Aumento de precios: que no vuelva el cántaro a la fuente

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La primera vez —en la memoria de los últimos dos años—, ocurrió tras el paso del Huracán Irma. La segunda, luego de una drástica reducción a los servicios estatales de transporte en mayo pasado, por déficit de combustible. Ahora, en vísperas de agosto, pudiera aparecer un tercer “chance” para el oportunismo, y los precios olfatear las nubes, de lo cual ya tenemos indicios mediante los aumentos decretados por los carretilleros o a través de los pasajes de algunos cocheros o transportistas de vehículos, en precios abusivos y sin razón alguna.

En franco repaso delos acontecimientos, urge recordar que tras “Irma” el abastecimiento a mercados y placitas se deprimió al quedar la agricultura en estado de contingencia. Entonces se expandió, como nunca antes, el tejido de lucro con los productos agropecuarios; a tal punto, que resultó necesario neutralizar el fenómeno desde la política de tope de precios, aplicada por el Consejo de la Administración Provincial.

Reapareció el lastre el pasado mayo (crisis del transporte en apogeo) porque siempre hay quien espera los dolores económicos del país para engordar bolsillos. Algunas medidas, enunciadas por este propio diario, se implementaron en Cienfuegos para devolver los precios a su cauce. Sin embargo, a Santa Clara costaba un camión privado veinte pesos. Hoy treinta. A Palmira, una máquina, diez. Ahora quince.

Con tales antecedentes, y hecho público el anuncio del incremento salarial al sector presupuestado, algunas señales hacen temer el regreso del cántaro a la fuente, al escuchar el pregón del tomate (fuera de temporada, pero en carretilla) elevado de diez y quince, a ¡veinte pesos!; el guagüí a doce. El boniato, experimenta suerte similar, y la carne de cerdo… bueno, esa es harina de otro costal, pero igual corre hoy a manos de la especulación.

No puede el oxígeno insuflado a los salarios situarse en la lamentable lista de momentos difíciles o de cambios, aprovechados por inescrupulosos para lucrar. No puede, en primer lugar, porque lo advirtió alto y claro el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al anunciar batalla campal contra osados que agreguen, sustituyan o inflen cifras a sus etiquetas de costo.

El Presidente llamó a pensar más como país que como individuo. Y lo reafirmó en las Mesas Redondas donde la bien recibida medida se explicó más detalladamente.

Reitero (casi al punto de rondar en la obsesión): en la estabilidad de los precios reside el éxito de este paso económico, encaminado a reivindicar la capacidad de compra del peso cubano, hasta julio de 2019 muy restringida para maestros, médicos, abogados, periodistas, científicos, profesores universitarios, entre otros profesionales.

Sobre la polémica surgida en Internet, y otros espacios de socialización alrededor del temible riesgo de inflación, el Ministro de Economía y Planificación (MEP) Alejandro Gil explicó que el fenómeno (en el caso de una economía de mercado, dijo) tiene como causas primarias el incremento de los costos o de la demanda de bienes. Si bien la primera variable se descarta — al no existir aumento salarial en los sectores empresarial y no estatal, ni tampoco elevación de impuestos— sí se prevé un aumento de la demanda, ante la lógica elevación del poder adquisitivo, precisó el titular del MEP.

El país desandará entonces dos caminos. El primero, trabajar en “la estructura de la oferta”, dijo Gil. El segundo y no menos importante, el control de precios. Y aparecen así los gobiernos locales en el tablero, como fichas clave para hacer cumplir lo establecido. “Se potenciarán las facultades de los gobiernos locales para disponer regulaciones de precios, en dependencia de las condiciones y circunstancias de cada municipio”, acotó al respecto Meisi Bolaños Weiss, Ministra de Finanzas y Precios.

Y no se trata de innovar, porque todo está escrito. Multas, actas de apercibimiento y retiro de licencias en el caso del sector privado; análisis administrativos en la esfera estatal, inspecciones (sorpresivas, sin anuncios previos); denuncias de la población, combate —enérgico— contra especuladores por parte de los órganos locales del poder popular. He aquí los recursos para mantener las aguas en su nivel, y evitar que retorne el cántaro de la indolencia a la fuente de la especulación.

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2 Comentarios en “Aumento de precios: que no vuelva el cántaro a la fuente

  • el 1 agosto, 2019 a las 10:00 am
    Permalink

    DONDE ESTAN LOS LISTADOS DE PRECIO DE CIENFUEGOS

    Respuesta
  • el 9 julio, 2019 a las 11:34 am
    Permalink

    Si toda la problematica se conoce y las medidas Tambien
    hay que exijirle a los responsables de aplicar estas medidas
    para evitar el relajo de los precios que nunca se normalisan
    por falta de fiscalisacion , y control hay que atacar el problema donde
    se presente si es un carretillero o una plasa donde sea por que el
    pueblo se cansa de hablar sin resultados y para que se les paga un
    salario a los que tienen que velar por el cumplimiento de los precios
    sentados

    Respuesta

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