“Apagón”

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En menos de 90 días debe comenzar el “apagón parcial” de la televisión analógica, paso imprescindible en la necesaria e impostergable digitalización general de la señal en Cuba. Esto, como se ha informado a través de la Mesa Redonda y mediante diversos medios nacionales, se realizará de forma escalonada. De inicio, será apagado el primer canal analógico, el Educativo, cuyos contenidos quedarán reajustados en otros.

En la avanzada para prescindir de la analógica y servirse de forma absoluta de la televisión digital se encuentran la Isla de la Juventud, cinco municipios de la provincia de Sancti Spíritus y la ciudad cabecera de dicho vecino territorio.

Este “apagón” -el cual por supuesto marchará en línea directa con la capacidad de respuesta de la industria nacional para fabricar el equipamiento requerido para semejante desplazamiento integral, así como con las circunstancias de solvencia y garantía económica en que se encuentre la nación en un plazo inmediato-, debe cubrir un lapso aproximado de tres años, según programa.

En el sector estatal ya existen márgenes ganados en esta otra batalla cubana por la modernización del país. En la mayoría de las escuelas y unidades asistenciales se han introducido, o se procederá a ello, televisores híbridos capaces de captar la señal digital sin necesidad de la caja decodificadora. Y en los casos que no ocurra de dicho modo, la estrategia anunciada pasaría por entregar esta última.

Donde en verdad aprecia ciertos atoros el columnista para el desarrollo exitoso de este proceso es en parte del cuerpo demográfico de la nación, algunos de cuyos segmentos -no despreciables en volumen total-, no se encuentran en posibilidad económica de asistir a este nuevo parto con bolsillos preparados para presenciar el alumbramiento en toda su magnitud; sobre todo si se tiene en cuenta que solo será subsidiada la caja decodificadora y ello nada más a algunas personas.

De acuerdo con lo revelado a los medios cubanos por los especialistas, “las personas subsidiadas serán las que ya tiene identificadas el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social como protegidas, y es un requisito que posean al menos el equipo receptor; o sea, un televisor, pues lo que se subsidiará es la caja decodificadora”.

So caso de que tales beneficiados, u otras personas, no posean un equipo LED, habría que ver cómo operarían las cosas en la práctica, en la variante de que las cajas ya a esa altura disponibles sean de las más modernas de alta definición, solo aplicables para tales receptores. Es que el índice de “plasmas” en poder de la población aun es menor en relación con los catódicos, y en estos últimos su mismo atraso tecnológico les impide el máximo de prestaciones, aun cuando sean acompañados de sus cajitas.

Por supuesto, resulta imposible subsidiar los televisores a todo un país, debido a  nuestro deprimido escenario económico. Y el Estado tiene amargas experiencias con anteriores ventas o cambios de equipos electrodomésticos a la población, algunos de los cuales nunca fueron pagados; de manera que -pienso-, no ocurrirá algo parecido a esa vía otra vez. Pero sí se puede -mejor dicho, se debe- revisar la política de precios de tales equipos en las tiendas recaudadoras de divisas. De los híbridos y de los que no lo son; porque con la cajita funcionan de forma correcta los segundos, salvo en muy puntuales excepciones.

Aunque ya se registró un discreto descenso en el caso de los Atec de 32”, de producción nacional, aun el precio de venta de 399 CUC constituye un monto exorbitante para, por los menos, cuatro o cinco millones de cubanos, quienes o bien no cuentan con ahorros suficientes para sufragar la compra de los equipos, o bien no poseen alternativas para recibirlos del exterior: por cierto allí a precios más bajos en un 200 o 300 por ciento.

Además de los citados Atec -a ratos desaparecidos del sistema de tiendas, ya en las mismas inmediaciones del “apagón”-, y los Konka, en las tiendas cubanas (con una oferta bien limitada en esta área) pueden apreciarse modelos de 32” de las marcas RCA, Daewoo y Daytron: la mayoría a precios exactos o muy parecidos. Eventualmente, algunas unidades expenden Panasonic, del mismo tamaño, a cerca de ¡700¡ CUC.

Apoyaría sobremanera a muchos compatriotas que (al menos en los tiempos del “apagón”), además de aumentar la variedad y cantidad de televisores, las sobrecargas en sus gravámenes se redujeran de modo puntual. Ojalá.

 

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Julio Martínez Molina

Licenciado en Periodismo por la Universidad de La Habana. Periodista del diario 5 de Septiembre y crítico audiovisual. Miembro de la UPEC, la UNEAC, la FIPRESCI y la Asociación Cubana de la Crítica Cinematográfica

Un Comentario en ““Apagón”

  • el 17 julio, 2018 a las 2:31 pm
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    Cuando llegue la hora del “Apagón” ¿Qué será de las familias que no tienen un TV en su casa o el que tienen está roto y no tiene piezas para su reparación? ¿Por qué en las tiendas recaudadoras de divisa no le bajan el precio a los TV para que los cubanos de a pie puedan tener la oportunidad de adquirir uno? ¿Por qué habrá desigualdad también con este medio de entretenimiento que ayuda a la población a estar informados? No todos tenemos familia en el extranjero que nos pueda traer un TV. digo yo.

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