Ataques navales de EEUU a puertos cubanos en 1898

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El 11 de mayo de 1898 fuerzas navales de la Marina de Guerra de Estados Unidos realizaron ataques conjuntos y simultáneos a los puertos de Cienfuegos y Cárdenas, acciones en las que las fuerzas agresoras sufrieron bajas, con el consecuente impacto negativo en la opinión pública norteamericana.

Recordemos que después de la voladura del acorazado USS Maine, que abrió las puertas a Estados Unidos para declarar la guerra a España con el fin de apoderarse de Cuba, se aprobó el 20 de abril la llamada Resolución Conjunta  que conminaba a la metrópoli de ultramar a cesar su soberanía sobre nuestra Isla.

Un día después EE.UU. comenzaba su bloqueo naval a la Isla, dando inicio a una sucesión de sucesos hostiles contra navíos, defensas costeras y caseríos portuarios. El 25 de ese propio mes, el torpedero norteamericano USS Cushing tiroteó a la cañonera española Ligera en los accesos de la bahía de Matanzas. En el intercambio de disparos, un proyectil hizo impacto en la nave norteamericana y ésta se retiró. Para el día 27, el crucero USS New York, insignia de la flota del Atlántico Norte, y otros buques se presentaron frente a la bahía matancera y bombardearon fortificaciones costeras recién construidas allí.

El 28 de abril (29, según otros autores), buques norteamericanos que bloqueaban la entrada del puerto de Cienfuegos atacaron el Castillo de Jagua y dispararon sobre el caserío de pescadores que aún existe a su vera, así como a otras pequeñas embarcaciones hispanas y criollas. La torpedera española Galicia contuvo a los atacantes que se retiraron.

Hubo otros ataques esporádicos en el norte y sur de la Isla en todo el resto de abril.

Fue entonces que el 11 de mayo realizaron una operación simultánea en las bahías de Cárdenas y Cienfuegos, dispuesta por el Almirante Sampson desde Washington, pero a éste se le mojaron los papeles en su buró de la capital estadounidense. En ambas bahías cubanas sus tropas sufrieron bajas en muertos y heridos.

En Cárdenas, un obús español hizo impacto directo en el buque USS Winslow que junto a otros atacaba Cayo Diana. El blanco ocasionó la muerte de un oficial y cuatro marinos.

Reproducción a semitono de una obra de arte, publicada en Deeds of Valor, volumen II, página 358, por la empresa Perrien-Keydel, Detroit, 1907. Representa la cobertura de fuego desde los barcos USS Nashville (Gunboat # 7) y USS Marblehead (Cruiser # 11) a las dotaciones que en botes se acercaron a tierra por la zona del faro Las Coloradas para cortar la línea telegráfica del llamado Cable Inglés. /Foto: Wikipedia
Reproducción a semitono de una obra de arte, publicada en Deeds of Valor, volumen II, página 358, por la empresa Perrien-Keydel, Detroit, 1907. Representa la cobertura de fuego desde los barcos USS Nashville (Gunboat # 7) y USS Marblehead (Cruiser # 11) a las dotaciones que en botes se acercaron a tierra por la zona del faro de Villanueva (hoy de Los Colorados) para cortar la línea telegráfica del llamado Cable Inglés. /Foto: Wikipedia

Mientras tanto, en Cienfuegos, tres buques: el crucero USS Marblehead, la cañonera USS Nashville y el cutter USS Windom atacaron a Punta de los Colorados, a la entrada de la bahía sureña, y destruyeron el Faro de Villanueva, mientras dotaciones enviadas a tierra cortaban el Cable Inglés de comunicaciones nacionales e internacionales, acción en la que tuvieron la muerte de dos infantes de marina y otros seis recibieron graves heridas.

Cuando comenzaron a llegar a Estados Unidos estos muertos y heridos, la opinión publica norteamericana, que hasta entonces consideraba “un paseo” la guerra en Cuba y la había tomado con un ambiente festivo, comprendió que en toda guerra las bajas ocurren por ambas partes. Resultó un costo moral importante no esperado por sus organizadores, que basaron su estrategia en la inmensa superioridad de sus fuerzas navales modernas sobre las obsoletas escuadras navales hispanas.

Tal fue el inicio de esta contienda marítima del naciente imperio en nuestro escenario caribeño.

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Andrés García Suárez

Periodista, historiador e investigador cienfueguero. Fue fundador de 5 de Septiembre, donde se desempeñó como subdirector hasta su jubilación.

