Ante el Título III de la Helms Burton, un 1 de Mayo glorioso en Cienfuegos

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Casi seis décadas de un cambio social marcan diferencias, viví la niñez en el ataque a Girón, la crisis de octubre, la zafra de 1970, el enardecimiento de las organizaciones de masas, en fin del acomodamiento de un fervor que hoy deriva en acciones espontáneas y cada desfile del Día Internacional de los Trabajadores es una muestra.

Amanece y un abejero de personas van hacia sus puntos de cita para la marcha, esta mañana el largo paseo del Prado cienfueguero volvió a colmarse de colectivos laborales, con disímiles vítores, consignas, iniciativas, pero con el denominador común de la alegría.

A nadie le tocaron en la puerta anoche, los dirigentes sindicales como parte de su misma cotidianidad tan solo lanzaron convocatorias simples durante la jornada precedente, pero todos van al desfile sin llamado alguno. Por patriotismo, convicción y antimperialismo.

Cada cual sonríe cuando encuentra a los suyos, no faltan chistes, pinceladas de cariño con los colegas, más allá de la marcha, la ocasión significa festejar una unión fraterna.

El regocijo evidencia resistencia, todos saben que mañana dos de mayo entra en vigor el Título III de la Helms-Burton, la madre de todas las leyes del bloqueo; significa que hicieron realidad la escalada más agresiva contra nuestra economía.

Pero el alborozo es igual a la de mi niñez que vencía pretéritos descalzos, quizás ahora más asentado, fraguado en vadear golpes. La devoción de hoy resulta modificada, pero resiliente a favor de un independentismo a prueba de desmanes, cimentado en idiosincrasia apasionada.

Foto: Modesto Gutiérrez (ACN)

Foto: Modesto Gutiérrez (ACN)
Fotos: Modesto Gutiérrez (ACN)

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Dagmara Barbieri López

Periodista. Máster en Ciencias de la Comunicación.

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