¡Ay Pánfilo, lo del pan es pa’ morirse!

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Si el viejo Pánfilo se hubiera tropezado otra vez con una situación como la de Consuelo Díaz, el hilo del que cuelga su corazón no hubiese aguantado el disgusto. Imagínense que esta vecina del reparto Buenavista, en la ciudad de Cienfuegos, llegó resuelta a comprar “el pan nuestro de cada día” y resulta que le vendieron un “pancito”.

Ella no podía creerlo, la pobre, y quiso hacer honor a su nombre y buscar consuelo, pero era tal la desvergüenza y ya tantas veces lo mismo, que hizo saber de su queja a “Mazzantini el torero”: “en la panadería de Buenavista todos los días venden el pan sin el peso requerido”.

Con suerte fue escuchada. La queja de Consuelo llegó a los oídos precisos y, posiblemente en menos de lo que ella esperaba, la Empresa Provincial de la Industria Alimentaria (EPIA) en Cienfuegos se alistó a emitir una respuesta. Les cuento: el pan por el cual se quejaba nuestra protagonista estaba en el rango entre los 25 y 30 gramos (g), cuando debía pesar 80. ¡Aquello era un caramelito!

Las consideraciones de Magalys Torres Abreus, directora de la EPIA, no dejaron lugar a dudas. Tras una acción de muestreo a la susodicha panadería, se estaban “violando gravemente todos los procesos productivos referidos al gramaje del pan a la población”, deficiencias en las que convinieron la administradora del establecimiento y el maestro panadero.

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Como medidas de compensación a las personas afectadas, se decidió, en primera instancia, resarcir tales molestias con “la entrega de dos raciones de pan por consumidor” y “aplicar el correctivo disciplinario correspondiente, atendiendo a la gravedad de los hechos”, muy disparatados por cierto.

Luego de los análisis administrativos requeridos, la EPIA en Cienfuegos tomó cartas en el asunto y resolvió la separación definitiva de la administradora de la panadería de Buenavista del cargo que ejerce y lo mismo para el maestro panadero, ahora sujeto a un cambio de plaza con menor remuneración. Historia para abochornarse y botón de muestra de similares inquietudes, que incumben el pesaje del pan y de otros muchos productos.

No es la primera vez que el tema ocupa un espacio en este periódico, ya casi un mimado en la prensa. En uno de esos acercamientos, lo apuntábamos: “lo del pan parece el cuento de nunca acabar y la solución no llega ni empujándola”.

Entonces, directivos, administradores y especialistas, esgrimieron mil excusas: que si “la mala calidad de las materias primas”, “la precariedad tecnológica”; sin reparar en la necesidad de un control sistemático sobre estas unidades, en aras de evitar episodios tan risibles y de lastimosas consecuencias. Pero quién sabe, a lo mejor ahora, tras la pública experiencia de Consuelo, otros vecinos encuentren, en el sentimiento que clama su nombre, remedio para la desazón.

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Roberto Alfonso Lara

Licenciado en Periodismo. Máster en Ciencias de la Comunicación.

4 Comentarios en “¡Ay Pánfilo, lo del pan es pa’ morirse!

  • el 30 marzo, 2021 a las 8:57 am
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    Porque no han visitado la Ciudad Nuclear, vienen los inspectores y el pan, bueeenoooo, pero la verdadera muestra del pan hay que verla, despues que los inspectores se van, las visitas no deben avisarse, deben ser sorpresivas y así encontrarán la verdadera cara de lo que el pueblo tanto se queja, en la panaderia de la cadena del pan (especial), que de espacialidad no tiene nada, solo se expende pan, para los que lo pueden alacanzar, a las 5 am, luego a las 3 , 4 y 5 pam y en cantidades muy reducidas, para la cantidad de poblacion de la zona, los panecitos, de 1.00 peso paracen diminutos, las barras desmayadas de 5.00 pesos parecen una cañita de pescar y con un aspecto muy feo, pálidos que parecen crudos, todo esto cuando estamos hablando de que la panadería permanece abierta pero las ventas son muy escasas y de la calidad, ni hablar, tanto en la especial, como la del pan normado, en esta zona solo hay esas opciones, podrán imaginar la que pasamos, lo otro es tirarase contra los dulceros particulares que más caros no pueden vender los dulces, pero eso pasa a diario y no hay autoridad ni alguien que les ponga freno a las violaciones y todo eso lo paga, …el pueblo, por tanto el viejo Pánfilo se quedó muy corto si viera lo que pasa aquí en este paraje, sin ley ni orden

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  • el 5 octubre, 2019 a las 4:41 pm
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    Cuando leo artículos como este recuerdo a mi vecino Angelito que siempre se quejaba de la mala calidad del pan en las asambleas del delegado. En una de ellas otro vecino le dijo cuando lo vio solicitar la palabra : ¨,Qué Angelito, vuelves con lo del pan?¨, y este le respondió: ¨Noooo, ya esa batalla la ganaron los panaderos¨.

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  • el 16 septiembre, 2019 a las 9:13 am
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    Por favor revisar la panadería de San Carlos que el pan tiene cero gramaje pues el de 0.80 bien bien se puede guardar en el bolsillo
    de lo pequeño y nadie lo ve tampoco sábado por sábado compro el pan del desayuno de mis niños y cada sábado es mas pequeño, y mas los compradores y revendedores de pan en esa panadería, ya no existe respeto para los trabajadores ni la pobalción que vergüenza otros se enriquecen de la propia explotación de sus semejantes ,y la dirección donde esta……

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  • el 15 septiembre, 2019 a las 9:39 pm
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    Por fin, cansados de tanto maltrato y de plantearlo en reuniones con la delegada del barrio los habitantes prefirieron dejar de reclamar, pero todo llega y siempre existe alguien que no se calla y ahi esta, demostrado las violaciones que se vienen cometiendo hace mucho tiempo pero me gustaria saber como se hizo el analisis, si se violaba el peso a tal nivel, se perdia sin control un 60% del producto, y donde fue a parar, es que los dirigentes no analizaron eso, todo fue tan emergente o superfici

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