2 Comentarios en “Ataques navales de EEUU a puertos cubanos en 1898

  • el 7 junio, 2017 a las 9:10 pm
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    Quiero discrepar con el señor Andres en lo relativo a la Voladura del Maine, es cierto que este incidente sirvio como pretexto para una guerra que ya estaba al empezar, pero a lo que me refiero es que siempre en Cuba nos han enseñado como algo definitivo que el Maine fue volado, o explotado, hay muchos estudios, incluso de los investigadores de la Marina de Guerra de los Estados Unidos y de España que apuntan que la explosion del Maine pudo haber sido provocada por una autoinigcion del combustible o tipo de carbon de piedra que usaban los barcos de vapor de aquella epoca. Por eso creo que es un error cuando se enseña historia dar por sentado que fue una voladora, y cerrar las puertas a otros estudios he hipotesis, en fin que la historia es una ciencia viva y no es un dogma,
    En cuanto al hundimiento del Maine, varios estudios posteriores han llegado a la conclusión de que lo más probable es que la explosión fuese provocada desde dentro del buque, debido a una ignición de la santabárbara (asi llamaban al polvorin en los barcos), común en los buques estadounidenses de la época a causa del cambio del tipo de carbón utilizado, ya que hasta la época de la construcción del Maine, se usaban mamparos comunes para separar las carboneras de los almacenes de munición pues usaban como combustible la antracita para alimentar sus calderas.

    Con el incremento de la construcción de buques de acero, la Armada de los Estados Unidos, comenzó a utilizar carbón bituminoso, que arde a una mayor temperatura, permitiendo por tanto alcanzar una mayor velocidad, pero mientras que la antracita no está sujeta a la autocombustión, el carbón bituminoso es considerablemente más volátil.
    De hecho, se había informado de incendios en las carboneras de buques de la Armada antes del hundimiento del Maine, varios de los cuales estuvieron a punto de provocar explosiones.

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    • el 13 junio, 2017 a las 4:38 pm
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      Agradezco su amable discrepancia al comentario aludido. Ud. se refiere a las tres primeras líneas del segundo párrafo en que ciertamente doy por conocido que … “después de la voladura del acorazado “US.Maine” que abrió las puertas a Estados Unidos para declarar la guerra a España, con el fin de apoderarse de Cuba, se aprobó el 20 de abril la llamada Resolución Conjunta” (…) y seguidamente se pasa al objetivo esencial del comentario que es el inicio de la contienda marítima entre la obsoleta flota española y las modernas naves de guerra norteamericanas.
      Afirma Ud. que “siempre en Cuba nos han enseñado como algo definitivo que el Maine fue volado, o explotado, hay muchos estudios (…) En realidad no entré en detalles al respecto porque ese tema no era el objeto del comentario que en este segmento de la página no es muy amplio, aunque no obstante la expresión utilizada: “después de la voladura” no expresa ni cómo, ni por qué, ni por quién, ya que obviamente eso ocuparía mucha líneas de tratamiento, y de cualquier manera es causa y efecto. Y el beneficiario es el mismo: EE.UU. , que logró su propósito de hacerle la guerra a España. Y está bien documentado su interés por la Isla.
      En las escuelas cubanas se enseña que el 15 de febrero, cerca de las diez de la noche, explotaba misteriosamente el Maine; que España y Estados Unidos se inculparían mutuamente por esa explosión y que no han sido pocas las comisiones de peritos de varios países que analizaron los hechos. Incluso se quiso culpar por la prensa amarilla a guerrilleros cubanos de la explosión.
      Además, se ha publicado que: “En la actualidad las posibilidades excepcionales de reconstrucción de lo acaecido que ofrece la computación digitalizada inclinan la balanza hacia una explosión accidental. En su momento, sin embargo, la desgracia que mató a 266 hombres, benefició tremendamente a Estados Unidos”. (En Historia de Cuba (1492-1898) de Eduardo Torres- Cuevas y Oscar Loyola Vega, Edit.Pueblo y Educación, V reimpresión 2011 (1ra edición 2001) págs.388-389). O sea, que en Cuba la Educación y en ella la enseñanza de la historia es ciencia viva y no dogma. Puedo agregar que en ningún momento —en 1898 y siguientes— Estados Unidos dejó que se analizara el casco del buque, incluso se le arrastró hasta aguas profundas, sin admitir esa comprobación pericial, lo que hizo más sospechoso en su momento aquel accidente. Pero en sentido general mi exposición inicial que Ud. con todo derecho discrepa, no afecta el contenido general de lo comentado. Una vez más agradezco su intervención. Si sometiéramos a discusión todas las cosas que leemos en las págs. web, todos estaríamos mejor informados. De la discusión sale la luz, y estas págs., en cuanto tratan la historia, resultan también información viva, no dogma, ¿verdad?

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