Arbitraje beisbolero: criterios de una voz autorizada

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Durante 35 Series Nacionales el cienfueguero Raúl Hernández Moreno tuvo la responsabilidad de impartir justicia en la mayoría de nuestros terrenos beisboleros. El sureño que representó a Cuba en incontables eventos internacionales y ostenta distinciones como la Orden al Mérito Deportivo, comenta acerca del arbitraje cubano actual.

“Considero que se encuentra en crisis y estoy muy de acuerdo con la periodista Julia Osendi, que hace unos días en el Noticiero Deportivo comentaba cómo los peloteros de la Serie Nacional se habían ido por arriba de los jueces. La calidad cada vez mayor de nuestros atletas y eventos tiene que ir acompañada por un mismo nivel del arbitraje, y lamentablemente hoy no es así. Hace algunos años contamos con la Escuela Nacional de Árbitros y soy del criterio de que a pesar de los esfuerzos, ese centro ha aportado bien poco.

“La propia Julita Osendi mencionaba en su trabajo que solo se aprecia calidad en un grupo encabezado por Nelson Díaz, Melchor, Lucero, y todos ellos son de la ‘vieja guardia'”.

Sugerencias…

“Pienso que hay problemas que tienen una solución evidente. Y me refiero a que la persona que dirige el Comité de Reglas y Arbitraje no debe estar desempeñándose como árbitro. Indiscutiblemente no se puede ser juez y parte, pues ello dificulta el análisis de las deficiencias y el seguimiento pleno de la actuación de cada compañero. Además, tenemos que ser más exigentes y tomar medidas precisas con aquellos que cometan errores imperdonables, como la mala aplicación de reglas, por ponerte un ejemplo”.

Por cierto, ¿tiene esto último vinculación con los sucesos ocurridos en Abreus, durante la reciente subserie entre Industriales y Cienfuegos?

“Casualmente ahí tuvimos muestras fehacientes del tema. En primer lugar y sin menospreciar al guantanamero Preval, yo hubiera ubicado detrás del plato al experimentado Melchor Fonseca, debido a la importancia del choque y a las posibles situaciones que matizan los juegos en estadios municipales y sobre todo cuando el rival es Industriales, sin dudas el equipo más seguido en la pelota nacional.

“Al producirse alteraciones del orden que afectan el desarrollo del desafío, el árbitro principal, según las reglas, detiene el choque y se dirige junto al resto de su equipo hacia el cuarto habilitado para los jueces (de no haber dicho local pueden hacerlo incluso a la cabina de transmisiones). Una vez allí debe esperar por la actuación de las fuerzas del Orden Público, y si transcurridos quince minutos (internamente pueden determinar que la espera se prolongue a 30) persiste el desorden, irá al terreno a decretar el forfeit.

“Los presentes en el ‘Lázaro Santos’ ese día saben que allí no sucedió así, y hasta los cienfuegueros pudieron haber protestado el desafío. Pienso que de haber contado con la presencia de un especialista en Reglas no hubiera sido posible tal decisión”.

35 Series Nacionales… ¿cuál es la fórmula?

“Sencillamente siempre he gozado de una excelente salud y a la vez tampoco mi familia ha presentado problemas. Creo que ahí está la razón por la cual en 35 contiendas solo me perdí un juego”.

¿Extraña el arbitraje?

“Sería deshonesto si te respondiera que no. Fue una pasión que me acompañó gran parte de mi vida y a la que me entregué en cuerpo y alma. Gracias a ella aprendí mucho, gané prestigio y llené de orgullo a mis familiares, siempre al tanto de mi carrera.

“Hace unos seis años dejé de trabajar, pero todavía no me han hecho aquí el retiro oficial. Ya en algún momento el INDER me entregará un diploma, o cualquier otra cosa, para que la gente sepa que ya Raúl Hernández no es árbitro activo”.

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Carlos E. Chaviano Hernández

Periodista y Director de programas de televisión.

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