Autoabastecimiento municipal: arrimar la comida al plato

Compartir en

Tiempo de lectura aprox: 4 minutos, 40 segundos

“Los barcos de comida están en la tierra de cada territorio”, ha reiterado el viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca. Evidentemente, la imagen tropológica alude a los retos impuestos para incrementar la producción agropecuaria de modo que los esfuerzos locales, con sus autoridades al frente, posibiliten la soberanía alimentaria a la que aspira la máxima dirección del país y espera la población.

Justo, el programa de autoabastecimiento municipal (PAM) marcha en esa dirección, como quiera que sus propósitos y líneas fundamentales concuerdan perfectamente con el plan de Soberanía Alimentaria y Educación Nutricional (SAN) propuesto para la provincia de Cienfuegos y el país en general.

Tales empeños quedan inscriptos en una nueva concepción del Estado y Gobierno cubanos de encaminar los esfuerzos en pos de disminuir la dependencia de las importaciones de alimentos e insumos, consolidar las iniciativas locales encaminadas a producir alimentos y movilizar los sistemas educacionales, de la cultura y de la comunicación en tal sentido.

“Estamos frente a una estrategia de vital importancia para la seguridad alimentaria de la población desde la perspectiva territorial con una participación multisectorial, pues aunque la encabeza el Ministerio de la Agricultura, a ella tributa un grupo importante de organismos, instituciones, entidades, organizaciones políticas y de masas y de la población en general; en fin, una opción tuya, mía, de todos”, según los argumentos expuestos por Yoán Sarduy Alonso, delegado el Minagri en la provincia.

Agregó el directivo, que fueron escogidas nueve comunidades de los ocho municipios sureños para evaluar el impacto del SAN, lo cual hizo necesario realizar un diagnóstico sobre las potencialidades particulares de cada uno de esos asentamientos

“Tras conocer en detalles las fortalezas, comentó, se diseñó un plan de acción. Por ejemplo, Educación previó círculos de interés sobre enseñanza nutricional; los CDR por su parte, contabilizaron cuántos patios más podemos sembrar; en tanto, la Industria Alimentaria se planteó las posibilidades de fabricar dulces caseros de acuerdo con el potencial frutícola de la localidad”.

El nuevo polo productivo de la UBPC Tres Picos, en Palmira, se inscribe en los esfuerzos de ese territorio por incrementar el percápita de viandas, hortalizas y granos. / Foto; Juan Carlos Dorado.

Empero, al sector agrícola le corresponde evaluar los indicadores en función de la demanda de alimentos que requiere la población, a fin de asegurar los 5 kilogramos percápita mensuales de proteína animal y las 30 libras de viandas, hortalizas, granos y frutas, a más tardar en el 2030. Ello supuso un estudio de las especies de ganado menor que se necesitan, cuyas vías apuntan a la concreción de los módulos pecuarios y el área a sembrar en las bases productivas, estatales o no e incluyendo el programa de la agricultura urbana, suburbana y familiar, así como las modalidades de cultivo para cumplir con dichos propósitos, muy a tono con el programa de autobastecimiento municipal.

Hoy por hoy, el principal escenario, tanto del PAM como del SAN, está ligado al surco. Ahora más que nunca debe tenerse presente la máxima martiana de que “si el hombre sirve, la tierra sirve”. Los tiempos que corren exigen poner a prueba toda la sapiencia de nuestros campesinos y agricultores en general, volver la vista a mañas guajiras de antaño, sin descartar la ciencia y la técnica, prácticas agroecológicas actuales y el uso de medios biológicos, a fin de sacarle los mejores frutos a nuestro principal recurso con lo que tenemos a la mano.

Sobran los buenos ejemplos de lo que se está haciendo en las unidades productoras de Cienfuegos. En respuesta a esas exigencias han surgido valiosas propuestas. Aunque en cualquier municipio de esta provincia podrían salir a la palestra esas prácticas, el de Palmira va despuntando como uno de los territorios con sobresaliente empuje.

Ese ambiente de transformación puede encontrarse en historias cotidianas escritas con sudor y esfuerzo. Solo basta recorrer los campos palmireños para topar con gente como el boyero José Herrera Enríquez, quien sin proponérselo siquiera, es uno de esos héroes anónimos del día a día. Allí, a la vera del surco, sin miramientos de la hora ni el rigor del clima, ajusta las guías de la inseparable yunta de Cimarrón y Ligero, al tiempo de dejar el rastro del crecimiento en el nuevo polo productivo de la UBPC Tres Picos.

