Nace en Bayamo “El Cubano Libre”, primer periódico mambí

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En la primera decena de noviembre de 1868 salió a la luz pública en Bayamo el primer número del primer periódico mambí.  La Revolución naciente tuvo su inicial órgano de prensa.  Fue otro extraordinario combatiente. Un combatiente de papel.  Esta es su historia… 

La toma de la ciudad de Bayamo fue el bautizo bélico de las fuerzas bisoñas de cubanos dirigidos por Carlos Manuel de Céspedes, en octubre de 1868. En medio de los combates fue ocupada la imprenta donde se editaba el periódico español “La Regeneración”, vocero de los intereses colonialistas en la región. 

El poeta bayamés José Joaquín Palma fue designado por Céspedes para que editara allí un órgano periodístico revolucionario. Cuando esa tarde se discutió el nombre, Palma dijo:  

– “¿No vamos a liberar al pueblo de Cuba? Pues entonces el nombre debe ser: “El Cubano Libre”.   

Así fue aprobado. Los tipógrafos bayameses estuvieron así entre los iniciadores de la genuina historia revolucionaria de nuestra prensa.  Recuerden que entonces, como hasta hace solo unos pocos años atrás en Cuba, para editar un periódico los tipógrafos-cajistas debían componer el texto, letra a letra, hasta formar palabras, colocándolas ordenadamente en una cajuela de madera que luego se llevaba a un linotipo que las fundía en plomo, haciendo una barrita que integraba cada línea del texto. Las líneas conformaban una o más columnas, del tamaño de la plana. Se untaba de tinta y se presionaba mecánicamente sobre el papel en que se imprimía. Era el principio de la imprenta inventada por el impresor alemán Gutenberg en 1440. El tiempo y la ciencia moderna hicieron que hoy eso sea solo un proceso de fototipia y fototipografía, actualmente capaces de trasmitirse por vía electrónica, en segundos, de la ciudad en que se compone el texto y se fotocopia hasta otra ciudad donde se imprime en papel periódico. Así se edita actualmente en Cienfuegos el periódico 5 de Septiembre de Cienfuegos, y se imprime en el poligráfico Santa Clara.  Y se imprimen diariamente, en esta última ciudad, los periódicos nacionales Granma, y Juventud Rebelde, editados en La Habana, para resolver los problemas de distribución territorial.  

Llegamos al presente con esta explicación de impresión contemporánea, pero estábamos en el Bayamo de 1868 cuando los patriotas al mando de Céspedes crearon “El cubano Libre” y la composición era enteramente manual y letra a letra, pero así contribuyó a contar las noticias y episodios sobre el inicio y posterior marcha de la revolución, en ese y otros territorios del país. Así, en el primer número del diario bayamés, se publicó la 0rden de Céspedes de velar por el orden y las propiedades bayamesas.  Publicó noticias sobre hechos de armas. En la sección poética aparecieron las dos primeras estrofas de “La Bayamesa”, luego nuestro Himno Nacional.   

Existen versiones de que el pueblo leía cada día, con avidez, todo lo que publicaba “El Cubano Libre”, periódico que literalmente era arrebatado de las manos por las muchedumbres ávidas de conocer las informaciones. Es una emoción que conocemos los que vimos nacer 5 de Septiembre allá por 1980, cuando frente a su redacción en la calle Gacel, entre Santa Cruz y San Carlos se aglomeraban cada amanecer cientos de personas para leer en sus páginas la realidad cotidiana, su interpretación, las orientaciones… 

Durante casi tres meses, el periódico “El Cubano Libre” salió diariamente en el Bayamo liberado. Traía editoriales y artículos de fondo que orientaban a la población y a los combatientes revolucionarios, noticias de la guerra en otros lugares cercanos, disposiciones oficiales, y no faltaba una sección literaria con poesía y trabajos culturales. El director, José Joaquín Palma, se encargaba de todo el contenido, y el santiaguero Carlos Corona, que había laborado como tipógrafo en una publicación masónica dirigida por Francisco Maceo Osorio, tenía a su cargo la confección en imprenta de cada edición. Actualmente existen muy pocos ejemplares de este periódico histórico, que se atesoran en la Biblioteca Nacional.  Sólo constan ejemplares del 29 de octubre y del 20 de noviembre.  Los contenidos de otros sólo se conocen por referencias. 

Entre los patriotas que colaboraban con ese diario estaba Pedro “Perucho” Figueredo que, en su condición de Jefe de Estado Mayor de las fuerzas insurrectas atendió la distribución entre las fuerzas combatientes, además de escribir artículos esclarecedores.  

Como es sabido, los colonialistas enviaron sobre Bayamo, la capital de la insurrección,  todas sus fuerzas militares para tratar de rendirla. Cuando el General Blás de Villate, Conde de Valmaseda, estaba a punto de retomar la ciudad, los patriotas decidieron junto con todos sus habitantes, convertir su ciudad en una inmensa pira ardiente, antes que rendirla, porque eso significaba rendir la Revolución. Fue entonces que el diario mambí publicó un Editorial en que se explicaba la decisión y se contaba con la comprensión y apoyo del pueblo. Cada contingente militar leyó y discutió ese editorial y se comentó con toda la población civil. Esta secundó la decisión. Así jugó un papel extraordinario. 

Tras el incendio y destrucción total de Bayamo, que dejó consternado a Valmaseda que a la vista del incendio se lamentó: ¡Estos cubanos están locos…!, porque se sintió derrotado con esa decisión tan patriótica, el periódico dejó de publicarse durante seis meses. Reapareció en Camagüey  donde se editó un tiempo hasta que en 1871 el enemigo logró destruir la imprenta. Volvió a imprimirse en 1895 por decisión del Mayor General Antonio Maceo.  En 1958 resurgió en plena lucha contra la dictadura pro-imperialista de Batista, gracias a Ernesto Che Guevara.  Esta es la historia de este símbolo de la resistencia, combatividad y fuerza ideológica del pueblo cubano.  

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Andrés García Suárez

Periodista, historiador e investigador cienfueguero. Fue fundador de 5 de Septiembre, donde se desempeñó como subdirector hasta su jubilación.

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