Autoabastecimiento: surco sembrado en centro mixto Félix Edén Aguada (+Video)

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La historia no debía ser nueva. En la década de los ochenta y principio de los noventa una buena parte de los centros educativos anclados a la zona rural producían una buena parte de sus alimentos en Cuba, algunos llegaron a autoabastecerse incluso. Luego, tras el advenimiento del período especial, vino un periodo de limbo productivo y el marabú rodeó muchas escuelas hasta limitar el paisaje campestre a su llana figura.    

El municipio de Abreus, en Cienfuegos, coleccionaba varias de esas instituciones escolares que tenían hectáreas de verduras, hortalizas y viandas. La decisión de traer los preuniversitarios a las ciudades rompió con la inercia, aunque a decir verdad ya se había disminuido en la velocidad desde hacia tiempo.   

En aquel entonces pretérito era normal que los estudiantes y profesores se vincularan al trabajo productivo en el país, aunque los surcos se volvieran infinitos ante la mirada de muchos. El campo enseñaba el significado de un montón de palabras asociadas o no al medio agrícola, te ponía justo en la línea donde rendirse no valía la pena, pues luego vendría con todas sus pompas la Universidad.

Retomar el surco desde una mirada emancipadora vuelve a la mesa directiva del sector. Desde el ministerio han bajado orientaciones precisas para potenciar lo que un día fue pan comido. Ello descansa en un sofá económico: de tanto acomodamiento ni el limón silvestre salía de la tierra en esas instituciones campestres y para cocinar estiraban la mano a las arcas estatales.

Actualmente en Cienfuegos es destinado 21 millones de pesos del presupuesto gubernamental al sector educacional solo para concepto de alimentación. Reducir ese gasto público a través del autoabastecimiento y lograr mejoras en los menús resultan justificantes más que sobradas para volver sobre una historia pasada.

UN EDÉN EN MEDIO DE TANTO

Unas seis hectáreas cultivables que estaban cubiertas de marabú en el centro mixto Félix Edén Aguada, del municipio de Abreus en Cienfuegos, fueron barridas de una vez y por todas. De aquella temporada no queda mucho allí, una variedad de colores matiza ahora el paisaje rural.

Autobastecimiento félix edén cienfuegos
Más de 7 mil matas de plátano fueron plantadas en el centro, entre alumnos y profesores mantienen el campo. /Foto: Zulariam Pérez Martí

“Nos propusimos no depender más de otros sectores para abastecernos de los productos agrícolas y especies. Hoy tenemos yuca, mango, café, plátano, cebollino, guayaba, boniato, habichuela… y las cosechas dan hasta para repartir a otras entidades del sector (…) Durante los días difíciles de la Covid-19 en Cuba, al no tener estudiantes aquí, destinamos esos productos a la casa de niño sin amparo filial y a las sedes de organizaciones políticas que trabajaron incesantemente”, explicó Bienvenido de la Torre Blanche, director del mencionado centro mixto.

La escuela acoge a 469 estudiantes en cuatro enseñanzas educativas, de ellos los de la secundaria básica y preuniversitario van al campo 8 horas a la semana, mientras que los del área técnica duplican ese tiempo, porque estudian especialidades a fines a la actividad agrícola.

Unos 72 profesores que viven generalmente en la zona de Horquitas, un polo agropecuario cienfueguero, conforman el claustro de dicha institución, la cual resalta a nivel de provincia por los parámetros en retención escolar, disciplina y resultados en la pruebas de ingreso a la Universidad.

Los propios educadores en tiempo de Covid-19 mantuvieron en óptimas condiciones las siembras, junto a cuatro obreros que contrata educación para sostener los cultivos.

Autobastecimiento félix edén cienfuegos
Los sistemas de riego son empleados para las verduras y condimentos./Foto: Zulariam Pérez Martí

De esas tierras brotan cada mes aproximadamente 103 quintales (q) de yuca, 20 q de plátano y una buena cantidad de condimentos y verduras.

“Somos una mano de apoyo para el sector y la sociedad misma, nos sentimos útil y nos forman en el sentido del deber. En esta zona los muchachos desde que nacen ven la actividad agrícola como parte de su patrimonio y les gusta insertarse a estas actividades, no es un problema”, dijo a la prensa Miguel Adrián Rodríguez Pérez, estudiante de duodécimo grado.

Para los profesores de la enseñanza técnica-profesional el vínculo con las siembras es primordial, pues le dan salida a un grupo de habilidades que deben adquirir en cada periodo lectivo. “Ellos pueden visualizar la rotación de los cultivos, las especies invasoras, los ciclos productivos, aprenden a deshojar, la distancia entre las plantas…, hay un programa curricular en función del adiestramiento”, afirmó Eloide Armedia Carvajal, profesor de “Félix Edén Aguada”. 

El sector educacional en provincia de Cienfuegos acumula un total de 85 hectáreas (h) de tierras cultivables en 76 centros de diferentes niveles educativos. A las labores agrícolas se dedican solo 22 h, de ellas la mayor parte están en producción y el resto se dedica al pastoreo de animales vacunos.

Las cifras, sin dudas, muestran cuanto suelo queda bajo la sombra del marabú si todavía el 74,2 por ciento de los terrenos aptos no se cultivan.     

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Alumnos de duodécimo grado en su preparación para las pruebas de ingreso a la Universidad./ Foto: Zulariam Pérez Martí

“Desde enero y al cierre de junio se acopiaron 35 toneladas de viandas, en hortalizas unas 19 t y en frutas 6,9 t (…) Nos es una estrategia nueva, pero la vamos a potenciar a partir de un pedido que nos hace el Ministerio y la máxima dirección del país (…) Hemos orientado sembrar todas las áreas cultivables de las escuelas no solo en la zona rural, sino también en lo urbano”, dijo a la prensa Orlando Martínez, asesor provincial de educación.

El centro mixto Félix Edén Aguada es el único en toda la geografía cienfueguera que hoy  renunció a las viandas y hortalizas que Acopio le mandaba mensualmente, ello representa 16 quintales de viandas y una buena cantidad de hortalizas menos cada 30 días que se deja de consumir del gasto público.

En busca de multiplicar estas experiencias el sector educacional andan más allá de los papeles y las estrategias comienzan a funcionar, otras entidades abrazan el autoabastecimiento como una prioridad que ya muele marabú en alianza con otros organismos cercanos a las instituciones educativas.

La historia no debía ser nueva, pero volver sobre lo positivo es un buena entrada para cualquier relato.

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Zulariam Pérez Martí

Periodista graduada en la Universidad Marta Abreu de Las Villas.

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