Beisbol Cubano: Cachorros y Elefantes sellan por lluvia. Ibáñez milenario
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Parece la cruz de los desafíos en los municipios: sellar y reanudar doble, a partir de las 10 a.m. del día siguiente, en el estadio principal; en este caso el “Calixto García” de la capital holguinera. Sucedió antes en II Frente, en Santiago, y repetimos en el “Melchor Anido”, de Báguanos… y al menos aquí el agua fue hasta un alivio.
Wilson Paredes y Camilo Ballester fueron los abridores. Pero fatal andaba el juego por y para los nuestros este jueves, de esos que pintan de todas, todas, para el contrario, por donde quiera que lo vires. La mejor noticia del día fue el hit número mil de Yusniel Ibáñez en su primer turno al bate del choque y a partir de ahí, todo se empezó a torcer.
Primero la ofensiva, perdonando más de lo que debía, máxime cuando tenía hoy —como siempre y más que nunca— la responsabilidad de echarse el marcador a sus espaldas. Con hombres en primera y segunda en el debut, sin outs, solo Ibáñez produjo con la mínima para la ventaja, pues luego el capítulo cerró sin daños a terceros… ni segundos, la verdad. En la baja los Cachorros empataron y entonces lamentamos la poca productividad; mas quedaba juego.
La del segundo inning, que les devolvió momentáneamente la punta, se la deben exclusivamente a Wilson Paredes: par de pelotazos, ya con dos hombres en circulación, y entrando de caballito. Si lo analizamos desde nuestro lado, pues las bases se quedaron llenas en otra oportunidad desaprovechada.
En cuanto al pitcheo, una caja de sorpresas era la salida de Camilo Ballester, por segunda vez en los roles de apertura. No estuvo dominante —aunque silenció sin contratiempos a lo mejor de la tanda holguinera en el segundo— pero a su responsabilidad solo podemos achacar el empate…el resto, es crédito de la defensa.
Errores, como suele suceder: a la hora menos oportuna, costando tanto como duelen. Un par de tiros malos y otras dos carreras para los locales, que sacaban dos de diferencia. La lluvia presente, arreciando incluso, y aguantaron hasta el tercer out (un fly a manos de Ibáñez), para dar por sellado el desafío…
Lo dicho: Holguín. Cómo cuesta. Y todavía no entiendo por qué…
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