Betty y los caminos de la historia

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De dónde venimos y hacia dónde vamos, así de sencillo resulta el planteamiento filosófico de la joven Beatriz Aprea Meneses. Tal vez ahí radique el secreto de su afición por esta materia desde edades tempranas, cuyos conocimientos le han valido ser premiada en concursos provinciales y nacionales. Por eso todos hablan de Betty y los caminos de la Historia.

En medio del ambiente de felicidad y el nerviosismo propio por la reciente noticia de la carrera otorgada, dialogamos con la joven estudiante del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas (IPVCE) Carlos Roloff.

¿Por qué te inclinaste por el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI)?

Pienso que la principal motivación de optar por esta carrera es el reto por exigirme más a mi misma, que según mis padres es una de mis cualidades. Por otro lado, es una profesión con un perfil integral en la preparación, que en definitiva contribuye a dotarte de una cultura general para el futuro.

Soy del criterio, además, de que en la vocación tiene mucho que ver con ese afán por el conocimiento de la Historia, sobre todo la de Cuba y la contemporánea. La nuestra, la referida a la segunda mitad del siglo XIX, precisamente porque en esa etapa se consolida la nacionalidad cubana y el pensamiento independentista, el mismo que contribuyó a formar a muchas generaciones hasta los días de hoy”.

Por sus propias características, el programa del ISRI considera en el primer año la permanencia en la Brigada de la Frontera (BF). ¿Cómo asumes esa nueva responsabilidad estudiantil?

Estoy muy consciente del rigor, disciplina y el sacrificio que me impone el cumplimento del Servicio Militar Voluntario Femenino en la BF, en Guantánamo, lo supe desde que elegí la carrera. La lejanía de mi familia y las comodidades del hogar son parte de ese desprendimiento, pero estoy segura que vale la pena y es un privilegio para cualquier joven.

Tengo muchas expectativas sobre ese período que voy a compartir con quienes custodian al país en la primera trinchera antiimperialista, pues con seguridad allí voy a adquirir nuevos conocimientos y habilidades, tanto en el plano físico como de la preparación militar, necesarios para ocupar un puesto en la defensa de la Patria, pero también por lo mucho que contribuirá en mi formación como persona para enfrentar el futuro”.

¿De gustos y preferencias?

Fanática de la lectura, preferentemente sobre temas históricos, Betty declara su afición por las crónicas de Ciro Bianchi en Juventud Rebelde. /Foto: Juan Carlos Dorado
Fanática de la lectura, preferentemente sobre temas históricos, Betty declara su afición por las crónicas de Ciro Bianchi en Juventud Rebelde. /Foto: Juan Carlos Dorado

Como joven al fin, disfruto de la edad. Por supuesto, considero que el principal deber es estudiar, pero tengo mis inclinaciones para los ratos libres, por eso soy fanática a la lectura, ya sabes, preferentemente temas históricos; de ahí mi afición por las crónicas del periodista Ciro Bianchi. Sin embargo, me complace mucho leer novelas de aventuras y policíacas; ver televisión y oír música de la que soy fan a Buena Fe. ¿Del cine? Pues sigo con más interés la filmografía cubana, ahora mismo recuerdo la más reciente que vi: Inocencia”.

Cuando recibiste la noticia del otorgamiento de la carrera ¿en quiénes pensaste?

En todos aquellos que pusieron un granito en mi educación. Recuerdo con mucho cariño a las tatas del círculo infantil Soldaditos de la Revolución; a los maestros de las escuelas primarias Antonio Maceo y Guerrillero Heroico; a los profesores de la Secundaria Básica Frank País y del IPVCE Carlos Roloff, en fin, a muchas personas…

Y por supuesto el primer pensamiento fue para mis progenitores, Yaquelín e Ibrahín Michael, el de ellos fue especial. Mis padres han sido el principal pilar de mi vida, por su apoyo incondicional en cada uno de mis actos, pero además, por su ejemplo constante y guía en la mejor manera de comportarme socialmente”.

¿Cómo se ve Betty a sí misma?

Para que vea qué contradicción: lo que yo valoro entre mis virtudes, como la exigencia y ser perfeccionista en algunas cosas, puede en un momento determinado convertirse en defectos en cuanto a mi conducta hacia los demás. Eso sí, me vanaglorio de ser una muy buena hija”.

Aunque no quiso, por su modestia, referirse a otras cualidades, el reconocimiento social en el barrio se encargó en resaltar públicamente su actitud y entrega como militante de la Unión de Jóvenes Comunistas, así como la participación en las tareas de la Federación de Mujeres Cubanas y los Comités de Defensa de la Revolución.

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Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

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