfrenta a Rusia y China, y acaba de restablecer los acuerdos nucleares de su antecesor con Irán y coquetea con Corea del Norte, midiendo fuerzas.

En lo interno de EE.UU. el lobby sionista del congreso hace fuerzas para reanimar la producción y venta de armas, y la mafia anticubana y venezolana radicada en la Florida, realizan maniobras financieras y económicas para asfixiar al “eje del mal, Cuba, Venezuela y Nicaragua”.

Biden parece que va a ser igual sus atesores demócratas o republicanos; buscarán un Bin Laden, otra Libia, etc., Ya la flota Made in USA rodea a Corea del Norte, socio de China. Sucederá como con su antecesor demócrata quien fuera el presidente norteamericano que más guerras ha hecho y obtuvo el premio Nobel de la Paz.

Con respecto a Cuba, ya se sabe por las noticias, no somos prioridad, a pesar que fue tema de campaña de sus discursos de candidaturas, cosa que a los cubanos nos sorprende.

Después de las recientes elecciones el pueblo norteamericano ha quedado dividido en dos polos, lo cual pone en peligro a largo plazo la estabilidad de los tradicionales partidos, porque entre los que votaron por Biden, están los opuestos a Trump y seguidores de Sanders, con aspiraciones más allá de simples mejoras o parches al sistema norteamericano. Y por Trump votó un gran número, que al descubrir las acciones perversas del expresidente se decepcionó, pero que creen que la solución a la crisis del sistema norteamericano tiene que ver con las actuaciones de la extrema derecha norteamericana.

Si seguimos el análisis a partir de la concepción que aparece en la mitología griega, asombrosamente, “La esperanza”, es también un mal según los griegos de aquel entonces, porque te hace creer, te hace pensar, te permite actuar con la sensación de controlar el futuro, y el futuro, como es impredecible, no es seguridad de bienestar. Entonces, obrar creyendo en el futuro incierto, era para los griegos un engaño. “La esperanza” que aparece en la caja de Pandora, según cuenta su autor, era también, un engaño. “La esperanza” aparece en la caja de Pandora con ambigüedades. Solo que la poca esperanza que pueda trasmitir Biden a sus electores, por el momento, no es ambigua, sino ilusión. Si alguien tuvo alguna esperanza de que Biden fuera portador de algún bien, se está engañando.

Se plantea en la mitología, que Zeus servía a cada hombre una porción de bien y de mal, buscando el equilibrio, que era lo que realmente él representaba para los dioses del Olimpo. Me atrevería asegurar que de haber sido griego, Biden hubiese, tomado solo la porción del mal.

Con la llegada Biden y la salida asombrosa del poder de Trump, las esperanzas para los norteamericanos que depositaron su voto son solo una ilusión. El reacomodo en el mandato de Biden será buscando el bienestar de las élites y no el clamor del pueblo que lo apoyó en su campaña, y de algunos que lo ahora se aprovechan para hacer negocios.

La cuestión es peligrosa para el mundo y especialmente para el pueblo norteamericano; todo dependerá de las acciones que en lo adelante adopte el presidente; si sigue persistiendo en la guerra económica contra la fuerte e indoblegable China; si sigue enfrentando a Rusia, potente en lo militar y fuerte también en lo económico.

Para todos los analistas, sociólogos, politólogos, estudiosos y entendidos del sistema electoral norteamericano, este es y será siempre, que haya imperio como la caja de Pandora, llena de males, con “la esperanza” mezclada, creando falsas ilusiones de que sale uno u otro presidente, cuando la esencia del sistema te dice que no existe diferencias entre republicanos y demócratas. Las recientes elecciones lo demuestran, la mujer hermosa, Pandora (en este caso hombre: Trump) que portaba nada más y nada menos que la corrupción y la mentira, portador de la prepotencia, la arrogancia, la corrupción, la mentira, el engaño y que no conoce de ética. Pero ahora: ¿Cuál es o será la verdadera caja de Pandora?

Ese es otro de los misterios de la caja de Pandora norteamericana. No olvidar que este país pierde espacios en lo político, ideológico, económico, cultural,  etc. Es decir, como imperio al fin, está en decadencia, y esto puede ser peligroso para el mundo y para el país en lo interno si un presidente no cumple con lo prometido en su campaña.

Ese es tema para un magnífico debate, reflexión o análisis. Por ahora, Biden es la caja de Pandora, de los norteamericanos, que engañados o no votaron por el nuevo Calígula del imperio. Por suerte para ellos mismos,  el mundo ya no es el de antes.

 

* Por Camilo Alonso Machado, Máster en Ciencias y profesor auxiliar en la Escuela Provincial del PCC en Cienfuegos.

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5 de Septiembre

El periódico de Cienfuegos. Fundado en 1980 y en la red desde Junio de 1998.

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