Ante la Covid-19, fortalece tus defensas con vitamina C

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A saber, la vitamina C es la más accesible a través de alimentos frescos. Entre sus características está la de ser un antioxidante que estimula la producción de citoquinas e interferones, las cuales son las proteínas que ayudan al sistema inmunitario para combatir los virus, además mejorar la capacidad de un tipo de glóbulos blancos para eliminar virus patógenos.

El cuerpo necesita vitamina C para las funciones fisiológicas normales. Le ayuda en la síntesis y el metabolismo de la tirosina, el ácido fólico y el triptófano, la hidroxilación de glicina, prolina, lisina, carnitina y catecolaminas. También aumenta la absorción de hierro en el intestino mediante la reducción del férrico al estado ferroso.

¿Por qué de su presencia en el cuerpo?

Los ácidos ascórbicos —como se le conoce a este complejo vitamínico— son compuestos heterogéneos imprescindibles para la vida, que al ingerirlos de forma equilibrada y en dosis esenciales, promueven el correcto funcionamiento fisiológico. Además, incentivan el desempeño fagocítico, una función inmunológica en la cual las células que la llevan a cabo, atrapan y destruyen los microorganismos responsables de una infección.

A la vitamina C se le reconocen otras funciones, entre ellas la de operar en las fases acuosas, tanto intra como extracelulares. La consideran donadora de electrones para ocho enzimas humanas que participan en la hidroxilación de colágeno y la biosíntesis de hormonas y aminoácidos.

Otros beneficios a la salud están asociados a que mejora la integridad de la barrera epitelial, promoviendo la síntesis de colágeno.

Mantiene el estado oxidativo de las células y protege contra las especies reactivas del oxígeno, generadas durante el estallido respiratorio y la respuesta inflamatoria.

En tanto, estimula las funciones de los leucocitos (neutrófilos, y movimiento de los monocitos), regula la respuesta inmunitaria a través de sus propiedades antivirales y antioxidantes, y reduce la duración y severidad del resfriado común o la neumonía en sujetos que practican ejercicios físicos intensos o que viven en entornos con mucha gente.

Si lo vemos por el lado opuesto, la deficiencia de vitamina C en el organismo humano podría acarrear diferentes trastornos, como la disminución del interferón y la producción de colágeno.

Otras deficiencias señalan los linfocitos T y la disminución de la resistencia a enfermedades.

Por supuesto, además del ácido ascórbico, las defensas del sistema inmunológico necesitan de otras vitaminas y nutrientes. De ahí que el secreto está en comer sano y bien diariamente.

Alimentos ricos en vitamina C son las guayabas, pimientos, los cítricos, piña, fresas, kiwi, etc… y verduras de hoja verde. Es importante que tome estos alimentos en crudo, pues algunos podrían destruirse por la cocción.

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