Be-longing, más allá de la duda en Cienfuegos
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La comunicación entre el hombre con limitaciones físicas y el resto del mundo se pone en tela del juicio, los miedos, la ira y conflictos internos afloran en escena con la obra Be-longing, del grupo noruego danza-teatro ToyBoys, recién estrenada en el teatro Tomás Terry, de Cienfuegos.
No es propuesta para entenderla de modo literal, sino que en ella confluyen acciones dramáticas que dejan dudas más allá de las palabras. A pesar de las distancias culturales entre los actores y público, Be-longing mantuvo a la expectativa a quienes la fueron a ver, y en ello tuvo un acento profundo el buen desempeño actoral en escena.
Atípica desde el inicio, la obra, limitó la entrada de público, pues las sillas estaban ubicadas en el mismo tabloncillo, acortando así la distancia entre emisor-receptor de culturas. Todos sintieron de cerca la respiración, la fuerza de los movimientos, la carga emocional de los rostros, la música en vivo, el efecto de las luces…
“Antes había venido mucho a Cuba e interactúe con personas sordas, eso me motivó para la obra. Me llamó mucho la atención sus movimientos gestuales. Entonces en Noruega contacté a una guionista para que me escribiera un texto, donde además se combinara el tema de la homosexualidad”, dijo Ulf Nilseng, director de la compañía.
Movimientos repetitivos, complejos, que requieren fuerza física y mental como muestra del pesimismo humano, de la locura devenida por el no entendimiento de los demás, la incomunicación que trasciende el marco de las tablas.
Una obra diferente, donde el público interactuó de manera directa y al final quedó atrapado en la red de la duda, esa duda descartiana que nunca deja de merodear al ser humano.
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