Aquí mismo, al decir del presidente de esa entidad, Alexánder Espín Martínez, están en desarrollo 65 hectáreas de cultivos varios, incluyendo 25 ha del plan de primavera con plátano y yuca, como parte de la estrategia del autoconsumo municipal.

A poca distancia del lugar, otro enclave agrícola en la CPA 17 de Mayo sigue similares pasos, con empeños mayores en la preparación de nuevas tierras, antes infectadas de marabú. De planes y expectativas habla el representante de los cooperativistas, José Nicolás Bolaños Larraburo, quien menciona entre las novedades la siembra de maíz transgénico para alimento animal.

“Las 63 medidas repercuten de forma favorable para elevar los niveles de producción de alimentos con un concepto económico”, asegura el presidente de la CPA 17 de Mayo, José Nicolás Bolaños. / Foto: Juan Carlos Dorado.

O tal vez, un poco más al oeste del territorio cienfueguero, te encuentres en la CCS Sergio González, de Aguada, a campesinos de la estirpe del veterano Arturo Alemeida, labriego tan arraigado a la tierra; o el afanoso extensionista del arroz Frank Michel Miranda, quien desde su finca La Perseverancia garantiza la mejor variedad de la simiente del grano para el resto de los productores.

Pero esos son los consagrados, porque como tarea de todos al fin, el PAM aglutina a cada estrato de la sociedad. Entonces, no es de extrañar que el matrimonio integrado por Eugenia González Labrada y Víctor Rodolfo Elizundia, hayan convertido el frente de su edificio en un jardín productivo de vegetales y hortalizas, referente del movimiento popular cederista Cultiva tu pedacito.

Ahora bien, tan ambiciosas metas deben alcanzarse en medio de la aplicación de todas las tranformaciones económicas derivadas de la Tarea Ordenamiento (TO), y al mismo tiempo, sortear los obstáculos impuestos por la pandemia de la Covid-19 y el recucrudecimiento del férreo bloqueo yanqui.

Tras valorar las inquietudes e insatisfacción sobre la TO se aprobó un paquete de 63 medidas, de ellas una treintena prioritarias para estimular la producción de alimentos. A propósito del tema, Yazmín Jiménez Álvarez, presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en la provincia, recordó que una vez más escucharon a los campesinos, y ello entraña mayor compromiso con la alimentación del pueblo.

La disminución de los precios de pienso y bioproductos, el incremento de compras de varios renglones y la reducción de tarifas eléctricas y de agua, están entre las respuestas a reclamos de los productores. A lo anterior se suma liberar un poco más la comercialización, de modo que se pueda acercar el surco al plato del cienfueguero, tal y como lo reconoce el presidente de la “17 de Mayo”.

“Por supuesto, a la par nos obliga a administrar con sentido económico, pues aparte de la contribución social, la cooperativa es un negocio y como tal no podemos perder; la brújula está en las ganancias y la rentabilidad. Quien no actúe con esos conceptos, quiebra”, reflexiona Bolaños Larraburo.

En general se ve con muy buenos ojos, como dicen los guajiros, la rebaja de un cinco al dos por ciento el impuesto sobre ingresos personales para este y el venidero año. En opinión de varios directivos, el monto de la diferencia puede ser una vía para mejorar los salarios de los trabajadores y obtener mayores utilidades. Por lo pronto, se espera que otros mecanismos destraben ataduras burocráticas y organizativas; en tanto, las garantías de pólizas de seguro, créditos bancarios ventajosos, acceso a operar cuentas en moneda libremente covertible (MLC) y facilidades para la adquisición de combustibles refuerzan el interés por producir más.

El reto es inmenso, pero sobran razones para impulsar el autoabastecimiento municipal. Como se ha exhortado, los tiempos reclaman desechar la mirada al puerto y poner los ojos en la tierra, allí donde está el verdadero buque de comida, capaz que arrimar el surco al plato.

El movimiento popular de los CDR “Cultiva tu pedacito”, también contribuye al programa de autoabastecimiento municipal. / Foto: Armando Sáez

Visitas: 1

Armando Sáez Chávez

Periodista de la Editora 5 de Septiembre, Cienfuegos, Licenciado en Español y Literatura y Máster en Ciencias de la Educación

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *