Bello y dorado Panamericano para Cienfuegos

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Inmejorable está siendo el cierre de año para el para-badmintonista cienfueguero Rolando Bello Rodríguez. A solo días de colgarse al cuello la medalla de oro en el Festival Nacional Paralímpico, celebrado en Cienfuegos en noviembre pasado, estableció cancha en Colombia defendiendo los colores patrios en el IV Panamericano y en el Open Internacional de la disciplina en 2016.

“Ya soy campeón en doble y single, para toda mi gente de Cuba” fue la dedicatoria de Bello tras los dos metales dorados en el Panamericano, efectuado del 1 al 4 de diciembre. Mediante fotos y videos en las redes sociales actualizó a sus seguidores de cada etapa de dicho torneo y del actual, el Open, iniciado el 4 y por concluir su calendario de topes el viernes 9.

“La delegación cubana la conformamos dos atletas y un entrenador, explica al chat el sureño. El profesor es Gilberto Amador Cruz, de La Habana, y mi compañero, el camagüeyano Manuel Alejandro del Rosario Pargas. Adaptarse a la nueva instalación resultó complejo; no contamos con una así en la provincia y el cambio se siente. El primer día me noté lento, con poca coordinación en los movimientos; pero después fui mejorando”.

Para Rolando, la oportunidad representaba un ascenso anhelado. “El Panamericano se celebra cada dos años y en 2014, en La Habana, obtuve dos bronces, uno en single y otro en doble. En el Open International Perú 2015 gané la plata en single y bronce en doble. Pero todos soñamos con alguna vez ser campeones de nuestra modalidad y en esta ocasión lo conseguí, enfrentando un nivel competitivo muy por encima al de eventos anteriores.

“En las semifinales me encontré nuevamente contra Leonardo Zuffo, de Brasil, con quien perdí en La Habana y en Perú. Ahora fue diferente: mi entrenador y yo trazamos la estrategia de llevar la iniciativa del juego, con combinaciones de golpeos al fondo. Le gané en dos sets. Ya con la emoción de la plata asegurada, nos centramos en el partido final.

“Tenía frente al peruano Pedro Pablo de Vinatea, quien también me había vencido en los certámenes anteriores. En este duelo me preocupé más por pulir las fallas previas. Dividimos en los dos primeros sets y en el cambio de cancha para el tercero me llamé a capítulo, ‘vamos, punto a punto, sin desespero’ y el marcador se fue despegando a mi favor. Así lo mantuve hasta llegar al punto 21. Entonces me arrodillé y grité desde el suelo: ‘¡Sííííí!’, por la alegría de ser campeón Panamericano de Para-Badminton. Ya tenía lista nuestra bandera en mi bolso de raquetas y cuando la alcé con las dos manos, el público aplaudió. Saldé un pendiente de par de años; esa era mi meta tras tantos esfuerzos y sacrificios; como ya te dije, el sueño de cualquier atleta que representa a su provincia y a su país.

“En el doble, el segundo duelo, contra la pareja brasileña, fue el más fuerte. Nos hicieron caer en un set. Igual supimos reponernos y ganar. Fue un todos contra todos entre cinco duplas y al quedar invictos, subimos a lo más alto del podio”.

Todavía sin tiempo para celebrar el éxito y a la espera de aumentar la cosecha dorada en el Open, asegura: “nunca uno está conforme, aunque sí muy contento. Es algo difícil de explicar por tanta satisfacción y alegría”.

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Darilys Reyes Sánchez

Licenciada en Periodismo. Graduada en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas en 2009

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